Agg, una colección de joyería que revuelve el cuerpo

La artista zaragozana Clarín trabaja la paradoja: con materiales preciosos crea collares, pendientes o broches escultóricos en torno la parte más oscura de la vida, desde lo que da grima al puro horror.

Es difícil ordenar los sentimientos que produce el estreno en el oficio de la joyería de la artista zaragozana Clarín, multidisciplinar, pero conocida fundamentalmente como pintora. Porque sucede que ha decidido subvertir los 'principios fundamentales' de ese oficio, ligados desde tiempo inmemorial a los conceptos de belleza, riqueza, adorno, celebración o brillo. Ha puesto materiales preciosos al servicio de lo contrario, lo más feo, la parte más oscura de la vida, desde aquello que produce repulsión puramente física a lo trágico o luctuoso, a los abismos interiores. 

El resultado es una colección, 'Agg', que juega en el título con el símbolo químico de la plata, de la que están hechas las piezas, y añadiéndole una g, da como resultado la onomatopeya del asco. Hay en ella un punto de humor negro, parece la colección con la que soñaría Miércoles Addams. Pero otras piezas, directamente, hielan la sangre.

Piezas de 'Agg', la primera colección de joyería de la artista Clarín.
Clarín, junto a algunas piezas de su colección
Álvaro Sánchez 

Las creaciones basculan evidentemente hacia lo escultórico, si bien son todas ellas ponibles. No se pierde en ningún momento de vista la funcionalidad que toda joya debe tener. En 'Agg', un collar reproduce pastillas de valium; unos tubos de óleo aplastados son unos colgantes; hay pendientes en forma de caños para esnifar cocaína, o de unos ahorcados, cuya soga está pensada para introducirse por en agujero del lóbulo, quizá uno de los elementos más abiertamente horribles e impactantes de la colección, junto al broche de una mujer subida peligrosamente a un balcón.  Hay otros broches y también anillos que siguen de manera muy personal elementos ornamentales habituales en la joyería, como los insectos. Hay mucho 'bicherío': arañas o moscas. Pero también una rata o una rana. 

Todas las piezas fueron expuestas ayer en una exposición efímera en la singular sala del sótano del Café Formidable de la calle Prudencio. Cada una en una peana, con una escenografía 'ad hoc' y una iluminación muy teatral que subrayaba lo inquietante de la propuesta.

Piezas de 'Agg', la primera colección de joyería de la artista Clarín.
Piezas de 'Agg', la primera colección de joyería de la artista Clarín.
Álvaro Sánchez / A. U.

Se puede decir que a Clarín la joyería la ha ido a ver. No se trata de un encuentro exactamente fortuito, pero sí  finalmente "sorprendente" para esta artista que ha aprendido en la escuela de joyería de Jesús Rodrigo Dehesa.

Clarín cuenta que en realidad 'Agg' no nace de ningún plan preconcebido ni busca objetivo concreto: "Yo no decido lo que hago, voy trabajando y fueron saliendo estás piezas brutales y bestias, yo misma estoy sorprendida de esto y de lo que me ha enganchado la joyería". "La artista describe su proceso creativo como "orgánico", "voy decidiendo", "supongo -añade- que me acerco a los materiales desde el sitio en que los sé trabajar".

Para los que estén interesados en lucir o, simplemente, tener una de estas joyas a modo de personal y singular tesoro pueden dirigirse a la artista que, a su vez, irá mostrando más creaciones en la cuenta de instagram @disgusting_ag.

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