Nace ya la semana en la que el Real Zaragoza toma vuelo rumbo a la temporada 22-23, camino de la ansiada y necesaria modificación de las coordenadas del día a día de la SAD. Esta es la semana en la que los motores de la entidad van a empezar a coger revoluciones y velocidad tras el necesario y lógico periodo de pausa acontecido al acabar la pasada liga (en San Sebastián, el 27 de mayo) y, sobre todo, tras afrontarse el cambio de accionariado mayoritario en la sociedad.

El punto clave tendrá lugar el lunes que viene, día 27 del presente junio, con la perentoria Junta Extraordinaria de Accionistas en la que se consumará de facto el cambio de propiedad. Y, de este modo, quedará consolidada oficialmente la modificación del consejo de administración, se establecerán ya en tiempo y forma las novaciones dinerarias y del ámbito financiero dentro del club y, por ende, La Liga tendrá en su mano el nuevo pasaporte del Real Zaragoza con el que poder otorgarle, al céntimo y en firme, su nuevo techo salarial para la plantilla y su cauce presupuestario global.

Estos siete días próximos van a ser los de la preparación integral de esta histórica junta de accionistas, que está programada a las 10.30 de la mañana en la Cámara de Comercio de Zaragoza, antigua Feria de Muestras, junto a La Romareda. El eje de todo lo que suceda durante el resto del verano derivará de esta cita.

Atrás quedan algo más de tres semanas de ralentí, de sensación de pocas pulsaciones, algo natural y, en buena medida, previsto en el seno de la SAD. Del modo con el que se han desarrollado los acontecimientos, se sabe desde hace un mes que la frontera de la actividad profunda la marca ese 27 de junio y la culminación del proceso legal de compraventa. Un tiempo en el que, con cuentagotas, se han ido presentando, en el apartado ejecutivo, el nuevo presidente, el estadounidense Jorge Mas Santos; también alguno de los consejeros, como el colombiano Gustavo Serpa (acompañó a Mas en Zaragoza el día de la firma notarial de la venta de acciones, el 24 de mayo); asimismo, el director general Raúl Sanllehí. Y, en lo referente al apartado deportivo, apenas ha cuajado un único movimiento de llegada, la del nuevo entrenador, Juan Carlos Carcedo.

Calendario y movimientos

Esta semana trae en sus alforjas el conocimiento ya del calendario del torneo liguero venidero. En la tarde del jueves, día 23, el Real Zaragoza será sabedor de las 42 estaciones, en forma de partidos, de la próxima temporada en Segunda, la décima consecutiva y que tratará de que sea la última. Un momento siempre referencial en el tramo que une una liga con otra y que, inevitablemente, ejerce de cambio de chip hacia lo nuevo y rompe del todo con lo pasado.

Paralelamente, el club hará público el cierre de la pretemporada, de la que se saben sus inicios y primeros partidos preparatorios (los de menos exigencia, ante Aragón, Lleida y Teruel), junto con la concentración pirenaica en Boltaña (Huesca), pero a la que le falta el importante apéndice de los amistosos ante rivales profesionales que, ya está concretado, tendrán lugar en otra breve estadía en Marbella (Málaga), además del colofón del Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra en La Romareda.

Y también se da por descontado que desde las oficinas del club y los despachos de la Ciudad Deportiva van a surgir las primeras noticias concretas sobre alguna rescisión de contrato de las estudiadas, alguna cesión cerrada de entre las previstas y, si es posible, la firma del primer fichaje para reforzar la plantilla.

Carcedo dejó claro en su primer contacto con la prensa zaragozana el pasado jueves que, de los más de 30 futbolistas con contrato profesional que hay en la actual caseta, le sobran como mínimo cinco o seis antes de ir a Boltaña el 15 de julio. Esa es la primera tarea del área deportiva que sigue dirigiendo el renovado Miguel Torrecilla, bajo la supervisión global de Sanllehí. Llegan ya los días de noticias sustanciadas.