fútbol

Robres, el más pequeño, el más grande

El equipo monegrino continúa transgrediendo los límites de la Tercera División. El municipio con menos habitantes de la categoría ocupa la segunda plaza

Este es la plantilla del Robres para esta temporada.
Este es la plantilla del Robres para esta temporada.
Heraldo

No todo es proporcional en el fútbol. No siempre el número de habitantes determina el potencial de un equipo. Qué mejor ejemplo que Calatayud, que, con los mismos habitantes que Éibar, milita en la Regional Preferente aragonesa... Con muchos menos habitantes, apenas 500, el Robres se ha hecho un hueco privilegiado en la categoría reina del fútbol aragonés, la Tercera División. "El club se refundó en el año 2001. El Robres había tenido una historia brillante anterior. Incluso lo entrenó Canario, exjugador de Los Magníficos, y jugó Paco Güerri, que después jugó en el Real Zaragoza y en la selección española. Tras un paréntesis de unos años, Sergio Moreu, Iván y Gonzalo Gracia, y José Antonio Hurtado asumieron el reto y comenzamos a funcionar de nuevo a principios de este siglo. Pensamos que el fútbol es muy importante es un pueblo como Robres, que apenas supera el medio millar de habitantes. En invierno, apenas duermen 250 personas en el pueblo. Y, sin embargo, casi tenemos 200 socios. Este dato demuestra la implicación de todo el mundo para que el equipo siga vivo", señaló Mariano Muñío, vicepresidente del club que ahora preside Miguel Ángel Lacruz.

"Comenzamos desde abajo, desde la Segunda Regional. Había muy buenos futbolistas en la localidad y en las cercanías, que nos ayudaron a subir a Primera Regional, y luego a Preferente, y finalmente a Tercera División. Que estemos en Tercera, jugándole de tú a tú a municipios muy poblados, como Monzón, Barbastro, Binéfar, Cuarte o Calamocha, solo se entiende desde la pasión que le pone todo el mundo. El día que se pierda esa ilusión, estaremos perdidos. Por eso, esa ilusión no debe morir nunca", apuntó Muñío.

Ocho directivos catalizan el milagro permanente del Robres. "Siete directivos son de Robres. Yo soy de Zaragoza, pero mis orígenes me remiten también a Robres. Entre todos, con muchísimo esfuerzo, sacamos adelante un presupuesto de 100.000 euros. Hay que trabajar a tope, pero merece la pena que el nombre de Robres se pasee por todo Aragón. En el pueblo tenemos colegio, pero los chavales tienen que ir luego al Instituto de Grañén. El campo se llama San Blas, que es el patrón del pueblo junto a la Virgen de Asunción, que es la patrona que le da nombre a la iglesia del pueblo", continuó Muñío.

En la parcela deportiva, se aprecia el olfato de perro perdiguero de Muñío, que igual ficha un delantero juvenil de un barrio de Zaragoza que un portero de Australia. Sí, sí, de Australia... Además, el convenio con el Ebro le permite acceder a un notable mercado de jugadores. "Las relaciones con el Ebro son muy buenas. Tenemos un acuerdo de filialidad con ellos. Varios de nuestros jugadores han hecho la pretemporada con el Ebro. Solo dos chicos del pueblo, Fran Barrio y Alberto Carcasona, militan en el equipo. Carcasona ya ha debutado con el Ebro. La verdad es que hemos vuelto a formar un muy buen equipo este año. Lo entrena Javier Genovés, un entrenador joven con mucha ilusión. También hemos hecho un equipo en Segunda Regional para que se foguee la gente del pueblo. Ya le hemos ganado este año al Cariñena y al Barbastro, y empatamos en Monzón. Vamos segundos en la tabla. Sabemos dónde estamos. El objetivo esencial es que haya fútbol en Robres", concluyó Muñío.

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