baloncesto

Casademont Zaragoza: la cruz del primer cuarto

Los malos inicios de partido lastran al Casademont, que nunca ha gobernado el marcador a los 10 minutos de juego.

Porfirio Fisac, entrenador del Casadmeont Zaragoza, en el partido ante el Fuenlabrada.
Porfirio Fisac, entrenador del Casadmeont Zaragoza, en el partido ante el Fuenlabrada.
Toni Galán

El Casademont sigue sin reaccionar. Permanece incrustado en la última posición de la tabla, tras haber claudicado en sus seis compromisos disputados. Y todas las derrotas tienen un denominador común: su facilidad para desencajarse ya en el primer cuarto, víctima de su indolencia defensiva, de sus desatenciones, de su falta de intensidad y, sobre todo, de un desatino inusual en sus acciones de ataque. En el presente curso, el cuadro aragonés nunca ha gobernado el marcador a los 10 minutos de juego, un diáfano indicador de su deficiente puesta en escena. En Badalona, en su actuación más reciente, el equipo zaragozano sí resistió al Joventut todo el primer acto, que clausuró con empate en el marcador (18-18). Sin embargo, en el resto de sus actuaciones, el Casademont siempre ha ido a remolque, contracorriente, obligado a un desgaste superior para poder aspirar a la remontada.

En Santiago de Compostela, en la jornada inaugural, el Casademont fue un bloque lento y plano ya desde el inicio. Careció del ritmo y la velocidad suficientes para generar ventajas y encontrar tiros liberados, lo que se tradujo en unos porcentajes de tiro desalentadores. El conjunto zaragozano anotó tres únicos puntos en los cuatro primeros minutos –una canasta de Jessup y un tiro libre de Christian Mekowulu–, por lo que enseguida se topó con una desventaja de 8 tantos (11-3) en el marcador. Los gallegos ampliaron su renta al cierre del primer cuarto (21-11), lo que allanó su recorrido hacia el triunfo.

Y aunque el Casademont se agarró a Sant-Roos (15 puntos) y Jessup (13) para intentar remontar el partido, acabó cediendo ante el Obradoiro (76-73) tras exhibir una falta de puntería impactante: presentó una efectividad del 19% en sus lanzamientos triples, al convertir 5 de sus 27 lanzamientos; y de un 52% desde la línea de personal, con 14 tiros libres convertidos en 27 intentos.

En su estreno como local, el Casademont perdió por incomparecencia ante el UCAM Murcia, tal y como evidenciaba el marcador a los 10 minutos de juego (17-29). Los de Sito Alonso se manejaron siempre con una facilidad imprevista, especialmente en sus acciones de ataque, y golpearon de inicio con un parcial de 0-12 que resultó ya insoportable para los zaragozanos. McFadden fue el principal ejecutor, con hasta 17 puntos anotados en el acto inaugural (4 de 4 en triples). En la media hora siguiente, el equipo aragonés ya no pudo aspirar al triunfo, lastrado también por su baja facturación: finalizó la contienda con 64 puntos en su haber (64-81).

Posteriormente, ante el Gran Canaria, el Casademont sí fue un bloque sólido, solvente y competitivo en los compases iniciales. De hecho, sorprendió con una defensa firme, sin apenas fisuras, y una clarividencia ofensiva que superó por todos los costados a su rival (9-17); pero enseguida dilapidó su ventaja, al encajar un parcial de 13-0, y alcanzó los 10 primeros minutos con una desventaja de cinco puntos en el marcador (22-17). Aunque los zaragozanos tiraron de casta y aún aguantaron hasta el descanso, se desencajaron en la reanudación para acabar cediendo de manera amplia y concluyente (88-72).

El Casademont tampoco fue capaz de competir ante el Baskonia, en la cuarta jornada (83-97), en otra actuación condicionada por su mal inicio de partido. Fue un bloque frágil ya en los compases iniciales, castigado repetidamente por el acierto de Daulton Hommes (4 triples en los primeros 6 minutos), y también careció de respuestas para neutralizar las acometidas de Howard y Matt Costello. El equipo aragonés encajó 29 puntos en el primer cuarto (21-29); después, ya no pudo optar a la victoria ante uno de los conjuntos más imponentes del panorma continental.

Contra el Fuenlabrada, en el estreno en el banquillo de Porfirio Fisac, el Casademont mejoró actuaciones pasadas, pero no modificó su negativa trayectoria pese a medirse en casa con un rival directo en la lucha por la salvación: perdía por 13-16 al término del acto inaugural, y acabó consumando una nueva derrota por su deficiente gestión de los minutos finales (79-82).

Lo mismo sucedió en Badalona, el pasado sábado, en otro choque igualado que se resolvió por detalles minúsculos. El Casademont cedió en la prórroga, ya exhausto, perjudicado también por sus precipitaciones y por su propia ansiedad (89-84). Por primera vez en la temporada, el cuadro aragonés no perdía a los 10 minutos de partido (18-18); pero el desenlace fue idéntico y los zaragozanos continúan sin ganar. Y ahora aguarda el Real Madrid, el actual campeón.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión