Vive Latino: la música y la fiesta vuelven a la Expo de Zaragoza
El festival aguarda a cerca de 22.000 personas tanto hoy como el sábado. Actúan 39 grupos y solistas: esta noche, entre otros, Calamaro, Juanes y Viva Suecia.
Quince años después de la clausura de la Exposición Internacional de Zaragoza (el aniversario se cumplirá en seis días), vuelven la fiesta y la música a ese meandro de Ranillas que continúa reinventándose. El Festival Vive Latino es una de las acciones culturales que buscan el aprovechamiento del recinto y va a celebrar hoy y mañana su segunda edición, con el futuro bastante despejado en cuanto a su repetición los próximos años, esperando ahora a cerca de 22.000 personas diarias y esgrimiendo un cartel heterogéneo que tiene reclamos como Andrés Calamaro, Los Fabulosos Cadillacs, Jorge Drexler, Juanes, Julieta Venegas, Loquillo, Viva Suecia o Arde Bogotá, entre 39 grupos y solistas de ambos lados del Atlántico.
El Vive Latino, aunque con querencia por el rock de hechuras clásicas y el indie para multitudes, es un festival generalista, en el que caben también variados mestizajes, la canción de autor, pop de siempre y pop atento a los gustos del momento, rap, ska, folclore puesto al día, algo de electrónica... La especialización que lo distingue en la competida agenda festivalera del verano es la procedencia de los artistas: nacionales e iberoamericanos, sin dejar hueco para el mercado anglosajón.
En 2023 no repite ninguno de los nombres de la primera edición. Además de los mencionados, van a actuar en los tres escenarios que se han instalado los españoles Xoel López, Depedro, Morgan, Natalia Lacunza, Muchachito Bombo Infierno, Carolina Durante, Lori Meyers, M-Clan, Los Zigarros, Sexy Zebras, Elefantes, Delaporte, Sidecars, Mastodonte y Dani Fernández.
De América llegan, junto a los ya dichos, los mexicanos Carla Morrison, Lila Downs, Camilo Séptimo y Panteón Rococó, los chilenos Ana Tijoux y Los Bunkers, las argentinas Sara Hebe y Lucía Tacchetti, el grupo uruguayo No Te Va Gustar y la puertorriqueña Gale.
Y de casa están programados Tachenko, factoría de grandes canciones pop; Los Bengala, power trío de vitaminados directos; Calavera y su pop desnudo y melancólico; Gran Bob, junto a Los Leones del Bluegrass y entregado a esta música de los Apalaches; Erin Memento, vocalista que está lanzando su carrera desde Los Ángeles, y Los Santos Inocentes, la que fuera banda de acompañamiento de Bunbury durante tres lustros, ahora despegando por su cuenta. Además de posibles apariciones por sorpresa de otros aragoneses como invitados, a Gabriel Sopeña se le espera sobre el escenario en el concierto de Loquillo, con quien le une una larga amistad y colaboración como compositor.
El mapa del Vive Latino
Había también zaragozanos a los platos en 2022, ocupándose de la continuidad entre los conciertos, pero este año no aparece ningún DJ en el cartel. Tampoco se van a ver a más luchadores mexicanos en acción, que contaban, como una de las actividades paralelas, con su propio ring en la primera edición. En esta la oferta es la musical y la gastronómica.
La primera se desarrolla en tres escenarios que llevan el nombre de patrocinadores y se han vestido para la fiesta (en otras partes del recinto se encontrará asimismo decoración especial). El principal (de 52 metros de boca y 24 de fondo), el Ambar, se ha levantado en la explanada junto al Palacio de Congresos y ante él hay espacio suficiente para reunir a todos los asistentes al festival. Este viernes convocan Delaporte (17.40), Xoel López (19.10), Juanes (20.50), Andrés Calamaro (22.50) y Viva Suecia (0.55).
En el anfiteatro de la Expo está el escenario Caja Rural, para 9.000 espectadores y que se desperezará a las 17.00 con Carolina Durante. Después, Elefantes (18.20), Julieta Venegas (20.00), Arde Bogotá (22.00), Panteón Rococó (0.05) y Mastodonte (2.05), el grupo del actor Asier Etxeandia, que despedirá la primera jornada del Vive Latino con una hora de espectáculo (las puertas del recinto se cerrarán a las 4.00).
Entre estos dos escenarios se encuentra una ‘zona VIP’, con visión de ambos. Hay otro más, el más pequeño, el llamado Embou, junto al Acuario Fluvial; está pensado para congregar hasta a 5.000 asistentes y será donde esta tarde suenen los primeros acordes: los del tecnopop de Lucía Tacchetti a las 16.40 (el acceso al festival estará abierto desde las 16.00). Por allí irán desfilando a continuación Calavera (17.40), Gale (18.40), Camilo Séptimo (19.40), Tachenko (20.50), Lila Downs (22.00), Natalia Lacunza (23.10), Los Santos Inocentes (0.20) y Sexy Zebras (1.30).
En cuanto al avituallamiento, hay dispuestos 10 bares. Aumentan respecto al año pasado de 15 a 22 los puestos de comida, con opciones vegetarianas y veganas, sin gluten y sin lactosa. Algunos restaurantes de raíz latinoamericana de Zaragoza y otros venidos de varias ciudades españolas servirán tacos, arepas, ceviches, empanadas… Habrá también bocadillos, sándwiches, pizzas, hamburguesas, croquetas o helados.
Cada asistente al festival recibirá un vaso con un código QR impreso desde donde acceder a la información práctica (como un plano y los horarios), el cual se limpiará con cada uso. Si se rompe, será sustituido. Si se pierde, habrá que gastar dos euros para hacerse con otro.
Por cierto, en el parque Grande, al día siguiente de terminar el festival, desde este próximo domingo y durante dos semanas, habrá una nueva oportunidad de degustar productos y recetas latinoamericanos al aire libre. Abrirá una feria con ocho casetas de comida, además de 35 puestos de artesanía y un escenario para actuaciones musicales, en lo que el Ayuntamiento ha anunciado como colofón a la Capitalidad Cultural Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible que Zaragoza ostentó hasta el pasado julio.
Cerca de 22.000 personas y sin apreturas
Las instalaciones del Vive Latino se completan con plataformas elevadas para que personas con problemas de movilidad puedan seguir los conciertos. Y con servicios como taquillas y carga de móviles, además de una carpa donde conseguir las firmas de algunos de los músicos que actúan y un puesto de ‘merchandising’.
Hay entradas disponibles a 85 euros para cada uno de los días, así como abonos a 136. La organización espera acercarse viernes y sábado al aforo máximo de 22.000 personas (establecido a la baja, por lo que en cualquier caso habrá espacio de sobra), mejorando la caja de 2022, cuando se contabilizaron 16.103 el primer día y 17.633 el segundo.
El modelo de negocio parece afianzarse con estos números, el consumo en el recinto, los patrocinios y el apoyo de la administración autonómica y local, explicitado por el propio presidente aragonés, Jorge Azcón, quien el martes, en su visita al montaje del festival junto a la alcaldesa, Natalia Chueca, aseguraba que "nadie duda de que el Vive Latino se va a quedar en Zaragoza".
La primera edición se materializó por fin el año pasado tras otros dos intentos en 2020 y 2021, ambos abortados por el coronavirus. El promotor aragonés Nacho Royo fue su impulsor principal y se mantiene como director del festival zaragozano, primera versión europea de uno que se celebra en Ciudad de México desde 1998 y es de los más importantes de toda Latinoamérica.
