gastronomía

Nola Gras de Zaragoza logra un accésit en el Concurso Nacional de Tapas de Valladolid

Ariel Mungía, formado en varias escuelas de hostelerías oscenses, ha conseguido el segundo premio en la categoría internacional.

David Lorente y Álex Viñal, con la tapa premiada en el Concurso Nacional de Tapas de Valladolid.
David Lorente y Álex Viñal, con la tapa premiada en el Concurso Nacional de Tapas de Valladolid.
Nola Gras

La cara de la actriz Ana Duato al probar 'Bunny Cake' presagiaba un premio y así fue. La tapa de Nola Gras de Zaragoza logró un accésit en el Concurso Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid. David Lorente, joven jefe de cocina de este restaurante zaragozano y autor de la tapa subió a recoger el premio mientras se fundía en un abrazo con Álex Viñal, propietario del establecimiento. 

"Estamos muy orgullosos de todo lo conseguido", afirmaban al concluir la gala. Lorente ha sido el principal responsable de 'Bunny Cake'. "Para mí es un orgullo que el joven talento de Nola Gras aparezca en escena, que la gente empiece a conocerlo a él y a su talento y que él mismo vea todo lo que vale", recalcó Viñal.

"No hemos ganado el concurso, pero sí este reconocimiento. Estamos muy orgullosos de 'Bunny Cake', la hemos luchado con garras y dientes", reconoció Lorente. "Solo nos queda seguir mejorando durante este año para volver con más fuerza al año que viene".

David Lorente y Álex Viñal reciben el premio en el Concurso Nacional de Tapas de Valladolid.
David Lorente y Álex Viñal reciben el premio en el Concurso Nacional de Tapas de Valladolid.
Nola Gras

'Bunny Cake' es un 'cupcake' elaborado con un tradicional escabechado de conejo que se culmina con un intenso y especiado paté, montado en una tartaleta. La suave textura combina con la crujiente tartaleta que sirve de base.

Aconsejan tomarlo de un solo bocado, para que ambas parte se queden unidas en el paladar. Conforme se degusta, afloran todos los sabores poco a poco. La terminación es un fino polvo dorado.

"Esto acaba de empezar", avisó Lorente. "Seguiremos motivándonos con cada concurso y agradeciendo todo el apoyo recibido durante estos días: a amigos, familia y a mi queridísimo jefe Álex Viñal -mencionó-. Él lo es todo para mí, me lo ha dado todo desde el día uno y por ese y muchos otros motivos hacemos el mejor equipo del mundo".

Bunny Cake, de Nola Gras.
Bunny Cake, de Nola Gras.
Nola Gras

Aragón también estuvo de alguna forma presente en la categoría internacional celebrada también desde el lunes en Valladolid. El premio fue para Ariel Mungía, que el año pasado ya conquistó el primer puesto con su 'Cochino bocado'

Regresó con la misma tapa, un crujiente de carne de cerdo con mayonesa Hoisine, salsa tradicional de Japón a base de curry rojo, uvas pasas, comino, pimienta, orégano y rociada con lechuga licuada. Con esa propuesta sorprendió al jurado del certamen nacional. Este veinteañero de Honduras comenzó su andadura en la Escuela de Hostelería de Guayente, la Escuela de Hostelería de Huesca y el año pasado también obtuvo la beca Le Cordon Bleu.

El chef vallisoletano Teo Rodríguez, del restaurante Trasto, ganó el primer premio del nacional, por delante de la navarra Goiza Isiegas y de Jiale Pan, también representante local del restaurante Jiapan.

Las otras tapas aragonesas

La participación aragonesa también llegó desde Huesca. 'La Jota' fue la propuesta de Ramón Lapuyade, del Hostal Restaurante El Portal. Desde Alcolea de Cinca llegó el sabor en un bocado y también los ritmos más aragoneses porque en la defensa, haciendo gala al nombre de la tapa, no faltaron las jotas. Era una jota "creada de propio" para el certamen, tal y como ha reconocido el chef.

Era un homenaje al folclore en forma de cachirulo, tras el que se escondía un potaje -que también se llama Jota- procedente del recetario de guisos de Ruperto de Nola, datado en el siglo XVI. Lapuyade lo elabora con bledas –acelgas-, perejil tomaras, hierba buena y borrajas. Todo ello, especiado y con ajos. Además incluye "zumo de puerco", conseguido con "las partes menos nobles del cerdo, como la oreja, el morro o la panceta". A la capital vallisoletana acudió con "la ilusión del primer día".

Otra tapa oscense la presentó Iris Jordán, de Restaurante Ansils, de Anciles. En su caso defendió 'Donete de Paloma en Skabetxe de Abeto', es decir, "un bombón de paloma con abeto" que explotaba al llevárselo a la boca. El interior era un escabeche con polvo de abeto y paté de los interiores de la paloma, todo ello cubierto con una mayonesa de tupibambo, que consiguen con un aceite de hojas con un toque cítrico muy curioso. El remate es un solomillo de la pechuga de la paloma, en salazón y ahumado.

El trío de Huesca lo ha completado el Restaurante Aneto, del camping de Benasque, con unas galletas de cebolla con un relleno de rabito de cerdo y panceta cocinada a baja temperatura con 'crème fraîche', lima, menta y un encurtido de pepinillos y melón, obra de Andrea Casado.

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