"Vangelis, ese griego loco que llenó mi alma de colores"

Tres referentes aragoneses de la música electrónica recuerdan al compositor griego, fallecido el pasado martes 17 de mayo.

El compositor griego Vangelis, fallecido esta semana a los 79 años de edad.
El compositor griego Vangelis, fallecido esta semana a los 79 años de edad.
HA

Este jueves se supo de la muerte del compositor griego Vangelis en un hospital de París, acaecida el martes 17 de mayo; a sus 79 años de edad, no pudo superar las secuelas de un covid especialmente agresivo. Con él desaparecía uno de los compositores más famosos del siglo XX, ducho en las bandas sonoras fílmicas y la explosión del ‘new age’, corriente de la cual fue el representante más famoso. Con el heleno se da un hecho curioso: su gigantesco eco popular no mermó en absoluto el respeto que sentían por él (y sienten, aún hablan en presente de su persona) los músicos que caminaron por senderos similares o, incluso, aquellos que perteneciendo a universos muy distintos supieron apreciar la calidad artística de Evángelos Odysséas Papathanassío, su nombre en el pasaporte.

Además de la influencia ejercida en las generaciones posteriores, Vangelis supo dar con las claves de la eterna juventud para su música. Las lágrimas en la lluvia del replicante Roy Batty (Rutger Hauer) en ‘Blade Runner’, o el tema de amor de esa misma película (inolvidables los papeles de Sean Young y Harrison Ford) son parte de la memoria sonora de toda una generación, o de dos, al igual que el trote de ‘Carros de fuego’ bajo el Old Course de Saint Andrews, pieza remedada por Mr. Bean en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres hace 10 años.

En Aragón también se le venera entre la clase musical convencida de que los robots tienen sentimientos. Tres presuntos androides locales, que han logrado pasar por humanos hasta el día de hoy gracias a estratagemas complejas, así lo ratifican. Son Alberto Riazuelo, de Magnus Imperial Club y De Vito; Juanjo Javierre, de Mestizos y Soul Mondo, y Nacho Serrano, de Niños del Brasil y su alter ego Atmósfera.

Alberto Riazuelo, de Magnus Imperial Club.
Alberto Riazuelo, de Magnus Imperial Club.
HA

Devoto desde siempre

Riazuelo, que reside en Madrid, es claro al respecto. “Para mí, el preciosismo sonoro de Vangelis, junto con el de Joel Fajerman o Isao Tomita, ha destacado desde siempre sobre el trabajo de otros compositores electrónicos más clásicos como Jan Hammer o Jean Michel Jarre; es coetáneo de grandes investigadores sonoros como Wendy Carlos, y una referencia básica para los aficionados a la síntesis, como es mi caso, y hablo tanto en el plano del diseño como en su faceta de compositor”.

Riazuelo cree que “su obra ha trascendido de manera muy singular, haciendo que una simple nota de cuatro segundos en un Roland Jupiter 8 nos traiga a Deckard en ‘Blade Runner’, o que los arpegios de ‘Carros de fuego’ conviertan un trote por la playa de Salou en un momento épico. Era un crack, lo voy a echar de menos. De hecho, me voy a poner su música ahora; tengo un Jupiter 8 y algo parecido a un Yamaha TS 80, que eran sus teclados favoritos, y mi mujer -bromea- me dio el ok anoche para poner algunos sintes en el salón. Quería tener los trastos junto al sofá”.

Juanjo Javierre acciona un 'pad' electrónico durante una presentación en 2018.
Juanjo Javierre acciona un 'pad' electrónico durante una presentación en 2018.
José Miguel Marco

Huella que perdura

El oscense Javierre, que en las últimas dos décadas se ha prodigado mucho en la banda sonora para cine y televisión, opina que “la influencia de Vangelis es muy grande para los músicos de mi generación. El impacto cultural de ‘Blade Runner’ es enorme a día de hoy, desde sus frases a las texturas sonoras que creó él para aquella película, que se estrenó hace 40 años: han quedado para la historia. Además, en el momento actual hay un cierto revivalismo de ese tipo de cine y también de sus sonoridades; muchos grandes artistas ‘mainstream’ tienen resonancias de aquella época, sobre todo del ‘synth pop’. Moroder y Vangelis son las referencias claras en lo audiovisual”.

Sobre la trascendencia del maestro y su obra, Javierre no puede ser más gráfico. “Actualmente trabajo en una película que me ha llevado a escuchar mucha música de aquella época, y concretamente a Vangelis, así que no es solo un recuerdo de la infancia y adolescencia, lo tengo muy presente. De joven me impactó mucho la banda sonora de ‘Carros de fuego’, que conoce todo el mundo y le valió un Óscar, y aún más allá recuerdo tener algún cassette de Aphrodite’s Child, el grupo que tenía con Demis Roussos. Me ha dado mucha pena saber de su muerte por tu mensaje; lo siento mucho, pero ahí queda su música”.

Niños del Brasil. A lz izquierda, Nacho Serrano.
Niños del Brasil. A la izquierda, Nacho Serrano.
Guillermo Mestre

El flechazo, en Linacero

Nacho Serrano habla del artista griego con una devoción absoluta. “Uno de mis primeros ídolos; recuerdo haber ido de crío a Linacero un sábado por la mañana a comprarme mi disco de la semana, y tenía ya mis preferencias tras haber oído el programa de Cachi por la noche, Thompson Twins concretamente. Víctor, uno de los grandes entendidos que nos vendía discos en Linacero, me dijo “igual me equivoco, pero… ¿has escuchado Vangelis, ‘Spiral’, de 1977? Creo que te va a gustar”. Al ver la portada, aluciné: un cable Jack abriéndose paso en el cielo. Por entonces yo estaba en la banda Boda de Rubias, pero era muy tímido.

Nacho recuerda lo que sintió al oír el primer corte del disco, homónimo, en la tienda de discos zaragozana, que hoy sigue abierta en el Caracol de Independencia. “Apenas oí ocho compases y le dije “me lo llevo”. ¡Qué temazo, qué diferente, sin súper baterías, solo supersintes! A partir de ese momento, mi obsesión era saber todo sobre el griego, quería esos sintes… el CS-80 de Roland y su sonido gordo, las secuencias; ya se había cerrado el círculo, de Depeche Mode a Vangelis pasando por Tangerine Dream y OMD”.

El músico de Niños del Brasil, que produce en otra clave bajo el apodo de Atmósfera, entendió con Vangelis que los sintes eran como las guitarras, que no todas suenan igual. “Ese momento fue un pilar en mi vida, supe que quería ser músico y expresar todo lo que llevaba dentro gracias a los ocho compases de ‘Spiral’. No mucho más tarde me hablaron de un peliculón, ‘Blade Runner’, y allá me fui; era un crío y la verdad es que del argumento no me enteré. Estaba flipando con las imágenes y sin darme cuenta ahí estaba la música, que encajaba perfectamente, tanto que hasta que no sonó ‘Love Theme’ no me fijé en ella; qué pasada de saxo, el instrumento hablaba... qué bonita, triste y melancólica canción". 

Serrano concluye recordando que "salí del cine flipado con esa melodía, que no se me iba de la cabeza, y no tardé en descubrir, porque en los primeros 80 había que informarse de formas menos inmediatas que ahora, que la había compuesto ese griego loco llamado Vangelis con su CS-80, que llenó mi alma de colores”.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión