vinos
Cabrilobillo, una divertida experiencia alrededor del vino
Se trata de un detalle exclusivo que solo se vende en Aragón en un estuche de madera que incluye una probeta.
Cabrilobillo es una experiencia alrededor del vino en la que cuatro aragoneses –Pilar Salillas (Bodega Lagravera), Manu Fortón (aceite Flor de Sal), Patxi Opere (distribuciones San Lorenzo) y Hugo Olivera (inteligencia artificial y márquetin digital)– han puesto en común su conocimiento al servicio de un proyecto desenfadado vinculado a este mundo.
Se han empleado variedades tempranillo y merlot que comparten 'terroir' a 700 metros de altitud. La cosecha es de 2021 y la enoexperiencia se concreta en un 'pack' de dos botellas del que se comercializan 396 unidades.
Se trata de un detalle exclusivo que solo se vende en Aragón en un estuche de madera que incluye una probeta. "La idea es dejarse llevar, combinar ambos vinos y que cada persona encuentre la proporción adecuada", sugiere Pilar Salillas.
"El merlot es como un buen tema de rock & roll, concentrado y que conserva su textura y estructura –prosigue la enóloga de Lagravera–, mientras que el tempranillo pega más con canciones indie; es fresco, etéreo y vertical". La experiencia nace con vocación de continuidad, pero seguramente la del año que viene no se parecerá en nada a Cabrilobillo.
