Fran Escribá, con talante calmado -como es él- y mucha mano izquierda, ha programado un trabajo específico para la plantilla en esta semana de reflexión y dureza anímica, en plena digestión pesada del 1-4 recibido en La Romareda el domingo ante el Alavés. Porque, al margen de rumiar semejante goleada, de las que duelen y dan que pensar, el calendario ha planteado una de esas semanas largas que tienen la próxima estación el lunes siguiente, a las 9 de la noche y que, en esta ocasión, llevará al equipo a Málaga. Es decir, que en esta semana natural que une el lunes 13 con el domingo 19 de febrero, de facto, el Real Zaragoza no juega 

Por eso habrá día de descanso el jueves. Y por la misma razón, Escribá ha propuesto ejercicios y pautas de trabajo diferentes por completo a lo ordinario. Este miércoles ha dividido al grupo en dos. Con paso por el gimnasio como primer paso, en dos tandas, y el desarrollo posterior en el césped de distintos ejercicios novedosos, el grupo echó toda la mañana en la Ciudad Deportiva, tras desayunar juntos en el inicio de estos ejercicios espirituales. Entre esas propuestas singulares destacó una serie de disparos a una portería minúscula, ensayo de puntería, una buena indirecta para la mayoría de jugdaores del plantel. 

Con Mollejo en su casa en el pos operatorio de su rotura de tobillo, trabajaron al margen Azón, Quinteros y, de nuevo, Bermejo, reaparecido en la segunda parte del calvario frente al Alavés tras el traumatismo que sufrió en Andorra la semana anterior en la cadera (cresta ilíaca) y que, todavía con molestias en la zona dañada, se quiere tratar con sumo cuidado.  

Además de Pau Sans, el delantero juvenil que ya tiene en camino expedito en la primera plantilla tras jugar sus primeros minutos frente a los alaveses a consecuencia del cúmulo de bajas y escaso acierto en la línea atacante del Real Zaragoza, el lateral derecho Juan Sebastián también apoyó en esta mañana de miércoles al bloque de Escribá. 

El reseteo mental, la asunción de la realidad, la reconducción de los objetivos inmediatos y globales, forman parte del apartado psicológico que el técnico zaragocista y sus ayudantes han añadido esta semana a las pautas diarias. Quizá el más importante de cara al especial próximo duelo, ante el Málaga que es antepenúltimo y vive días de zozobra extrema.