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El Real Zaragoza pone fin a la agonía

El triunfo en Santander certifica la permanencia del equipo en Segunda División, un objetivo tan inesperado en agosto como deseado en las últimas jornadas, al que también se sumó el Huesca en Cartagena.

Fotos | Partido Racing de Santander-Real Zaragoza, jornada 41 de Segunda División
Los jugadores del Zaragoza celebrando uno de los goles
Carlos Gil-Roig

Se acabó -por fin- la agonía. El Real Zaragoza enterró ayer en Santander los innumerables fantasmas que han brotado en las últimas semanas y certificó la salvación en Segunda División. El equipo aragonés, en otra temporada con tres entrenadores, alcanzó en El Sardinero un objetivo tan inesperado en agosto como deseado en las últimas jornadas, donde los constantes malos resultados le situaron en un escenario altamente peligroso.

Todo el zaragocismo apagó la calculadora al unísono con el pitido final del colegiado Galech Apezteguía. Porque las cuentas eran simples. Si el equipo de Víctor Fernández ganaba en Santander, la permanencia era un hecho irrefutable. Y llegó -cómo no- con unas pequeñas dosis de sufrimiento. Pese a adelantarse muy pronto en el marcador con un gol de Iván Azón (minuto 3), el objetivo no estuvo verdaderamente asegurado hasta el 90, cuando Sergi Enrich empujó a la red el balón que certificaba la continuidad del Real Zaragoza en esta vulgar e imprevisible categoría.

La afición estalló en ese instante de júbilo. Tanto (o más) que el propio delantero menorquín, que se ha convertido en cuestión de siete días en el inesperado colaborador necesario de la salvación con sus goles ante los dos Racing de la competición (de Ferrol y de Santander).

La tarde de ayer fue un fiel reflejo de la temporada del Real Zaragoza. Pese a ir por delante en el marcador, pese a tener el objetivo en el bolsillo, nadie estaba tranquilo ni daba el triunfo por seguro. Son las cosas de un equipo inseguro e irregular, que por si fuera poco se jugaba la temporada ante un todavía aspirante al ascenso directo. Quién lo iba a decir cuando, allá por el mes de septiembre, los dos equipos se vieron las caras en la sexta jornada en La Romareda.

Sin saberlo, ahí comenzó el declive de un bloque que ha coqueteado con el descenso a Primera RFEF hasta la última jornada. Sí, la misma plantilla que fue líder tras un meritorio pleno inicial de cinco victorias ha jugado con fuego hasta la conclusión de la temporada regular. Ese empate a uno frente a los cántabros en septiembre significó el punto de partida de un descalabro que casi nadie fue capaz de percibir.

Sobre todo, en las altas esferas de la entidad, donde se ha recurrido a tres técnicos (Fran Escribá, Julio Velázquezy Víctor Fernández) para evitar un descenso que hubiera sido traumático en numerosos ámbitos. Esta última semana de competición, con el intrascendente partido contra el Albacete a la vista, se iniciará un nuevo proyecto. Sin saber qué papel jugará en él Víctor Fernández, lo único seguro es que el Real Zaragoza iniciará en menos de dos meses su duodécima temporada en el infierno de Segunda.

Tres descensos en una tarde

La jornada fue de felicidad en Aragón, donde también la SDHuesca certificó la salvación. Las lágrimas, sin embargo, se hicieron notar en Villarreal, Andorra y Alcorcón, donde los tres conjuntos confirmaron la pérdida de categoría. Para la última jornada queda saber quién será el cuarto equipo que les acompañe a Primera RFEF. Mirandés y Amorebieta, en un partido a todo o nada, se disputarán esa plaza.

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