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El Molinón, un campo de grandes cosechas para el Real Zaragoza

El equipo aragonés ha ganado en tres de las cinco últimas visitas y, tradicionalmente, desde décadas atrás en Primera División, Gijón es el lugar donde más victorias han logrado los blanquillos exponencialmente. 

Celebración del 1-2 ganador que anotó el año pasado en Gijón Iván Azón en el minuto 97.
Celebración del 1-2 ganador que anotó el año pasado en Gijón Iván Azón en el minuto 97.
Aurelio Flórez/LOF

Visita el Real Zaragoza este domingo El Molinón, estadio gijonés apellidado Enrique Castro 'Quini' desde el reciente fallecimiento del mítico delantero centro asturiano que dio gloria al Sporting, antes llamado Real Gijón (de ahí que los veteranos los conozcan con naturalidad como 'el Gijón'). Es un estadio amable tradicionalmente para los zaragocistas, que por esos intangibles que tiene el fútbol, siempre encontraron ahí un campo de grandes cosechas de puntos. Eso rige ahora mismo, en esta época de 10 años ya en Segunda División, como antes lo hacía durante décadas en Primera. 

De las cinco últimas visitas a este feudo, a orillas del río Piles, en su desembocadura en el Mar Cantábrico, el Real Zaragoza ha ganado en tres. El año pasado por 1-2, triunfo a la épica, con un gol definitivo de Iván Azón en el minuto 96 que rompió el empate que había logrado el cuadro local por medio de Djurdjevic... en el 94 para igualar el tanto inicial de Grau.

Antes, en la 18-19, con Víctor Fernández en el banquillo, también se dio un 1-2, con goles de Álex Muñoz y Raúl Guti, anotanando para los locales también el balcánico Djurdjevic, un ariete con especial querencia a marcar en las porterías blanquillas. Y en la 17-18, en la campaña precedente a esta, el Zaragoza ganó 0-1 con un gol de Delmás a la salida de un córner. Ya en el actual periplo del equipo aragonés en la división de plata, en su primer episodio tras el descenso, el cuadro de Paco Herrera ganó 2-3 en una emocionante matinal de Canal +, con el gol definitivo anotado por Cidoncha en el minuto 90 para firmar una remontada en la que antes anotaron Roger y Montañés

Grau anota con el pecho el 0-1 en el partido que el Real Zaragoza venció por 1-2 en la liga pasada en Gijón.
Grau anota con el pecho el 0-1 en el partido que el Real Zaragoza venció por 1-2 en la liga pasada en Gijón.
Aurelio Flórez/LOF

Esta predisposición al triunfo zaragocista en este terreno de juego, el más viejo en conservarse en el fútbol español respecto de su primer emplazamiento histórico, viene de lejos. En Primera División, con Manolo Jiménez al mando en la liga 11-12, el Zaragoza ganó 1-2 con tantos de Hélder Postiga y Lafita, este en el minuto 89. Hay que retroceder hasta el torneo 97-98 (el Sporting de Gijón estuvo largo tiempo en Segunda en una grave crisis institucional tras años magníficos en la élite) para encontrar otro enfrentamiento... que acabó asimismo con victoria zaragocista, 2-3, con goles de Aragón (2) y Yordi. 

En la 94-95, el éxito llegó con un 1-3 fraguado con tantos de Poyet, Pardeza y Esnáider. Y un año antes, el mismo equipo campeón de Fernández, en los tiempos de Copa del Rey y Recopa, venció 0-3 con tantos de Aragón, Belsué y Franco.

En la 91-92, la victoria fue por 1-2, con goles de Gay y Pardeza, de penalti en el 87. Y siguiendo en la retrocesión del anuario, en la 88-89 se encuentra otro gemelo 1-2, con tantos de Iskrenov y Fraile. Y en la 84-85, los zaragocistas superaron por 0-2 a los gijoneses, con goles de Señor (de penalti) y Maceda, en propia puerta. 

En el inicio del fútbol a todo color, en la 80-81, el Zaragoza de Beenhakker ganó 1-2, con golazos de Pichi Alonso y Valdano. Y un año antes con Villanova ya habían goleado por 1-4, con dianas de Amorrortu, Pichi Alonso, Víctor Muñoz y Valdano. 

La muestra es definitoria de lo que supone El Molinón para el Real Zaragoza. No hay otro lugar semejante. Porque, además, entremedias, en este último casi medio siglo, hay tambien trufados infinidad de empates, a cero, a uno y a dos. No hay otro estadio tan propicio históricamente para las grandes actuaciones zaragocistas. Como se aprecia, además de ganar a menudo, los tanteos han tendido a ser gruesos, amplios, con muchos goles. También con acierto en los minutos finales, con penaltis a favor... Algo digno de estudio. 

Ahora, el Real Zaragoza dubitativo de la 22-23, con Fran Escribá en el timón, está ante la oportunidad de seguir ampliando este historial tan agradable.

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