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Carcedo necesita incorporar mucho gol para su proyecto en el Real Zaragoza

Las credenciales anotadoras de la plantilla aconsejan fichar en el mercado piezas de garantías para reparar el gran defecto del equipo, reiterado en los dos últimos años.

Real Zaragoza-RZD Aragón, primer partido de pretemporada
Real Zaragoza-RZD Aragón, primer partido de pretemporada
Daniel Marzo

El partido CD Teruel-Real Zaragoza del pasado miércoles ha podido ser el más útil de los que se vayan a jugar este verano en pretemporada por parte zaragocista. El 0-0 final y la escasez de recursos ofensivos que manifestó el equipo de Juan Carlos Carcedo, con pasajes gemelos a los vividos el año pasado bajo la batuta de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ y también semejantes a los de hace dos campañas con Rubén Baraja, Iván Martínez y el propio Jim, puso en primer plano de atención el defecto principal que arrastra el Real Zaragoza desde hace tres campañas: la falta de gol y las dificultades para generarlo.

Carcedo ya avisó el sábado anterior en Lérida (tras ganar 1-3 singularmente) de que los 39 goles que marcó el Zaragoza el año pasado en toda la liga –42 partidos– no son de recibo para un equipo aspirante a algo bueno en Segunda División. Y, de soslayo, pidió en voz alta «mejorar ese aspecto todo lo que podamos».

La mejoría ha de venir de fuera, principalmente. Es decir, a través de las incorporaciones. El Real Zaragoza ha de adquirir gol en el mercado. Es su misión suprema. En su plantilla actual tiene lo que tiene, como evidencian las credeciales anotadoras de los futbolistas que la componen y que, en más del 75% de ella, ya estaban tanto en el curso anterior, el 21-22, como en el precedente, 20-21. Y, por más que se les pida un paso adelante a todos ellos en la crucial faceta goleadora, ese valor, esa suerte superlativa del fútbol, difícilmente se gana entrenando o con el estudio de la teoría. Es de origen genético, es un arte de habilidad personal e intransferible, de idiosincrasia innata de cada individuo. O se tiene, o no se tiene. Y no hay cursillos o másteres en donde añadirlo al valor futbolístico de un jugador a base de créditos.

Datos Estadísticos
Datos Estadísticos
H. A.

Cifras que advierten del riesgo

Actualmente, Carcedo tiene acreditados 31 goles en su plantilla, si se computan los anotados por sus futbolistas en el fútbol profesional en la campaña anterior. Son los siete de Azón y Vada; los tres de Bermejo; los dos de Narváez, Francho y Grau; y las unidades que firmaron Petrovic, Eugeni, Francés, Jair y Puche. Esos son 28, más los tres que trae Mollejo de su paso por el Tenerife. Porque Molina no hizo ninguno en Ibiza y los 25 que relucen en las alforjas de Simeone... los logró en Tercera RFEF, la quinta división. Se necesitaría un transformador de valor que no existe en el mercado para saber a cuántos equivalen en Segunda División. Eso está por ver.

Si alguien puede pensar que quizá esta deficiente producción goleadora se debió a un accidente o a un mal año circunstancial, echar un vistazo a lo sucedido una temporada antes desnuda la realidad. Con parecidos sujetos protagonistas, aquel Zaragoza de Baraja-Iván-Jim apenas marcó 31 goles reales en 42 partidos. Ocho menos. Porque, aunque en las clasificaciones aparecen 37, tres se sumaron en los despachos por el caso Alcorcón y otros tres los marcaron el propia puerta los rivales.

De esos pírricos 31, la plantilla actual (heredada en una amplia gama de jugadores de aquella época aún de Lalo Arantegui y completada en año y medio por el vigente director deportivo, Miguel Torrecilla) aún mantiene 18 de aquellos tantos: nueve de Narváez; tres de Azón; y, uno cada uno, Bermejo, Francho, Chavarría, Jair, Vigaray y Cristian Álvarez (sí, el portero).

Los históricos de la liga cifran entre un mínimo de 50 y una media de 55 a 70 los goles que marcan los equipos de cabeza. La comparativa es sencilla de ejecutar. La carencia del Real Zaragoza, hoy, está mensurada. Y no es casual.

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