gastronomía
La cocina de Loras crece en María de Huerva
Los menús del fin de semana fusionan las gastronomías mexicana, asiática y española.
Hace casi siete años que el bar Loras abrió sus puertas en María de Huerva. Desde entonces, ha evolucionado mucho y hoy se acerca más a la idea de un restaurante. Se nota en el comedor, reformado recientemente para que quepan más mesas, pero, sobre todo, en la carta y en los menús.
Para Paco Gabarrús y su mujer Rafaela todo empezó vendiendo bocadillos y alrededor de la receta de oreja que obró el milagro de darse a conocer en el pueblo. En la actualidad, la presencia de los bocatas casi es testimonial, pero la oreja sigue siendo una seña de identidad de la casa. Venden alrededor de 25 kilos a la semana y no piensan renunciar a ella, como al huevo gamba o los pimientos rellenos de los vermús del fin de semana.
Sin embargo, fieles a la idea de ofrecer una propuesta gastronómica de calidad aportando toques de modernidad al recetario tradicional, hace unos meses tomaron una decisión interesante. A la mesa, sus propuestas podrían describirse como un paso intermedio entre un menú degustación y uno clásico de primero, segundo y postre. De alguna forma, en Loras se ha rellenado ese hueco.
Además, en lo culinario se abre el foco y se fusionan las cocinas de cercanía con la mexicana o la asiática, ofreciendo un muestrario sorprendente a un precio ajustado.
Un menú tipo de fin de semana (28 euros) puede incluir, como aperitivos, regañá de pan con ventresca de atún casera y tartar de fuet con champiñones sobre lámina de papel de arroz con esferas de ajo negro; de entrantes, brocheta de lagarto de cerdo ibérico estilo yakitoro y quesadillas de pollo al cilantro y salsa hoisyn; continuar con un risotto de setas asiáticas y boletus con trufa y parmesano, para terminar eligiendo entre zarzuela con cigalas y carabineros al Jerez o entrecot de vaca madurada. Y de postre, coulant de chocolate nior o tarta de queso.
En este perfil de cocina se sitúa Loras, realmente sorprendente. Hay mucho nivel en las materias primas, especialmente el fin de semana y, sobre todo, alrededor del pescado y el marisco. El arroz con bogavante es otro clásico que se ha consolidado en este tiempo, para tomar en el local y para llevar. Como la mariscada, el ternasco asado y otros arroces.
Además, a partir de la semana que viene se va a dar un salto más de calidad con la presencia, la noche de los sábados, de un menú maridado (40 euros con el maridaje) en el que, entre otras propuestas, se va a incluir la presencia de ostras y de lasaña de centolla gallega. Lo dicho, mucho donde elegir.
