Qué personas deberían limitar el consumo de salsa de soja
Se trata de una salsa milenaria, rica y saludable, pero hay ciertas personas que deben controlar su consumo si padecen estas enfermedades.
La salsa de soja es un condimento icónico que ha sido un pilar en la cocina asiática durante siglos. Originaria de China, este líquido oscuro y salado ha ganado popularidad hasta en España debido a su sabor único y a ser un potenciador del sabor. Inicialmente, se desarrolló como una forma de preservar la soja, un cultivo abundante en la región. La fermentación de la soja con sal marina dio como resultado este líquido salado y sabroso que hoy conocemos como salsa de soja.
La salsa de soja no solo agrega sabor a los platos, sino que también ofrece una serie de beneficios nutricionales. Se trata de una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que la convierte en una opción popular para aquellos que siguen dietas vegetarianas. Además, contiene una variedad de vitaminas y minerales esenciales, incluyendo hierro, magnesio, fósforo y potasio. No obstante, hay que tener cuidado, sobre todo aquellas personas que sean hipertensas.
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Los hipertensos y la salsa de soja
Aunque la salsa de soja ofrece una serie de beneficios nutricionales, las personas con hipertensión deben consumirla con moderación. Esto se debe a su alto contenido en sodio, que puede contribuir a un aumento en la presión arterial. Una cucharada de salsa de soja contiene aproximadamente 900 miligramos de sodio, lo que representa casi la mitad de la ingesta diaria recomendada para un adulto promedio.
Y es que, la salsa de soja tiene un alto contenido de sal. De hecho, en un contexto en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo diario de sal inferior a los 5 gramos, una sola cucharada sopera de esta salsa aportaría más de un tercio de esa ingesta recomendada.
También deben restringir el consumo de este aderezo aquellos con problemas nefríticos tales como insuficiencia renal o piedras y cólicos en los riñones; de la misma forma que no es una salsa nada recomendable para quienes sufran males gástricos (reflujo, acidez), ni inflamaciones o cáncer colorrectales.
