gastronomía

El maratón paralelo: algunos bares del recorrido

El maratón Mann-Filter XVI Maratón de Zaragoza Caixabank recorre 42 kilómetros por las calles y entorno de la ciudad, una opción para hacer un alto y disfrutar de la gastronomía.

Un café en el Matisse Rivera.
Un café en el Matisse Rivera.
Instagram

Este domingo se celebra la Mann-Filter XVI Maratón de Zaragoza Caixabank, una cita deportiva que reunirá a miles de corredores de muchos acentos. También a otros tantos acompañantes y espectadores que acudirán a animar al otro lado de las vallas y cintas.

El recorrido total son 42 kilómetros, que parte desde la plaza del Pilar hasta el mismo punto, donde es la meta. Por algunas calles y avenidas pasa en más de una ocasión, como Don Jaime I, el paseo de la Independencia, el Coso, César Augusto o el puente de Santiago.

Precisamente, los corredores podrán disfrutar de esa y de otras de las postales más icónicas de la ciudad. También de emblemáticos edificios, como el Mercado Central, Santa Engracia, la Casa Solans o los inmuebles del recinto Expo.

Además de pasar junto a monumentos, a lo largo de la cuarentena de kilómetros, los espectadores encontrarán cientos de bares y restaurantes, donde hacer un alto en la mañana dominical y también desde donde disfrutar de la carrera, aunque sea desde cierta distancia.

Una de las terrazas con mejores vistas a la prueba es Matisse Riveracafe, un coqueto establecimiento que se encuentra en la ribera del Ebro, que cuenta con una idílica estampa con la basílica del Pilar al otro lado del río. Cualquiera de sus cafés, zumos, aperitivos o tartas se pueden convertir en un éxito seguro sobre la mesa. Las zancadas pronto regresarán a la margen derecha y un lugar, muy íntimo y con vistas a la torre de la Seo desde otra perspectiva, es la cafetería del Alma Mater Museum, cerca del trayecto, pero lejos de los vítores y gritos del maratón.

La terraza de Matisse Riveracafé
La terraza de Matisse Riveracafé
Matisse

¿Qué tal un helado? En la calle de Don Jaime I –por donde la carrera pasará en dos ocasiones- hay varias heladerías, como la renovada Tortosa, la novedad de Helados Italianos o Helados Italianos Aldo. En pocos minutos la cabeza de carrera llegará a la plaza de Aragón, donde a unos pasos se encuentra Criollo, una cafetería donde encontrar una mesa libre puede ser complicado según el momento del día. Es un buen plan para el domingo por la mañana.

La tienda y cafetería de El Criollo, en la calle de Canfranc
La tienda y cafetería de El Criollo, en la calle de Canfranc, en una imagen de archivo.

Desde la esquina del bar Ibiza, en un local bajo los Escolapios y frente a la Audiencia Provincial, se esperan unas buenas vistas del maratón y más porque pasan hasta en tres ocasiones por la avenida de César Augusto. Del barrio de San Pablo, continuará por el paseo de Echegaray y Caballero y se adentrará en La Almozara, por lo que la churrería La Fama 2 o Simón pueden ser una parada para los más lamineros. Cerca, también está Veltins Arena, una taberna de aires ingleses con una apetitosa carta de bocadillos.

También por la Expo

En el recinto de la Exposición Internacional 2008 también levantan la persiana cada día numerosos bares, que en la mañana de domingo se convierten en un punto de encuentro de paseantes. Muestra de ellos son Hola Coffee, Kuara’s o Luna Nueva Food Music. En medio de vegetación, en la parque del Tío Jorge, está El Jardín de Jorge, un espacio ideal para tomar el último vermú de la semana si el tiempo lo permite.

El Jardín de Jorge, una reforma que da luz al parque.
El Jardín de Jorge, en el parque del Tío Jorge.
P. Berné

El trazado de la carrera regresará a la ribera y de ahí seguirá sus pasos hacia el barrio de Jesús, llegando hasta la zona de La Grillería, un bar del que sus clientes resaltan raciones como el rissoto, la panceta a baja temperatura, el pulpo, la ensalada de burrata, el tataki de ibérico o las gildas.

De regreso a la margen derecha, se podrá hacer una parada en cualquiera de los bares y cafeterías de la calle de San Vicente de Paúl, como Astoria o El Tablón. Y en la zona de la calle de Asalto, muy cerca de donde pasará la carrera, también se podrá tomar algo en Donde Alba o La Tostería. A pocos metros está Casa Baldo, en el paseo de la Mina, también un buen enclave para ver el transcurso del maratón.

Las deportivas de los corredores pisarán sobre el asfalto de la avenida de Cesáreo Alierta, una vía donde los espectadores pueden desayunar o tomar vermú en el Bar Costas, con tapas y tortilla de patata alabada entre sus clientes, y La Brocheta, de la que resaltan los bocadillos y las raciones, entre otros.

Tras pasar por Tenor Fleta y Camino de las Torres, llegará al paseo de Cuéllar –Bar Nerea es uno de los recomendados por los vecinos de la zona- y se adentrará bajo la sombra de la zona del Canal Imperial de Aragón. Allí se ubica el Corazón Verde, un bar en el trazado de esta red fluvial que se convierte en un refugio entre naturaleza, pero sin salir de la ciudad.

Estos solo son una veintena de establecimientos, ya que a lo largo de los 42 kilómetros en los que se despliega el maratón, son cientos los establecimientos que estarán con la persiana arriba el día de la prueba deportiva. Seguro que curiosos y deportistas comparten barra con su clientela habitual.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión