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Pichu Atienza: "Nos enfrentamos a algo que jamás nadie hemos vivido"

El defensa del Real Zaragoza repasa las vivencias del vestuario en lo que ya se siente como antesala del retorno de la competición. El veterano jugador ve el futuro con ilusión y optimismo.

Pichu Atienza se ejercita ante el preparador físico Javier Chocarro.
Pichu Atienza se ejercita ante el preparador físico Javier Chocarro.
Tino Gil/Real Zaragoza

Dentro de 20 días el balón puede estar ya rodando de nuevo en la liga. Después de lo pasado, esto es un estímulo.

Y muy grande. Hace dos meses todo pintaba bastante feo. Ahora, tras un par de semanas entrenando, aunque sea bajo mínimos, el hecho de que aparezca la fecha del 11 de junio para reanudar el fútbol ilusiona y aumenta las ganas de volver a competir.

Estos primeros entrenamientos no son de calidad. Individualizados y por grupos no sirven todavía a un equipo para retomar las rutinas.

Sí, hay prisa ya por que nos podamos juntar todos. No es lo mismo entrenar como lo hacemos, solos o con unos pocos compañeros, que todo el equipo. Este deporte es de campo grande, de once contra once. Se pueden hacer ejercicios, adaptar simulacros con menos gente, pero después de dos meses y medio largos de parón, hay muchas ganas en el grupo de volver a hacer fútbol de verdad. Es incluso muy necesario ya.

Van a ser 11 partidos en seis semanas. Una mini liga dispar después de tres meses de colapso. ¿Cuánto de moneda al aire tiene?

No sé si es una moneda al aire, pero algo de eso sí tiene. Cada equipo, cuando volvamos, tiene ahí su trabajo hecho durante los 31 partidos. La clasificación responde a lo que hemos hecho antes durante el año. Y no han cambiado los jugadores, ni las ideas de los entrenadores. Por este lado, yo creo que debe haber cierta continuidad. Pero es verdad que hay cosas que no podemos pronosticar, las cuestiones físicas, las mentales. Venimos de dos meses en casa, con la vida parada totalmente. Y eso deja secuelas, que veremos según pasen los días. Además, lo de jugar sin público… va a ser muy diferente a lo que conocemos. No tenemos tiempo ni para las excusas.

El Real Zaragoza era y es el único invicto en la segunda vuelta, con dinámica de liderazgo absoluta.

Yo confío en que seamos capaces de recuperar cuanto antes ese curso de las cosas y logremos repetirlo en adelante. Somos los mismos futbolistas. Hemos de intentarlo. Éramos el mejor equipo de la categoría cuando esto se detuvo y tenemos que aspirar a volver a serlo.

¿Ha jugado alguna vez en su carrera un partido oficial a puerta cerrada?

No. Nunca. No me tocó una sanción a uno de mis clubes ni a un rival determinado. Va a ser muy raro para mí. Voy a debutar a los 30 años en partidos sin público.

Imagino que algún rato de la Bundesliga ha visto en las dos últimas semanas.

Sí, la he seguido con atención en varios partidos. Y la conclusión que saco es que el fútbol así es muy triste. Pero muy triste. Lo que transmite normalmente el fútbol, que es la pasión de los graderíos, esas previas de los partidos en el contacto con tu afición, el contacto humano con los jugadores de los otros equipos, en los banquillos… eso ha desaparecido en Alemania y se repetirá aquí. Es tremendamente frío. A mí me da mucha tristeza ver el fútbol de esta manera.

Solo tres victorias locales en dos jornadas en Alemania. El factor campo se disuelve.

Es que es algo natural. Aunque algo puedas llegar a sentir por el hecho de jugar en tu campo, aunque sea sin un solo espectador, es obvio que se derrumba la presión, el apoyo de tu gente que, en el caso del Real Zaragoza, es de más de 30.000 personas. Jugar así rompe con el factor cancha, como se ve.

En la Bundesliga se están viendo partidos con muchos goles, donde predomina la blandura defensiva, la falta de fuelle en las últimas medias horas.

Se trata de una consecuencia del problema físico que vamos a tener todos los futbolistas, todos los equipos. Llevamos mucho tiempo parados, no vamos a tener los necesarios amistosos de cada pretemporada, nos vamos a jugar 90 minutos claves cada cuatro días a suerte o verdad. Algunos de los goles que he visto en Alemania, es verdad, son fruto de que la gente no está con velocidad, le falta chispa para llegar bien a los últimos minutos. Y, cuando te falta fuelle, se cometen errores que se notan mucho más en las marcas, en el cierre de los defensores. Por eso está sucediendo este efecto visual en la Bundesliga que deja más al descubierto a las defensas.

Son síntomas propios de nuestros partidos clásicos de pretemporada, esos bolos preparatorios con muchos cambios (ahora hay cinco previstos).

A mí me parece que tienen mucho de eso. Yo pronostico partidos muy planos cuando no haya mucho en juego. Y, por el contrario, duelos muy locos e imprevisibles cuando los equipos se jueguen la vida o algo crucial. Mucha ida y vuelta, poco control. Además, el calor aumentará las mermas físicas que habrá con total seguridad porque, no olvidemos, jugaremos cada tres o cuatro días.

Parece imposible que alguien de ustedes pueda jugar 90 minutos en las 11 jornadas comprimidas en mes y medio.

Será complicado que haya uno que lo logre. A ese, si existe, habría que ponerle una medalla cuando acabe esto. Insisto en que venimos de dos meses parados, sin ritmo de fútbol ni fondo físico. En el vestuario comentamos hace días que nos enfrentamos a algo que jamás nadie hemos vivido. Y no sabemos cómo va a reaccionar nuestro cuerpo ante lo que viene. Igual sale todo bien y quedamos muy contentos... pero a nadie podría extrañar que surgieran problemas imprevisibles ahora.

Empezar en puesto de ascenso directo y con 5 puntos de colchón sobre los perseguidores más próximos es un acicate para que el Real Zaragoza arranque bien el último tramo.

Si fuésemos capaces de ganar los dos primeros partidos (Alcorcón y Lugo), o ganar uno y empatar otro, nos daría mucho empuje moral desde la incertidumbre con la que partimos todos. En importantísimo lograr ese sostén anímico que nos devuelva a lo que sentíamos cuando la liga se paró. Si no solo mantenemos nuestra ventaja sino que, de entrada, ya la aumentamos, la presión para los otros será enorme y nosotros nos vendremos arriba. Esto es lo ideal. Tener un buen comienzo en algo tan corto es fundamental. Es como un Mundial o una Eurocopa. Caben pocos errores para lograr el éxito.

El apartado de las lesiones es otra variable insondable del azar.

Cualquier lesión a partir de la segunda semana significará que ese futbolista ya no juega más. Por eso vamos todos con máximo cuidado estos días. Lo que le pasó a Eguaras el primer día fue un aviso: venimos de una parálisis que es lo peor para los deportistas. Dos meses sin correr, sin tocar el balón, matan a un futbolista. Haciendo bici o elíptica durante 60 días pierdes tu base y el impacto al correr después ya no es el mismo. Creo que lo estamos haciendo bastante bien estos días. Los percances son los mínimos posibles.

¿El miedo al contagio va atenuándose día a día?

Al principio no voy a negar que tuve pánico, miedo a salir a comprar, a tocar cualquier cosa... todo parecía una odisea. Pero, hoy, la cosa está más calmada. Con los test, viendo que todos estamos bien, yo me siento más tranquilo. Se agradece después de lo sufrido.

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