Las lesiones de Azón y Vada, que desde este martes coinciden en la enfermería de la Ciudad Deportiva en manos de los recuperadores y fisioterapeutas, dejan al Real Zaragoza de Juan Carlos Carcedo sin sus dos goleadores más acreditados actuamente -en los registros de la Segunda División o el fútbol profesional-, entre la inanición de gol vivida el año pasado: ambos, con 7 tantos cada uno, encabezaron el listado de artilleros blanquillos en los 42 partidos de la pasada competición 21-22. 

Es decir, entre el delantero centro Azón y el mediapunta Vada suman en sus credenciales 14 goles de los 31 que, en total, portan en sus pasaportes todos los jugadores de la actual plantilla zaragocista, una cifra escasa de por sí para sostener un plan de éxito en un torneo como el de plata español. A Carcedo le faltan en estos momentos casi la mitad de los pírricos 31 goles avalados con los que ha comenzado la liga en sus primeras jornadas, casi la mitad. Un problema de órdago a la grande. 

Porque, sin Azón ni Vada, ante el Lugo el próximo domingo en La Romareda (21.00), el entrenador blanquillo, en principio, podría pensar en alinear a los autores de los otros 17 goles de todo el curso pasado, número que grita con miles de decibelios el calado del problema. Pero es que tampoco va a ser así. Bermejo, con 3 tantos, es el siguiente 'goleador' del año pasado que sigue en plantilla. Pero con 2 dianas en el balance precedente, habrá que ver si ante los gallegos sigue Narváez, que está pendiente de su salida, y es seguro que en la jornada pasada en Cartagena. Francho, que también anoto 2, es otra de las armas ligeras vigentes. 

Y, el resto, salieron el curso precedente a un simple gol por futbolista: Petrovic (otro que quizá no llegue como zaragocista al domingo), Eugeni, Francés, Jair y Puche. Hay que incluir, para que salgan las cuentas, al fichaje de este verano Mollejo, que trae 3 goles como presentación de su paso por el Tenerife. 

No marcó Molina, otro de los fichajes, en el estreno del Ibiza en Segunda el curso pasado. Y sí lo hizo Simeone, hasta en 25 veces, pero en el Atlético de Madrid B en Tercera RFEF, la 5ª categoría del fútbol español, no en el ámbito de élite, en la que está debutando sin saberse a ciencia cierta cuál será su cambio de divisa respecto de esos goles firmados en otra órbita tan distinta y distante. 

A expensas de el o los fichajes que puedan incorporarse en las últimas horas del mercado estival (acaba en la medianoche del jueves 1 de septiembre), Carcedo está cautivo de esta evidente circunstancia. Si ya era insuficiente la referencia histórica de 31 goles anotados por toda la actual plantilla zaragocista el año pasado en el fútbol profesional, verla recortada en 14 unidades por lesión, en 2 por expulsión y, quizá, en 4 más por cambios postreros en la plantilla, supondría dejarla en solo 11. Álgebra pura, ciencia exacta que, en el mundo del fútbol, se puede discutir a base de rendimientos inesperados y súbitos que hagan superar las premisas o antecedentes. Este es el único asidero que surge de este inconveniente a estas alturas de agosto/septiembre.