Gámez: "A nadie escapa que este año tenemos un equipazo"

La ilusión y la confianza son valores que se retroalimentan dentro de los grupos humanos donde los objetivos comunes van cumpliéndose. Es el caso del Real Zaragoza de este inicio de la temporada 23-24, tanto fuera del vestuario, entre la afición principalmente, como dentro de la caseta, entre la propia plantilla. El liderato en solitario del equipo después de haber ganado las tres primeras jornadas de la liga es razón obvia para que este sentir sea generalizado en estas últimas horas de agosto. La rueda de prensa de Fran Gámez de este miércoles es un paradigma del grado de autoestima que está instalado en el equipo que dirige Fran Escribá. 

"Mejor no se puede empezar. Estamos todos muy contentos. La ilusión que tiene la gente por vernos y disfrutar y la que tenemos nosotros por hacer un buen año va creciendo gracias a este buen inicio", comenzó describiendo el saguntino con ese punto de emoción que se transmite desde el grupo de futbolistas. Metafóricamente, los que lo han pasado mal en las últimas campañas, como es el caso de Gámez, se frotan las manos instintivamente al ver que, por fin, parece haberse dado con la tecla del posible éxito. 

El lateral derecho zaragocista no escondió su evaluación positiva respecto de lo que se atisba desde la pretemporada. "Vamos en la buena dirección, eso está claro. Este año se nota que se ha trabajado en verano de otro modo. La mayor parte de los fichajes llegaron pronto. Otras veces, la gente llegaba muy a última hora y eso te condiciona el principio de la temporada", subrayó con visión retrospectiva.

La palabra ascenso sigue siendo tabú en el grupo. Pero se cita sin citar, con subterfugios como "llevar al equipo a donde merece". Gámez tiene claro que algo ha cambiado para bien en la conformación del proyecto 23-24. "A nadie escapa que este año tenemos un equipazo. El entrenador puede poner un 11 inicial y la semana siguiente otro distinto... y no se nota", describió de forma cristalina. Es decir, que la apreciación que hay desde fuera también existe dentro de las cuatro paredes del vestuario del remozado Real Zaragoza. 

El Eldense, un peligro en sí mismo que se debe desactivar

El cuarto partido de la sesión liguera traerá el domingo a La Romareda al CD Eldense, equipo novato y novedoso en el historial zaragocista, recién ascendido al fútbol profesional después de seis décadas ausente. Gámez, como todos los miembros del Real Zaragoza, avisa del peligro intrínseco que tienen los rivales con este perfil. Experiencias desagradables hay en la última década si se rememora lo sucedido con los Llagostera, Reus, Mirandés (en su día), Lugo, Ponferradina, Sevilla Atlético, Barcelona B, RM Castilla, Ibiza, Fuenlabrada...

"Si nos confiamos ante el Eldense lo pasaremos mal. No debemos desviarnos de nuestro camino. Este domingo, como cada día, será un partido difícil. Si nos confiamos, nos estaremos equivocando. Ellos están haciendo las cosas bien, han fichado jugadores expertos y están sorprendiendo a grandes rivales. A nosotros no nos pueden pillar desprevenidos", advirtió el '18' blanquillo con énfasis en su dibujo de situación, perfectamente definido y matizado.

La defensa y el rombo

Respecto del comienzo brillante del liga que ha firmado ya el Real Zaragoza, a expensas de que pueda seguir ampliándose en lo sucesivo, Gámez dejó un par de matices interesantes a tener en cuenta. 

"La seguridad defensiva es algo muy importante para conseguir objetivos grandes", destacó, al hilo de la tesis de Escribá, tal vez su primer mandamiento, incluso superior al de la producción goleadora del equipo. 

Y en relación a las dificultades que están teniendo los dos laterales en los partidos hasta ahora disputados, seguramente la zona más vulnerable del equipo en las fases de ataque de los rivales, Gámez, como sufridor de tal efecto, reconoció lo que sucede. Con el rombo en el centro del campo, los laterales están más desguarnecidos, menos apoyados por delante, las bandas son enteras para ellos. Cuando se conforma la línea medular con extremos, los zagueros viven más cubiertos. 

"Son dos sistemas diferentes. Con el rombo, los laterales tenemos que llegar más a línea de fondo en ataque, tenemos la obligación de darle más profundidad al equipo. Pero creo que, en general, nos estamos encontrando bien, las cosas están saliendo como las venimos preparando hace tiempo, tanto cuando jugamos de una manera como de otra. A mí me da igual uno que otro", dijo Gámez. 

"Si más adelante llegan partidos donde no tengamos tan buenos resultados, tendremos que saber administrar las sensaciones, tener tranquilidad y confiar en el grupo", indicó de cara al futuro.