Los rumanos de Aragón, de celebración en celebración del 1 al 9 de marzo
El 'martisor' y el Día de la Madre, junto a la festividad de los 'mucenicci', invitan a conocer los productos de este país.
Marzo es un mes de muchas festividades en Rumanía. Una de las más importante es el 1 de marzo, fecha en la que los rumanos celebran el 'martisor' o la llegada de la primavera, la frescura, la alegría y la victoria del bien sobre el mal. Es una fiesta muy tradicional de la que también participan los rumanos que viven fuera de su país y, por supuesto, la numerosa colonia aragonesa.
Tan importantes o más son otras dos festividades. En Rumanía, como en el resto del mundo, el 8 de marzo se celebra en Día Internacional de la Mujer, fecha que se hace coincidir con el Día de la Madre. Y el 9 tiene lugar una festividad gastronómico religiosa que se conoce popularmente como de los 'mucenicci' (los mártires). Este día se conmemora el martirio de 40 soldados en Sebaste (Turquía) que se habían convertido al cristianismo y prefirieron ser arrojados a un lago helado y luego quemados vivos antes de renegar de su fe.
Todos estos festivos tienen una traducción gastronómica y en Zaragoza, por ejemplo, son días de mucha actividad en dos establecimientos que llevan mujeres rumanas. Elena Lumhinita Nicoará y su hija Manuela gestionan el puesto Pan&Más en el Mercado Central. En su local están muy visibles las pulseras y los broches de color rojo y blanco que se regalan el 1 de marzo.
Simbolizan la dualidad entre el invierno y la primavera, pero también la fertilidad y el comienzo del ciclo de la vida. “Estos días se acercan muchos compatriotas a comprarlos”, comenta Elena.
El 1 de marzo no está vinculado a un producto concreto, pero la gastronomía juega un papel importante en cualquier celebración que organizan los rumanos. Además, se hacen a lo grande. Se come mucho y a cualquier hora.
El muestrario de alimentos que hay en este puesto es muy amplio. Por ejemplo, se consumen muchos embutidos, que les gustan con un punto ahumado (salami, mortadela, pastrami de oveja y de cerdo…). También es interesante la propuesta de quesos y lácteos. Los hay de oveja, feta, de cabra o la crema agria de leche, “que tiene gran aceptación”, comenta Elena.
Su puesto casi es como un supermercado por la cantidad de alimentos que vende y lo variados que son. Hay conservas y legumbres de Rumanía “y tengo una harina de maíz y un pan rallado especial que les gusta mucho a los españoles”. El chucrut es uno de los fermentados más consumidos en los países de Centroeuropa y cada vez más en España. “A los clientes les encanta el que tengo con carne picada”, asegura.
El 8 de marzo, Día de la Madre, tiene gran protagonismo la repostería. Los más destacados son los bizcochos y sus dimensiones. “En nuestro país -prosigue Elena- , cuando vemos un pastel grande nos alegramos mucho”.
Nicoleta Mariana Spaia tiene obrador propio en la cofetaria Romaneasca (avda. Valle de Broto, 4) en Zaragoza, donde elabora un amplio surtido repostero. El sevarine es muy parecido al clásico borracho español. “Por encima del chocolate o la nata, lo que más nos gusta es un buen bizcocho empapado con esencia de ron”, comenta Nicoleta. Este último ingrediente está en casi todos los pasteles.
El Bucarest posiblemente es el más popular de todos. En este caso, el chocolate es el gran protagonista: en el bizcocho, la crema y el glaseado, decorado al gusto en la parte superior. Y otro de los más vendidos es el denominado Cárpatos por su forma triangular, como si fuera una montaña. “Son planchas de bizcocho de vainilla y crema de chocolate”, confirma esta pastelera.
Finalmente, el 9 de marzo se comen los 'mucenicci'. Hay muchas versiones de estos dulces, aunque lo más habitual es encontrarlos con forma de 8. También suelen cambiar los ingredientes, pero los principales son harina, azúcar, canela y nueces, aunque hay variantes con ron, miel, coco o vainilla.
