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Marcos Luna es la gran novedad en el once del Real Zaragoza

El lateral derecho estrena titularidad en el primer equipo. Regresan al once Zapater y Puche, por lo que Pau Sans sigue en el banquillo.

Marcos Luna, en el entrenamiento del Real Zaragoza en La Romareda.
Guillermo Mestre

El Real Zaragoza se juega mucho esta tarde contra el Burgos en La Romareda. La victoria es necesaria y obligatoria para no quedar ya directamente expuestos a la amenaza de las posiciones de descenso a Primera RFEF. El equipo aragonés presenta la gran novedad de Marcos Luna en el lateral derecho. Seguirá en la suplencia Pau Sans, en un equipo al que acceden también Miguel Puche en la delantera y Alberto Zapater en la medular. Sigue inamovible la pareja de centrales con Jair y Lluis López pese a los tres goles encajados en Málaga el pasado lunes, decisión de Escribá que congela en la suplencia a Francés.

De este modo, el Zaragoza se enfrenta al Burgos con la siguiente alineación: Cristian Álvarez; Luna, Lluís López, Jair Amador, Nieto; Francho, Zapater; Sergio Bermejo, Bebé; Puche y Simeone. En el banquillo, esperarán Ratón, Gámez, Francés, Fuentes, Larrazabal, Vada, Eugeni, Alarcón, Manu Molina, Jaume Grau, Gueye y Pau Sans.

El Burgos, por su parte, llega al encuentro como una de las mejores defensas de la categoría, un equipo que lleva toda la temporada en el vagón de cabeza y que en los últimos meses solo ha perdido contra equipos aspirantes al ascenso: Granada, Eibar, Alavés… Rara vez le encajan más de un gol en los partidos, por lo que siempre, siempre, maneja opciones de puntuar y ganar. Un hueso duro en manos de Julián Calero. Su once para La Romareda lo forman: Caro; Areso, Raúl Navarro, Aitor Córdoba, Goldar, Matos; Mumo; Atienza; Curro, Álex Bermejo y Gaspar Campos. En la reserva aguardarán su turno Dani Barrio, Borja González, Zabaco, Fran García, Valcarce, Artola, Mourad y Juan Hernández. 

El colegiado del partido será el tinerfeño Daniel Jesús Trujillo Suárez. La tarde es severa en La Romareda, con diez grados, pero un cierzo huracano y helador, con rachas de hasta 75 kilómetros por hora que puede condicionar varias de las circunstancias del choque. El césped presenta una mejoría respecto a su estado de hace dos semanas. Se espera la presencia de casi medio centenar de aficionados del Burgos en las gradas.