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Un año del adiós de la SD Huesca a Primera División

Se cumple el primer aniversario de la fatídica tarde en la que un 2-6 con el Valencia supuso el descenso matemático de los azulgranas.

El parón en el fútbol propiciado por la pandemia de la covid-19 está coincidiendo con una serie de efemérides relacionadas con la SD Huesca, desde históricas, como el 60 aniversario, hasta de gran emotividad, como el recuerdo de la primera visita al Santiago Bernabéu. La última en producirse este mismo martes es la del primer aniversario del descenso matemático a Segunda División, el punto y a parte del sueño iniciado con la llegada a la élite que tuvo un duro despertar con el 2-6 frente al Valencia en la antepenúltima jornada, pero que también dejó el recuerdo de la prolongada ovación de la afición de El Alcoraz a un equipo que peleó por la salvación hasta que las fuerzas y los números se lo permitieron.

Los de Francisco se presentaron a la cita tras una racha de seis partidos sin perder que contenía un significativo pero, todos ellos se habían saldado con empate salvo uno, el 2-0 frente al Eibar. Al inicio de la jornada, la que hacía la 36, los azulgranas eran colistas a siete puntos de la salvación. Todos su rivales directos jugaron antes que ellos y prácticamente ningún resultado les fue favorable, incluso se corrió el riesgo de sufrir el descenso antes de que el encuentro arrancase. Solo la victoria era un desenlace válido y, como se reconoció posteriormente, la responsabilidad pesó.

Con Miramón lesionado y Yangel Herrera y Pulido sancionados, tres fueron las caras nuevas en el once respecto al duelo anterior con el Villarreal, Musto y Rivera, en el centro del campo, y Cucho Hernández, en la delantera. También fueron de la partida Santamaría, Ferreiro, como lateral derecho, Etxeita, Mantovani, Galán, Chimy y Gallego. Desde el banquillo entraron Juanpi, Gallar y Melero.

El primer golpe llegó en el primer minuto y al descanso el marcador reflejaba un 0-5. La grada, ejemplar durante todo el encuentro, ya entonó en los primeros 45 minutos el ‘Volveremos otra vez’, el ‘Huesca yo te quiero’ y el ‘Huesca, Huesca’ que continuaría en una segunda mitad más digna en la que Melero y Gallar marcaron para los locales y en un epilogo en el que las lágrimas afloraron en el césped dejando momentos para el recuerdo como la despedida de Chimy Ávila y que sorprendieron a nivel nacional. Rara vez un descenso había sido vivido de una forma así.

Aquella comunión entre afición y plantilla se ha convertido, así se reconoce públicamente, en uno de los mayores activos del club. No en vano, más de uno de los actuales componentes del vestuario han reconocido que fue uno de los motivos que le llevó a firmar por el Huesca en un verano más que complicado con la sombra de la Operación Oikos de por medio.

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