RELACIONES

Qué es el 'firedooring' y cómo reconocer si tienes una relación tóxica

Es una a actitud cada vez más común entre las parejas españolas que afecta al equilibrio sentimental de una de las partes. Es importante identificar este comportamiento a tiempo y atajarlo.

Este comportamiento suele conllevar actitudes manipuladoras.
Este comportamiento suele conllevar actitudes manipuladoras.
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Las relaciones sentimentales forman parte de nuestra rutina, ya sea porque compartamos la vida con una pareja o porque nuestros círculos cercanos las tengan. Una realidad que disminuye y aumenta a diario en Aragón, por aquellos que rompen o que deciden iniciar un camino amoroso como el que vimos entre dos zaragozanos en ‘First Dates’ hace unos días, y que demuestra que no siempre es sencillo adaptarse a otra persona. Sobre todo, cuando los comportamientos tóxicos, como el 'firedooring', se instauran como una práctica normal.

Esta nueva alarma sentimental se une a otras ya muy extendidas como el 'goshting' o el 'breadcrumbing', y parece que se ha instaurado en el día a día de muchas parejas. Y no es un comportamiento que deba tener cabida ni normalizarse, ya que genera un desequilibrio entre ambas partes hasta crear situaciones de supeditación. Pero, ¿qué es el 'firedooring' y cómo se puede reconocer si se está sufriendo o haciendo?

'Firedooring', qué es y cómo reconocerlo

Para entender en qué consiste esta nueva realidad cada vez más popular en parejas amorosas hay que saber que en inglés se denomina 'firedooring' a las puertas de emergencia de ciertos edificios que solo pueden abrirse desde dentro para usar en caso de emergencia. Así, teniendo en cuenta que solo son accesibles desde un lado, si se extrapola al ámbito de las relaciones sirve para denominar aquellas situaciones en las que una persona tiene control sobre la otra y decide aparecer (o desaparecer) según conveniencia.

Es decir, que se produce un desequilibrio entre ambas partes porque quien ejerce el poder abusa del mismo para generar cierta inaccesibilidad que genera sensación de atrapamiento en la otra. Así, suele verse cómo la parte en desventaja muestra un interés mayor que puede convertirse en dependencia, situación que la dominante alimenta mediante pequeñas píldoras de afecto y ayuden a perpetuar este desequilibrio.

Uno de los grandes problemas de que este comportamiento se normalice es que las personas que sufren el ‘firedooring’ generan tendencia a creer que merecen lo que les ocurre o que nunca van a ser capaces de encontrar algo mejor. Pensamientos negativos que, muchas veces, los llevan a quedarse como están y a no afrontar una relación de pareja tóxica y muy dañina a corto, medio y largo plazo.

Tampoco hay que desatender la sensación de pasión que genera en las personas que sufren este comportamiento abusivo: tienden a creer que estas dificultades para acceder a su pareja pueden dar emoción e intensidad a un amor que, en realidad, no es sano. Y es que la realidad es que se trata de una relación impositiva donde el control recae sobre una persona que decide qué es lo que va a pasar y cómo basándose en sus necesidades.

Claves para reconocer una relación tóxica

La inaccesibilidad es uno de los rasgos más llamativos.
La inaccesibilidad es uno de los rasgos más llamativos.
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Los comportamientos tóxicos en las relaciones de pareja son más habituales de lo que a menudo pensamos, ya sean de forma consciente o inconsciente. Por eso es fundamental aprender a reconocer las pautas y signos que puedan esclarecer si en nuestra relación existen estos hábitos dañinos, pudiendo ser víctimas o verdugos, pero pudiendo revertir en cualquier momento la situación.

Por ejemplo, la inestabilidad en la relación suele ser un indicio clave: si los momentos malos son tan o más abundantes que los buenos porque una de las partes muestra más desinterés que la otra es posible que se trate de un caso de ‘firedooring’. Sobre todo, si coincide con otros rasgos llamativos, como el control y la manipulación, la falta de límites y la normalización de todas estas conductas, lo que lleva a la víctima a conformarse con una relación insana con momentos de mucho sufrimiento.

Cómo evitar una relación con ‘firedooring’

Reconocer cuáles son las señales que delatan este tipo de conductas es uno de los primeros pasos para evitar adentrarse en este tipo de relaciones en las que uno de los miembros tiene el control total de la dinámica de pareja. La persona que mantiene esta conducta tóxica genera dependencia emocional que puede conllevar problemas de ansiedad y autoestima por la otra parte, pudiendo llegar a producir problemas psicológicos graves.

Sin embargo, no es imposible salir de una relación de este tipo, siempre y cuando se sea consciente de que se trata de una de ellas al identificarse ciertos rasgos de conducta. Buscar ayuda y consejo profesional puede ser un buen punto de partida para apartarse de una relación en la que se tiene una constante sensación de control, además de otras señales propias del ’firedooring’.

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