Gastronomía
Casi 30 años de pasión por las tapas de premio en Zaragoza
El Concurso de Tapas de Zaragoza y Provincia se considera el certamen oficial "más antiguo de España" de este tipo.
"Cedrún nos hizo campeones" esa fue la noticia de portada del 21 de abril de 1994. El Real Zaragoza logró el trofeo ante el Celta en la tanda de penaltis, en un partido "largo e intenso" en el que no faltó la "emoción". Esa victoria deportiva coincidió con un éxito gastronómico en la capital aragonesa: el primer Concurso de Tapas de Zaragoza.
Una combinación de alcachofas decoradas con lonchas de jamón serrano, aceituna y mahonesa sobre rodaja de limón fue el premio de 'tapa aragonesa' en la primera edición. Fue obra de Esther Madorrán, del café París Galerie, quien también se alzó con el primer puesto en la categoría de originalidad. Julio Hernández, del Garito de Emilio, se hizo con el premio San Jorge "por la presentación y calidad general de sus tapas" con una costra de pan frito sobre la que iba lomo al vino tinto, pimiento verde y jamón serrano con un poco de salsa –tal y como recogió HERALDO-.
Ese certamen ya fue organizado por la Asociación de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, como en la actualidad, y se presentaron una veintena de participantes. Ni comparación con más del centenar que participan en esta XVIII edición. La entidad hostelera presume que sea el "concurso Oficial en su género más antiguo de España" y el "evento gastronómico oficial más longevo de la provincia".
Desde la primera edición se presentaron Laura Teresa y Félix Latorre, de Hermanos Teresa. Tras unos años sin participar, en 1998 recibieron el primer premio por una tapa, en ese caso a la originalidad, distinción que repitieron en 1999 y 2000. "En 2003 tuvimos un accésit y en 2004 volvimos a ganar como la más original", recuerdan ambos. "Y en 2008 ganamos a la mejor tapa del concurso", concluyen estos hosteleros -ahora jubilados y que le han cedido el paso a su hijo-, con la delicia crujiente de pato al calvados.
"Supone mucha visibilidad, sobre todo para los establecimientos de barrios como nosotros que somos de San José, y venían de propio a probar nuestras tapas", celebra Teresa, que llegó al sector hace 45 años. "Y como profesional es una motivación tremenda, de inquietud para pensar qué tapa se presenta...", valora Latorre. "Estamos muy agradecidos a la asociación", aplauden, y recomiendan a todos los bares que se apunten. No obstante, recuerdan que el premio da "visibilidad", pero después hay que trabajarlo a diario.
Después de 28 años, todavía conservan tapas del concurso en su barra, que se han convertido en iconos que siguen pidiendo. "La empanadilla de morcilla con salsa de pacharán, tortilla de patata con salsa de pimentón y comino, salmorejo con chipirón relleno y rebozado en su tinta... -enumeran-. Esto es como los toros, que las tapas las retira el público".
“Nosotros sentimos el apoyo del público y estamos agradecidos a la asociación que lo hace posible porque es un buen escaparate”, celebraron en la presentación del concurso de de este años los hermanos Luis Antonio y Javier Carcas, de Casa Pedro, que se alzaron con el premio en las ediciones XVI, XX y XXI. “Este tipo de concursos nos vienen fenomenal”, coincidió Susana Casanova, de La Clandestina, que consiguió el premio en la XXV con ‘Cruz de navajas’, la tapa que le catapultó al primer puesto del Campeonato oficial Hostelería de España de Tapas y Pinchos en el último Madrid Fusión.
