Cómo ahorrar en calefacción sin pasar frío

El desembolso medio anual de cada casa española por este concepto alcanza los 500 euros.

Es importante ahorrar en calefacción, pero sin pasar frío en casa
Es importante ahorrar en calefacción, pero sin pasar frío en casa
Antonio García

En plena ola de frío tras la fuerte irrupción de la borrasca Filomena, que ya ha teñido de blanco media España (incluyendo buena parte de Aragón y a la espera de que lo haga en las próximas horas en Zaragoza capital), el reto de calentar la casa y no golpear fuertemente la economía doméstica llega un año más a nuestras vidas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cifra en una media de 1.000 euros el gasto anual en energía de cada domicilio español. De esa cantidad, la mitad es en calefacción, aunque lógicamente esa cifra varía en función del tipo de alojamiento. 

Medidas caseras para ahorrar en calefacción

Hay una serie de medidas caseras que pueden ayudar a optimizar ese gasto en calefacción; es decir, a no pasar frío y bajar un poco la factura:

  • Bajar el termostato. Un grado de rebaja supone un ahorro del 10% en la factura. No es necesario pasar de los 21 grados.
  • Aislamiento. La construcción juega un papel decisivo en este punto, especialmente en las paredes y suelos con aislante térmico. Las ventanas de cierre hermético o los dobles cristales, que también suponen un aislamiento sonoro, son variables más sencillas de manejar, y cada uno de estos elementos rebaja considerablemente el gasto, pero también se puede ayudar con detalles como levantar las persianas en horas de sol.
  • Buena equipación y mantenimiento. Purgar los radiadores debe ser una costumbre periódica. En el caso de utilizar carbón o gasoil en un edificio de apartamentos, se recomienda investigar las ayudas para el cambio de calderas. También se pueden considerar sistemas novedosos y eficientes como la aerotermia.
  • Paneles reflectantes de calor. Si se colocan tras los equipos, multiplican su efecto y el ahorro es considerable.
  • Programación. Si se dispone de esta facilidad domótica, es aconsejable programar la calefacción poco antes de llegar a casa, para encontrarla ya caldeada pero no excesivamente caliente. Si hay estancias que no usamos -como la típica habitación de invitados- no es necesario que sean calentadas. Se pueden cerrar o apagar los radiadores de estos lugares para evitar el derroche y centrar las energías en las zonas más transitadas.
  • Ventilación. Ahora es más necesaria que nunca, y por lo tanto debe ser un gesto habitual en todas las casas y estancias, pero también poco prolongado cada vez, para no bajar demasiado la temperatura.
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