De todas las operaciones pendientes con las que ha llegado el Real Zaragoza a las cuatro últimas fechas del mercado estival de fichajes en este verano del 22, la posible venta y traspaso de Pep Chavarría, el lateral izquierdo blanquillo, es la que más peso específico ha adquirido durante la jornada de este lunes, 29 de agosto. Es crucial fichar un delantero centro goleador de rendimiento inmediato, pero la salida de Chavarría, por ser generadora de dinero y variable decisiva en la ecuación del techo salarial final de la SAD para su plantilla profesional, tiene cierta preponderancia a tres días de la conclusión de esta fase decisiva de la temporada. 

Después de un largo fin de semana de contactos con el Rayo Vallecano -club que ha mostrado en firme su deseo de contratar al zurdo zaragocista- y de conocer que hay otras opciones en las que el jugador catalán podría irse dejando 'cash' en caja para abrir puertas a otros fichajes, el Real Zaragoza ha establecido la cota de los 4 millones de euros como mínimo para sentarse a tratar cualquier transacción con Chavarría como sujeto protagonista. El futbolista tiene una cláusula de rescisión de su contrato fijada en 10 millones. Una cantidad que se estima está fuera de valor de mercado real y que nadie va a pagar. Pero el club aragonés sí que cree razonable solicitar entre 4 y 5 millones, con distintos clausulados de los habituales en el fútbol actual. Solo así será posible que el de Olot abandone el Real Zaragoza para mejorar su estatus y jugar en una categoría superior, como es su deseo si se dan las circunstancias favorables. 

A media tarde de este lunes (el plazo de fichajes acabará en la medianoche del jueves) nadie ha ofrecido al Real Zaragoza esa cantidad, ni siquiera la mitad. Por lo tanto, salvo un cambio importante en el contenido de las conversaciones, el traspaso de Chavarría, siendo posible, está lejos de tomar forma. La evolución de las próximas 72 horas, imprevisible, marcará el destino del futbolista gerundense y, de la mano, también repercutirá en el formato del cierre del mercado del Real Zaragoza. Si Chavarría se marchase finalmente, Raúl Sanllehí y Miguel Torrecilla, director general y director deportivo, respectivamente, tendrían que contratar súbitamente un lateral izquierdo que lo sustituyese en la plantilla.