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Amorebieta: el peligro del huésped debutante para el Real Zaragoza

En los últimos 9 años en Segunda División el equipo zaragocista solo ha ganado a siete de sus 17 nuevos rivales en La Romareda.

Francho, rodeado de rivales de la Real Sociedad B, el último rival debutante que pisó La Romareda.
Francho, rodeado de rivales de la Real Sociedad B, el último rival debutante que pisó La Romareda.
Toni Galán

Llega dentro de poco más de 72 horas la SD Amorebieta a La Romareda y lo hace por primera vez en la historia. Nunca antes este equipo vizcaíno había coincidido con el Real Zaragoza, ni en liga ni, en su caso, tampoco en la Copa. Será, por lo tanto, un partido inédito en 90 años de vida de la entidad. Una rareza.

El Amorebieta acude a Zaragoza como penúltimo clasificado (21º), con solo 27 puntos y con serios apuros ya para conservar la categoría a falta de 10 jornadas para el final del torneo. Su grado de necesidad es máximo, pues tiene un déficit sobre la línea de salvación de nueve puntos. Pero, más allá de este perfil de adversario desesperado, que saldrá a morir al césped de La Romareda porque su situación es de gravedad extrema (circunstancia que pasa cada año alguna vez cuando llegan estas fechas), el cuadro vasco cuenta con otro detalle en su pasaporte de húesped que lo hace peligroso en el estadio municipal: su condición de novato, de debutante.

Y es que la historia reciente avisa de que este tipo de contrincantes suele atragantársele al Real Zaragoza. Históricamente, todo lo que no destile aromas de clásico, de tradicional, de partido con solera, genera un aura anómala en el ambiente cuando un equipo nuevo viene a enfrentarse al cuadro zaragocista, especialmente fuera de la Primera División, su hábitat natural hace nueve años alejado del día a día para desgracia general de la afición blanquilla.

 Es como si faltaran alicientes, como si ese partido careciera del pedigrí necesario, como si por el propio nombre se entendiera que la victoria está lacrada y escriturada a favor del Real Zaragoza por simples credenciales. El paso de estos nueve años seguidos en Segunda, que han introducido al zaragocismo en terrenos de mayor asunción de su nuevo rol en el fútbol español hasta que se logren establecer nuevas coordenadas de navegación de nuevo en la élite (algún día será), no acaba de transformarse en la debida humildad y naturalidad cuando un rival se estrena en La Romareda, como va a ser el caso del Amorebieta. Y conviene seguir insistiendo en esa necesidad de talante más modesto, rebajando los niveles de orgullo que, mal medidos, son contraproducentes.

Antecedentes que alertan

De hecho, han sido 17 los equipos que han debutado en La Romareda en este largo periodo de nueve años seguidos en Segunda –el Amorebieta va a ser el 18º desde el último descenso en 2013– y ha habido más patinazos que triunfos del cuadro zaragozano.

En este curso, ya pasaron dos rivales de este rango por el coliseo zaragozano... y a ninguno derrotaron los de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’. El Ibiza empató 0-0 y la Real Sociedad B lo hizo 1-1. El año pasado vino con el mismo grado de modestia el Cartagena, y sacó una igualada, 0-0. Hace dos campañas, fue el Fuenlabrada el que pisó por primera vez La Romareda, y también se llevó un 0-0.

Es decir, hay que irse hasta la liga 18-19 para encontrar un triunfo zaragocista ante un novato aquí. Fueron dos los superados, ambos por 2-1: el Rayo Majadahonda y el Extremadura UD. La temporada anterior, el Lorca FC (asesorado curiosamente por Jim) cayó también por 3-1. En la liga 16-17, el Zaragoza pudo por 3-1 ante el fugaz UCAM Murcia, pero resbaló ante el Reus (2-2). En la 15-16, el Bilbao Athletic fue derrotado por 2-0, pero un año antes, otros filiales como él se estrenaron en La Romareda con victorias sonoras por 0-2, tanto el RM Castilla como el Barcelona B. En ese mismo torneo, hace ya siete años, el Llagostera –de tan infaustos recuerdos– pisó por primera vez el campo zaragozano y tampoco pudo ser doblegado por aquel equipo blanquillo: el duelo acabó 2-2.

Y en la primera temporada tras bajar de Primera, el Zaragoza afrontó su nueva era en Segunda con cuatro rivales inéditos en La Romareda. Con dos falló y con los otros dos sí pudo. El Mirandés, en su primera visita, se llevó un 0-0 que dejó peor, poco después, el Lugo, pues los gallegos ganaron 0-1. A los dos que sí pudo ganar el cuadro blanquillo fueron la Ponferradina (2-1) y el Alcorcón (3-1).

Los números no engañan

Hay un aura alrededor de los adversarios que se estrenan en La Romareda que aconseja prudencia al Real Zaragoza. En esta década última, solo ha sumado el 54% de los puntos dirimidos ante ellos como local. En 17 partidos de estas características, únicamente asoman siete victorias blanquillas por diez patinazos (siete empates y tres derrotas). La moraleja sale sola: solo con la camiseta y el escudo no se gana a nadie. El Amorebieta, como sus predecesores, merece tratamiento de usted. La soberbia es un pecado capital.

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