gastronomía
Los torreznos y las patatas estozoladas, encantos del Café Chicago de Zaragoza
En este bar del barrio de La Almozara se elabora el mejor torrezno del mundo, tal y como se proclamó el pasado domingo en El Burgo de Osma.
El Café Chicago de Zaragoza tenía el título del mejor torrezno de la ciudad y ahora también el del mundo. El pasado domingo se alzó con el primer premio en este concurso, en el que se midieron bares y restaurantes de toda España en El Burgo de Osma.
Corría el año 1976 cuando abrió en el número de la calle de Batalla de Bailén, en el corazón del barrio de La Almozara. Desde sus inicios hay un plato en la carta que se mantiene invariable a pesar del paso del tiempo: sus patatas estozoladas. De hecho, su fama hace eco en toda la ciudad, aunque su ubicación sea discreta.
Son una especie de huevos rotos, tanto que se conciben como las "precursoras". Para elaborar las patatas estozoladas utilizan la variedad agria. En primer lugar, se confitan en aceite vegetal y, a continuación, se les da un golpe fuerte de fritura con el objetivo de que queden crujientes. "Son como las chips de bolsa, pero naturales", las definieron en HERADO.
Después, se agregan cuatro huevos fritos –están recomendadas para tres o cuatro personas, aunque la cantidad la pueden ajustar a la demanda de la clientela-. La chispa de este plato viene de la mano de los ingredientes con los que se combina: picadillo y torreznos de Soria, jamón de Teruel, foie, gambas... A gusto del consumidor.
Esta popular ración se suma a otro de sus encantos: los torreznos. Algo tienen que ver las raíces sorianas de José María y Juan Carlos Calvo, los hermanos que están al frente del negocio. Reciben el consejo de su madre Flor, natural de Soto de San Esteban, a pocos kilómetros de El Burgo de Osma, donde se celebra la cita gastronómica.
