Gastronomía

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Cinco recetas con castañas para chuparse los dedos y saborear el otoño

Este fruto tan típico de esta época del año puede disfrutarse tanto en elaboraciones dulces como saladas. 

Se aconseja guardarlas bien tapadas y refrigeradas para consumirlas cuanto antes.
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Uno de los mayores placeres del otoño, además del de disfrutar de parajes tan impresionantes en esta época como los bosques aragoneses, es saborear unas castañas recién asadas. Ahora es la temporada idónea para degustar estos frutos que tienen mucha versatilidad en la cocina. Sea cual sea la elaboración escogida, el secreto para triunfar reside en escoger las castañas correctas: es preferible decantarse por aquellas que tengan un color marrón pardo brillante, que no tengan manchas, que sean grandes, que pesen y que no tengan ningún agujero.

Cinco recetas con castañas para chuparse los dedos

  • La más clásica: asadas

    Esta es una de las maneras más tradicionales de disfrutarlas. Antes de asarlas, hay que lavarlas y secarlas. Después, hay que hacerles un corte profundo que atraviese las dos pieles. Si se quieren preparar en el horno, se tienen que colocar las castañas con aire por arriba y abajo en la bandeja más baja a 200 grados. Lo normal es mantenerlas unos 10 minutos por cada parte. También se pueden hacer en el microondas poniendo los frutos en un recipiente con tapa apto para este electrodoméstico durante unos 6-8 minutos a 800 W. 

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  • Para vencer al frío: crema de castañas

    El otoño y la bajada de temperaturas invitan a disfrutar de los platos de cuchara, que sirven para reconfortar al cuerpo del frío propio de esta estación. Así que podemos aprovechar la temporada de castañas para preparar una sabrosa crema. Para ello, hay que cocer durante 20 minutos un kilo de este fruto en una olla con agua y sal. Una vez peladas, ponerlas en un bol donde se vierte 220 mililitros de leche caliente para triturar ambos ingredientes. Después, hay que calentar 90 gramos de mantequilla, añadirlo a la mezcla y seguir triturando. Si se quiere conseguir una crema más ligera, bastará con añadir leche o nata. También se le puede añadir champiñones. 

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  • Como acompañamiento

    En salsa, junto con champiñones y verduritas; como un ingrediente más de un salteado de zanahoria y patatas; como relleno de carnes, berenjenas o lasaña o como única guarnición a un plato de carne. Las posibilidades de este producto son infinitas en la cocina, donde funciona a la perfección como acompañamiento de un sinfín de platos. 

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  • Para dar el toque de sabor: confitura de castañas

    Las confituras se han convertido en un 'must' para aderezar todo tipo de platos, aunque los quesos y las tostadas son dos de sus mejores maridajes. Para elaborar una confitura de castañas, hay que cocer un kilo de estos frutos sin cáscara durante 30 minutos a fuego medio. Cuando estén tiernas, retirar la piel y triturarlas. Después, hay que poner 750 gramos de azúcar en una cazuela con agua y calentar para conseguir un almíbar. Entonces se añade una manzana pelada y rallada, la rama de canela o vainilla y las castañas trituradas. Se remueve y se lleva a ebullición. Después se deja cocer a fuego lento durante 30-45 minutos. Si quedan grumos, se puede volver a triturar. 

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  • Para darse un capricho: en bizcocho

    Casi nadie puede resistirse a un delicioso dulce, menos si se elabora de forma casera. El bizcocho siempre es una buena opción, sobre todo si conseguimos que nos quede esponjoso. En este caso, primero hay que cocer durante media hora 250 gramos de castañas peladas en medio litro de leche a la que previamente le hemos añadido un poco de sal. Después se tritura toda la mezcla y se añade a un bol donde hemos batido seis huevos. A esta masa se le añaden 250 gramos de azúcar y se bate. Después, se incorporan 150 gramos de maizena, una cucharada de levadura y 75 gramos de mantequilla. Por último, se hornea durante unos 45 minutos a 170 grados. 

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