tercera división

El extraño caso del Robres: puede ganar la liga y descender de categoría

El equipo monegrino, filial del Ebro, lidera la clasificación de Tercera a sabiendas de que no podrá ascender. Es más, si los de La Almozara bajan, ellos también lo harán. 

El Robres celebra la victoria conseguida sobre La Almunia.
El Robres celebra la victoria conseguida sobre La Almunia.
Heraldo

Lo del Robres es excepcional. El pueblo más pequeño de cuantos militan en Tercera División lidera el grupo aragonés. Y lo hace a sabiendas de que no ascenderá si queda campeón. Sin saber, ni siquiera, si podrá mantener la categoría al final de una temporada que encierra muchos condicionantes.

El cuadro oscense es filial del CD Ebro (Segunda RFEF) y esto implica que siempre deba permanecer un escalón por debajo de los de La Almozara. Es decir, si el Ebro se mantiene, ellos no tendrán opción de subir. Y si desciende, caerán a la Regional Preferente.

Lo tenemos asumido. Es algo a lo que nos exponemos y hay que entender que, sin este convenio de filialidad, no dispondríamos de una plantilla tan potente como la actual”, resume Mariano Muñío, director deportivo de un Robres que, tras el parón invernal, ha tomado carrerilla hasta alcanzar la primera posición.

Ha sido capaz de sumar 13 puntos de los últimos 15 posibles. Una racha que, curiosamente, comenzó con el cambio en el banquillo: Javier Genovés pasó al Ebro para sustituir a Raúl Jardiel y su segundo en el Robres, Eloy Aznar, se hizo cargo del equipo monegrino con apenas 23 años.

Su edad -es el técnico más joven de la categoría- no ha sido un problema. Al contrario. Aznar supo hacerse con el vestuario desde el primer día. Insistió en la idea en la que ya venía trabajando con Genovés, aunque añadiendo sus trazos personales, buscando una “mayor cercanía” con sus jugadores.

Es un modelo continuista. La idea de juego es prácticamente la misma que antes, pero estoy intentando hacerles mejorar individualmente. Practicamos situaciones específicas que después contribuyen al resultado global de los partidos”, explica el propio preparador del Robres, que entre semana no ha dejado de trabajar junto a Genovés.

Media plantilla entrena habitualmente con el CD Ebro. Y eso se nota después los domingos. Los de Eloy Aznar son uno de los bloques con mejor físico de Tercera. Aprietan y aprietan. No dan un solo balón por perdido y se hacen incómodos, de verdad, para cualquier rival.

Desde el regreso de las vacaciones navideñas, salvando el traspiés sufrido ante el Barbastro y el empate contra el Cuarte, el Robres ha sido capaz de pasarle por encima al Utrillas (4-2), a La Almunia (0-2), al Épila (2-0) y al Almudévar (0-1), saltando desde la zona media a la cabeza de la tabla.

“Hace unas semanas, el objetivo estaba en salvarnos. Ahora, viéndote ahí, siempre aspiras a más”, completa Aznar, sin olvidar que, pase lo que pase, su temporada irá supeditada a la del CD Ebro. 

Pendientes del Ebro

Fin de semana tras fin de semana, el Robres está atento a los resultados de los arlequinados. De un equipo que, al igual que ellos, ha crecido exponencialmente en el último mes de competición, hasta creer en la permanencia.

Cuando Javier Genovés llegó al banquillo de El Carmen, el Ebro era colista del grupo 3 de Segunda RFEF sin haber ganado ningún partido. Ahora sigue siendo último, pero trasladando mejores sensaciones. Los refuerzos invernales han funcionado y se han sacado los compromisos más recientes en casa.

El Ebro va hacia arriba. Confiamos en que se salve, pero tratamos de evadirnos de su situación porque si no nos condicionaría. No podemos estar dándole vueltas continuamente; tenemos que centrarnos en lo nuestro”, concluye Aznar.

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