Salud y nutrición

Ansiedad y alimentación: ¿cómo se relacionan entre sí?

La manera en la que a veces se huye de los problemas a través de alimentos sabrosos pero nada nutritivos es un parche al verdadero problema.

Los excesos del verano y la vuelta a los hábitos saludables pueden generar estrés.
Los excesos del verano y la vuelta a los hábitos saludables pueden generar estrés.
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No es la primera vez que oímos los términos ansiedad por la comida, comer con ansiedad... Nuestro estado anímico o psicológico puede afectar negativamente al modo que tenemos de alimentarnos, impidiéndonos conseguir nuestros objetivos deportivos o de salud. Para estar sanos, hay que comprender que no se trata solo de comer bien  o de hacer ejercicios físico, sino que debemos cuidar también nuestra mente para mantenernos en equilibrio

Sentirnos bien y tener una buena salud mental o un buen estado anímico evitará conductas como las de paliar la ansiedad a través de la comida. El dietista-nutricionista Nano Alútiz explica que la ansiedad es "un estado emocional causado por elementos externos", que pueden ser altos niveles de estrés en el trabajo, problemas familiares, desgaste emocional… "Es una señal de alarma que nuestro cuerpo nos envía para que le escuchemos y tomemos medidas"

Y la manera en la que a veces respondemos a esos problemas o situaciones estresantes es generando una burbuja en la que comemos (a veces, de manera compulsiva) productos no nutritivos, ultraprocesados y que no nos aportan ningún beneficio para la salud. "El azúcar puede llegar a enganchar" avisa Nano. Y es que la necesidad de comer por ansiedad, como explica este nutricionista, es la excusa perfecta para resolver de manera superficial una situación incómoda que no nos gusta vivir. "Es un parche que colocamos intentando que nuestros problemas se solucionen o se resuelvan de forma inmediata".

Pero las consecuencias negativas de esta actitud no tardarán en llegar. Si no se tienen las herramientas necesarias para gestionar las emociones que causan el estrés o dan ansiedad, se puede llegar a estar constantemente picoteando y "ese poquito a poco se convierte en un lastre que no nos deja avanzar en los propósitos que nos hemos marcado", recalca Nano.

Si creemos que a través del placer que nos produce comer determinados alimentos vamos a solucionar nuestro estado emocional, estamos muy equivocados, puntualiza Nano. Lo que se debe hacer es escuchar nuestras señales internas y acudir a un profesional si vemos que la ansiedad va a más y no podemos gestionarla. "La ansiedad por la comida no es algo que tengas que controlar, tienes que encontrar el equilibrio en tu relación cuerpo-mente".

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