gastronomía
Hosteleros y estudiantes le cambian la cara a la plaza de José María Forqué de Zaragoza
El restaurante Verdechulo, el gastrobar Crush y la residencia Pontoneros están contribuyendo a crear una nueva zona de ambiente.
Hasta hace muy poco tiempo la plaza de José María Forqué de Zaragoza era un espacio escasamente transitado, con muy poca vida y a según qué horas, inseguro. Esa percepción, sin embargo, está cambiando. No es que los locales que hay en los bajos de las viviendas se hayan llenado de repente de actividad, pero de la mano del sector hostelero y de la residencia de estudiantes Pontoneros, en la plaza se respira un aire muy diferente.
En fin, que la tan ansiada regeneración urbanística y social de la degradada zona de Zamoray-Pignatelli se está haciendo realidad. A conseguirlo están contribuyendo el restaurante Verdechulo y el gastrobar Crush.
El primero ha pasado por distintas etapas pero, tras los meses más duros de la pandemia, ha retomado el vuelo con energía y con un interesante proyecto. Su terraza es un lugar muy apetecible cuando el sol y el viento no hacen de las suyas, y en breve se va a instalar una carpa semipermanente para dar el servicio de restaurante durante todo el año, sin que el resto de la terraza se vea afectada.
El gerente de Verdechulo, M.E. Guerra, asegura que "en el último año se ha notado que ha mejorado mucho el ambiente; las patrullas de la Policía Local pasan bastante por la zona y eso ha dado una sensación grande de seguridad".
Las posibilidades de este entorno, muy tranquilo y relajado estando apenas a cinco minutos andando de la plaza de España, han animado a otros emprendedores a lanzarse a la aventura hostelera. Diego Lasheras y Natalia García abrieron el gastrobar Crush hace unas semanas. Francho Asensio es el encargado y es de la misma opinión que el gerente de Verdechulo: "De la mano del vecindario, se está creando un ambiente muy bueno".
A ello contribuye la propuesta de Crush, que se anima desde desayunos hasta la noche. "Tenemos un buen café de especialidad y los churros son de la churrería El Jalón de la calle San Pablo; también ofrecemos cerveza de bodega y para picar, raciones como ensaladilla de bogavante, jamón de bellota o tablas de quesos".
En definitiva, la suya es una apuesta por la calidad. "La clientela está muy contenta y nos transmite que hacía falta un proyecto así para contribuir a la regeneración de este espacio urbano". Francho recuerda que en la zona está el Museo del Fuego, "poco conocido por los zaragozanos y que se podría potenciar bastante más".
El tercer pilar sobre el que se asienta la recuperación de la plaza José María Forqué es la apertura de la primera fase de residencia de estudiantes Pontoneros. "Se nota mucho la presencia de los chavales, sobre todo en la terraza", comenta M.E. Guerra. El encargado de Crush confirma que "las tardes están muy animadas; da gusto ver el ambiente que se ha creado".
Pero aquí no termina todo porque este mismo curso académico está previsto que concluyan las obras de la segunda fase, por lo que al centenar de habitaciones que ya están operativas habrá que sumar 337 más.
El proyecto incluye la creación de un graderío natural que servirá de anfiteatro y que ya muestra su aspecto final. En él se van a desarrollar todo tipo de actos culturales y seguro que contribuye a dinamizar todavía más la plaza. Lo que todavía no está decidido es si cerrará el acceso por las noches para evitar actos vandálicos.
