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Se juega el partido de la gripe

El Real Zaragoza recibe este martes al Sporting de Gijón en La Romareda cuatro días después del aplazamiento inicial de la cita. El equipo aragonés ocupará a la 3ª plaza en caso de ganar a un rival convaleciente

Luis Suárez, en primer término, en el entrenamiento vespertino de este lunes, día de Reyes. Detrás, Nieto, Guti y Clemente.
Luis Suárez, en primer término, en el entrenamiento vespertino de este lunes, día de Reyes. Detrás, Nieto, Guti y Clemente.
Toni Galán

No hubo fútbol el pasado viernes en La Romareda, según lo programado, a causa de la gripe que adujo el Sporting de Gijón en varios de sus futbolistas para suspender el partido, pero sí lo habrá esta noche, en una fecha en la que lo suyo sería que los focos estuviesen apagados bajo el frío invernal. El Real Zaragoza afronta hoy, por fin, el duelo ante los asturianos, con cuatro días de diferido. En vez de abrir la 22ª jornada, como hubiera ocurrido el día 3, el choque entre zaragocistas y gijoneses la va a cerrar.

La Federación no quiso que el partido se perdiera en el limbo de una competición reñida al máximo, sine díe porque el Zaragoza aún sigue vivo en la Copa del Rey y eso impedía disputarlo pronto con seguridad. Y por eso lo ubicó pegado al fin de semana, el primero del año natural 2020, en el que ha dado inicio la segunda vuelta del torneo de Segunda División. El cuadro aragonés, mellado de inicio por la enfermedad de los visitantes, circunstancia anómala que le hizo cambiar el paso y le trajo a la mente el serio perjuicio sufrido en septiembre por un hecho similar provocado entonces por el Fuenlabrada (gastroenteritis masiva mediante), vio de algún modo reparado el daño por la rápida intervención del Comité de Competición, que hizo caso a su sugerencia de jugar ya, cuanto antes, en este gélido 7 de enero.

No ha gustado tanto la decisión en Gijón. El Sporting, que estrena entrenador en la figura del serbio Miroslav Djukic tras el despido de José Alberto López el 22 de diciembre, antes del parón navideño, ha tenido que repetir viaje a Zaragoza por segunda vez en 96 horas. Y, según insisten en el club astur, con la gripe aún pegando fuerte a varios jugadores de su plantilla. Los médicos de la entidad rojiblanca avisaron anteayer que es imposible que los afectados, una decena de los presentes hoy en La Romareda, estén más allá del 70 por cien físicamente tras los episodios de fiebre vividos en los últimos días.

En este atípico envoltorio, marcado inevitablemente por los avatares del Sporting con el paracetamol y el ibuprofeno, se va a dirimir este duelo de viejos integrantes de la élite del fútbol español, hoy en momentos de vacas flacas en su historia. El Real Zaragoza, con el suelo más firme, aspirando a ocupar la 3ª posición en la tabla en caso de victoria. Y los de Gijón, apurados en la 15ª plaza, con los puestos de descenso acechándoles, y en medio de una evidente crisis de resultados y de identidad que ha provocado el cambio de cuerpo técnico a mitad del camino.

Se da otra peculiaridad llamativa en la previa de este enfrentamiento: la nueva moda del calendario asimétrico, estrenada el año pasado y que hace que la segunda vuelta no siga el mismo orden que la primera, trae prematuramente al Sporting a La Romareda cuando aún está viva la cicatriz que dejó en el vestuario blanquillo el 4-0 encajado en El Molinón hace tan solo dos meses y 13 días, el 27 de octubre. Aquella tarde, a orillas del Cantábrico, los de Víctor parecieron irse por el sumidero de la liga en plena depresión, bajo los efectos de la pérdida de Dwamena, la espiral de lesiones y una dinámica de resultados que asustó a todo el mundo. De aquella goleada recibida en Gijón también hay un punto de ganas de revancha en la caseta zaragocista.

Víctor Fernández sentirá hoy en la banda, al inicio del duelo, unas sensaciones largamente esperadas al poder recuperar, de una tacada, a tres baluartes en su sistema de retaguardia montado en el verano pasado con el fin de aliviar la vieja sangría de goles encajados: retornan tras diferentes lesiones Cristian Álvarez, Vigaray y Atienza. Asimismo –y de rebote– Víctor va a poder alinear al goleador Luis Suárez, que el pasado viernes iba a ser baja segura por una contractura muscular que lo tuvo KO cinco días desde el regreso vacacional el lunes 30 de diciembre. El colombiano, muy ajustado en plazos, parece que ha reparado su daño a tiempo. Es, en este caso, un claro beneficio para los zaragocistas del aplazamiento del partido por parte gijonesa.

Por otra parte, el Real Zaragoza arrastra hoy dos bajas por sanción disciplinaria: Guitián y Delmás, que fueron expulsados con tarjetas rojas directas en el mal partido que puso punto final a 2019, en El Alcoraz de Huesca, con derrota por 2-1 de los de Fernández, abolladura que también necesita hoy de un arreglo de chapa y pintura de cara a la afición blanquilla.

Víctor anunció cambios ayer en su rueda de prensa. No solo en la línea de atrás, con las consabidas vueltas del portero, Cristian Álvarez, y los zagueros Vigaray y Atienza. También aseguró modificaciones de medio campo hacia arriba. El retorno de Igbekeme y un dibujo 4-4-2 asoman como novedades respecto de lo visto en los últimos días de diciembre.

Hoy, 24 días después del último choque ante el Racing de Santander, vuelve el fútbol a La Romareda. Ganas hay tras casi un mes.

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