Se presenta 'La jota', homenaje literario de HERALDO a la inmortal tradición aragonesa

Mariano García, José Luis Melero y José Miguel Marco han presentado este lunes en la DPZ un volumen analítico, minucioso y profusamente ilustrado sobre el tema

García, Lázaro, Melero y Marco, este lunes, en el salón del trono de la DPZ.
García, Lázaro, Melero y Marco, este lunes, en el salón del trono de la DPZ.
Oliver Duch

El salón del trono de la Diputación Provincial de Zaragoza ha sido este lunes el escenario de la presentación de ‘La jota’, obra que edita HERALDO en colaboración con la propia DPZ y que homenajea a la jota aragonesa a lo largo y ancho de 152 páginas. El volumen cuenta con textos de Mariano García, José Luis Melero (también asesor documental) y Antón Castro, con edición gráfica de José Miguel Marco, documentación de Mapi Rodríguez y diseño de Pilar Ostalé. La obra ya está a la venta en la tienda física de HERALDO y tienda.heraldo.es al precio de 14,95 euros.

La presentación ha contado con los testimonios de Melero, García y Marco, acompañados como anfitriona del acto por la diputada delegada de Cultura de la DPZ, Charo Lázaro. El libro se enriquece con 133 fotos del archivo de Heraldo, que abarcan 100 años de jota; muchas de ellas estaban inéditas hasta ahora. Lázaro ha recalcado que “la jota ha inspirado a las demás artes” y confió en que esta obra sea “un paso más en la futura declaración de patrimonio inmaterial de la UNESCO para la jota”, además de recordar jotas inspiradas en localidades de la provincia y valorar grandes cantadores y cantadoras de Zaragoza.

Repaso histórico

Melero apuntaba este lunes que el libro, “como periódico decano, era casi una obligación de HERALDO, que ha seguido la jota desde su misma fundación. No hace falta explicar que es una de las manifestaciones culturales más antiguas del pueblo aragonés. En el siglo XVI, el villancico de Samaniego ‘De esplendor se doran los ayres’, transcrito por Gregorio Arciniega y estrenado en el año 1946 en las Fiestas del Pilar, es un primer referente, sin olvidar el Coplerillo del Conde de Sástago”.

Melero no ha olvidado en su repaso al libro de Roxo de Flores fechado en 1793 sobre la danza jotera, ni la alusión a la jota de Villamayor en ‘La serafina’ de José Mor de Flores. También glosó los comentarios de viajeros en esta tierra, como Richard Ford o el mariscal Suchet, así como las alusiones a la jota en las obras de Rafael José de Crespo ‘Don Pápis de Bobadilla’ (1829) o el célebre ‘Vida de Pedro Saputo de Foz (1844). El bibliófilo zaragozano recordó que la jota se cantó en los Sitios, en las guerras carlistas, en la Restauración, durante la dictadura de Primo de Rivera, en la II República con las jotas de José Oto y en la guerra civil, en los dos bandos.

Melero ha concluido diciendo que “la jota vertebra Aragón: es del pueblo, y ha sobrevivido a todo intento de arrinconarla en el baúl de los trastos viejos. Es de todos, no tiene signo político ni clase social. Tras cinco siglos de convivencia sigue en nuestro corazón, y este libro es el ejemplo de que está muy viva”.

Multiplicar el mensaje

Mariano García, redactor de Cultura de HERALDO, recordó que el libro es una idea del director de este diario, Mikel Iturbe. “Esta casa quería sumar a la candidatura de patrimonio inmaterial de la UNESCO más allá de la información diaria, y halló la complicidad con la DPZ. Aunque la jota está arraigada en las tres provincias, quizá sea en Zaragoza donde hay más escuelas y actuaciones”.

García ha leído una cita del monegrino Luis Montestruc en ‘El Liberal’ de Madrid (a la sazón, futuro director de HERALDO), fechada en 1894. “La Jota sella nuestras grandezas y nuestros desastres; nuestras ilusiones y nuestros desengaños; nuestras dichas y nuestras penas”. También ha explicado que en 1911 Heraldo ya organizó una fiesta de la jota, y otra en 1913, que sirvieron de respaldos oficiales a una tradición que no gozaba de consideración culta.

El coautor del libro ha recalcado que tras la Guerra Civil, la jota gozó de dos respaldos fundamentales: la primera, Demetrio Galán Bergua, con su serie de artículos joteros en HERALDO entre 1961 y 1963, recogida en el ‘Gran libro de la jota aragonesa’. “La segunda es Alfonso Zapater, maestro de periodistas, uno de los pocos que se enfrentó al régimen franquista, sobre todo con temas hidráulicos; como hijo de bailador de jota, tenía esta tradición metida hasta el tuétano”.

Las imágenes

José Miguel Marco ha explicado que la primera selección de imágenes ha sido clave en el libro, y valoró como impecable el papel de Mapi Rodríguez en la consecución de esta obra. “No queríamos una aproximación enciclopédica ni necesariamente cronológica, así que organizamos las imágenes en cuatro apartados, separados por coplas de Mayusta. El primero alude al carácter popular, y el criterio va de lo significativo a lo formal o lo cromático. Queríamos una selección presentada con ritmo. Hay un segundo apartado de ídolos, otro de escuelas y, por último, un cuarto de actuaciones”.

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