real zaragoza

Real Zaragoza: cuatro goles a balón parado desde la pretemporada, un eficaz recurso

En plena fase de crecimiento del equipo que dirige Escribá, los tantos en jugadas de estrategia están supliendo la falta de destreza puntual en el juego combinativo.

Jair es felicitado por Aguado y Francho nada más marcar el 0-1 en Tenerife el pasado sábado.
Jair es felicitado por Aguado y Francho nada más marcar el 0-1 en Tenerife el pasado sábado.
Prensa2

Dos goles escriturados por los dos defensas centrales, Francés y Jair, han significado en los dos últimos partidos del Real Zaragoza seis puntos. Ambos anotaron ante el Valladolid y en Tenerife en sendas incorporaciones al área rival en jugadas a balón parado, un córner y una falta lateral, en cada caso. No es cuestión casual ni accidental.

Este Zaragoza líder de finales de agosto emite buenas vibraciones desde la pretemporada. Sobre esto, el acuerdo es unánime dentro y fuera del vestuario desde que se vieron las primeras evoluciones del grupo (aún inconcluso entonces) cuando aún se arracaban en el calendario hojas de julio. Ha recuperado Fran Escribá varios aspectos claves del fútbol que, en el último trieno, anduvieron perdidos en buena medida dentro de las diferentes plantillas que tanto sufrimiento hicieron padecer a la entregada afición aragonesa.

El hormigón armado en las faenas defensivas, algo que ya empezó a cimentar Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ para salvar al equipo del descenso a Segunda B hace tres y dos campañas, respectivamente, se ha convertido en materia de primer orden en el desempeño de los futbolistas en cada partido. La eficacia en los tres primeros partidos de liga es de matrícula de honor: cero tantos encajados.

El inicio de la liga, otorgando a las tres primeras jornadas, las que se disputan en agosto –aún con el mercado de fichajes abierto en medio de un galimatías impropio de una competición seria–, el mismo valor que a cualquier otra de la temporada, también es un logro del actual equipo directivo y ejecutivo. El Zaragoza ha llegado esta vez al principio del torneo, el prematuro 11 de agosto, con unos índices de provisionalidad mínimos. Muy al contrario de los años precedentes. Y esto ha desembocado en un arranque magnífico, con tres victorias en cadena y un liderato que habla por sí solo.

Y, entre otros matices de repercusión positiva más accesorios observados en el fútbol del equipo, sobresale la referida destreza manifestada desde la pretemporada para convertir goles a balón parado, en estrategia, de esos que desatascan partidos enrocados o, como los dos últimos oficiales, sirven para ganar, para lograr victorias cruciales, puntos que son oro molido en una categoría tan exigente.

Pizarra en 6 de los 9 puntos

No está siendo el restaurado Real Zaragoza un equipo de mucha anotación de goles hasta ahora. Eso es manifiesto. El bloque de Escribá genera más ocasiones que sus antecesores en el pasado reciente, amaga más, pero todavía no alcanza un grado de eficacia que se pretende. Ya llegará. Mecanismos y resortes se han puesto a disposición del entrenador para que los porcentajes de puntería en las porterías contrarias aumenten potencialmente en adelante.

Cuando este tipo de rachas sucede durante los 10 meses de una larga liga, por las razones que sea (ahora se trata de hacer que las muchas piezas nuevas fichadas por Juan Carlos Cordero para la zona de tres cuartos de campo en adelante engranen lo mejor posible), el balón parado es un método fundamental para tenerlo siempre a mano en el repertorio. Faltas, córneres, algún penalti, son recursos ancestrales en la historia del balompié que igualan diferencias entre rivales, quedan al alcance de cualquiera y, bien ejecutados, haciendo de ellos especialidad de la casa, se convierten en los equipos que los manejan en armas de máxima rentabilidad.

Francés decantó el triunfo ante el Valladolid al rematar con el pie derecho un balón rechazado en el área pucelana tras un córner sacado por Moya en el minuto 30, hace diez días. El duelo era difícil, estaba atrancado y peligroso ante un rival hasta entonces superior... pero la pizarra otorgó al Zaragoza esa ventaja que supo rentabilizar hasta ganar el envite.

Hace tres días, en Tenerife, fue Jair el que repitió escena. Remató con la zurda una falta lateral centrada por Bermejo en el minuto 66 y, tras el rechace inicial del portero, embocó el 0-1 que fue definitivo. Antes y después de este trallazo clave para adicionar los tres puntos últimos, el equipo de Escribá sufrió para no caer abatido. La pizarra, en un momento de inspiración, volcó de su lado el triunfo.

Antes de los partidos oficiales de liga, en la pretemporada, el equipo ya apuntó maneras al respecto. Moya marcó una falta directa, magistral, en el Pinatar Arena de Murcia ante los franceses del Stade Reims. Y Bakis hizo el gol ante el Millonarios de Bogotá en la presentación del equipo al rematar en dos veces una falta botada por Cortés. Azón no entró en la lista porque falló un penalti ante los galos. El promedio es bueno.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión