Bebé marcó su primer gol como zaragocista en su primer partido como zaragocista. Algo que todo futbolista, en especial un delantero, sueña cuando llega nuevo a un equipo. Rara avis en los tiempos que corren, sobre todo en Zaragoza. Un gol excelente que sirvió para que el equipo blanquillo ganase 0-1 en el Estadio Nacional de Andorra en el minuto 92.

De este modo, el veterano punta luso-caboverdiano, de 32 años, recién aterrizado como cedido por el Rayo Vallecano (5º clasificado en estos momentos en la Primera División), se subió a un selecto y reducido vagón en el que solo viajaban seis de los casi 300 jugadores que han militado en el Real Zaragoza en la última década concatenada en Segunda División. Un lugar de escaso aforo a consecuencia de las tinieblas que envuelven al Zaragoza moderno en sus duros años de plata, con un pelotón masivo de futbolistas de poco fuste, escaso rendimiento, mínimo acierto y causantes de decepciones de hondura. 

La excepcional habilidad de Bebé de firmar un gol en su estreno solo ha habían consumado dos delanteros puros: Roger y Luis Suárez. Y cuatro jugadores de la segunda línea de ataque, mediapuntas o centrocampistas/interiores con cierta llegada: Eldin Hadzic, Raúl Guti, Vada y Eugeni. 

Roger, que suena a pleistoceno pese a estar incluido en este periodo del calvario inacabable de Segunda, marcó en el Rico Pérez de Alicante frente al Hércules en el primer partido del Real Zaragoza tras el traumático descenso de Primera, en agosto de 2013. El entonces jovencísimo ariete cedido por el Levante, como Bebé, salió desde el banquillo para firmar el 1-1 definitivo. 

Por su parte, Luis Suárez, el último gran delantero anotador que ha tenido la plantilla, se estrenó en La Romareda hace cuatro temporadas marcando el 1-0 ante el Tenerife, también en la jornada 1 de aquella liga en la que la pandemia abortó probablemente el ascenso directo del equipo a la élite bajo la batuta de Víctor Fernández. Ese día el Zaragoza ganó 2-0.

Entre los que no eran delanteros puros, Eldin Hadzic utilizó el mismo patrón para estrenarse como goleador: fue suplente en el Mini Estadi barcelonista y salió como reserva para marcar el único e inútil gol zaragocista en la goleada lacerante sufrida ante el Barcelona B ese día, 4-1, en los difíciles inicios del segundo curso en Segunda, con Víctor Muñoz al mando de un equipo en obras tras un verano donde se rozó la disolución de la SAD. Era la jornada 3. 

Raúl Guti tuvo un estreno asimismo extraño. Marcó su primer gol como jugador del primer equipo en el debut como profesional en la última jornada de la liga 16-17, en la que el Real Zaragoza dijo adiós a un sufrido año en un insípido e intrascendente partido que perdió 1-2 ante el Tenerife. Guti también salió como suplente, al final, y adornó inútilmente el marcador final con su gol desde el borde del área. 

Vada marcó su primer tanto como blanquillo en su primer rato sobre el césped nada más llegar, en el campo de Santo Domingo de Alcorcón. Sirvió ese gol para ganar 1-2 volteando el marcador en una tarde, ya en la jornada 4, en la que el Real Zaragoza de la campaña 21-22, el de la liga pasada con Juan Ignacio Martínez 'Jim', empezó muy titubeante mientras se cerraba la plantilla el 1 de septiembre (entre otros, con el propio Vada).

El último precedente de un jugador debutante en el Real Zaragoza que se fuese a casa con su primer gol en las alforjas fue Eugeni. El centrocampista fue uno de los fichajes de enero en la liga anterior y se vistió por primera vez como zaragocista en La Romareda ante el Málaga. De penalti, en la segunda parte, igualó el marcador con el 1-1 que sería definitivo desde el punto de penalti.

Bebé ha ocupado el séptimo asiento de este vagón excepcional en la historia reciente del Real Zaragoza. En cualquier caso, pura anécdota, pues todos estos goles y debuts positivos jamás han encontrado una salida feliz para el equipo aragonés, que ahí sigue en su vía crucis fuera de sitio.