Ruta de torrijas por Zaragoza: con cerveza, petazetas, chocolate y como la leche frita
Algunas de las más diferentes y especiales de Gastropasión se pueden disfrutar en Zaragoza del 1 al 10 de abril.
Gastropasión, la jornada gastronómica de la Semana Santa que organiza Horeca, es un clásico de estas fechas. En esta cita caben menús temáticos, recetas de bacalao, potajes de vigilia y, por supuesto, torrijas.
Hay muchas versiones de esta elaboración, pero para hacerse una idea de las sorprendentes propuestas que se pueden llegar a elaborar, en este reportaje sugerimos una ruta por algunas de las torrijas más llamativas que se presentan en Gastropasión. Pueden disfrutarse del 1 al 10 de abril, así que a por ellas.
1. El Caballo Blanco
En la cafetería El Caballo Blanco (c/ San Miguel, 51), su torrija recibe el nombre nube de abril. En su apariencia no destaca por nada especial. Son sus ingredientes y, especialmente, el pan de Calaceite (Teruel) los que la hacen diferente.
Queda muy esponjosa, sin apenas corteza, lo que hace que en la forma se asemeje a una embarcación. El acompañamiento perfecto es una especie de merengue francés de café que aporta un contrapunto de sabor y textura muy interesante.
2. El Rincón de Sas
El cocinero Daniel Fernández del restaurante El Rincón de Sas (c/ Blasón Aragonés, 6) emplea pan de leche casero para su torrija Sas (apta para celiacos). La remoja en más leche y le da un baño de crema tostada. Posteriormente la hornea con petazetas.
Pero hay más. Va acompañada de un crumble de almendras, sirope con moscatel y esferificaciones de aceite de oliva y azafrán. En fin, una torrija que tiene de todo, muy divertida y cargada de sabores, texturas y temperaturas.
3. La Scala
En el restaurante La Scala (c/ Sanclemente, 4) han apostado por una torrija brioche caramelizada sobre sopa de chocolate negro y espuma de leche merengada. Lo que más sorprende de ella es la combinación de sabores.
Conviene coger con la cuchara los tres ingredientes principales para saborear el punto amargo del chocolate, el dulce del brioche y el toque caramelizado de la espuma merengada. Esta misma torrija, en la carta, se sirve con helado de canela.
4. Contigo Pan y Cebolla
En este restaurante (c/ Peromarta) han apostado por un carrusel de ingredientes para su torrija de brioche, con crema de toffee, macedonia de frutos rojos, helado de nata y teja de chocolate negro. A la mesa sale templada y hay tantas combinaciones posibles de ingredientes que cuesta decidirse por una.
5. La Jamonería
En La Jamonería (c/ Bruno Solano, 16) la del señorito es apta para celiacos. A la hora de presentarla, su propietario, Félix Martínez, rememoró la escena en la que su madre le preguntaba en Semana Santa si quería que preparase torrijas normales o del señorito. “Yo siempre preferí estas últimas”, reconoce.
“En realidad está hecha como si fuera leche frita”, explica. Se elabora con harina de maíz. “Lo prefiero así porque es más suave, delicada y rica que la que se hace con pan duro; de esta forma, además, la puede comer todo el mundo”. Va acompañada de helado artesano de regaliz y el contraste ácido lo aportan los detalles de mango, arándanos, grosella y mora.
6. Líquidos
La cervecería Líquidos (c/ Santa Orosia, 27) ha apostado por incorporar su ingrediente principal, la cerveza, a una torrija. En concreto, va emborrachada en una golden drak belga de estilo barrel wine. Es una de las clásicas de Líquidos, con un sabor bastante dulce y que combina muy bien con los postres.
La receta es la tradicional. Primero se pasa por leche, huevo, se fríe y, finalmente, en lugar de añadir azúcar, se emborracha con el almíbar de la cerveza. A la hora de degustarla tiene un punto entre dulce y amargo, pero apenas empalaga.
