baloncesto

Casademont Zaragoza: dos partidos para reaccionar

El equipo aragonés se mide ahora con dos rivales propicios para modificar su negativa trayectoria: el Hapoel Gilboa Galil israelí y el recién ascendido Breogán.

El base turco Kenan Sipahi da instrucciones ante la mirada de Dino Radoncic, Javi García, Waczynski y Ramón Vilá.
El base turco Kenan Sipahi da instrucciones ante la mirada de Dino Radoncic, Javi García, Waczynski y Ramón Vilá.
Toni Galán

Urge reaccionar. El Casademont ha protagonizado un involución sorprendente en su juego, en ataque y en defensa, que se ha traducido ya en cinco derrotas consecutivas entre la Liga Endesa y la FIBA Europe Cup. El cuadro aragonés inició el curso con dos contundentes victorias, ante el Baxi Manresa (98-91) y el Bilbao Basket (76-100), y además exhibiendo un baloncesto dinámigo y alegre, muy atractivo para el espectador; pero se desplomó después, lastrado por su desacierto ofensivo, y desde entonces ha emitido señales muy negativas en su juego.

En el torneo doméstico, los zaragozanos claudicaron ante el San Pablo Burgos (54-75) y el Valencia Basket (70-76), en el pabellón Príncipe Felipe, e hicieron lo propio también en sus desplazamientos a Barcelona (76-63) y Tenerife (90-65). Lejos de reaccionar, el Casademont ha extendido su crisis a la competición continental, donde se estrenó el pasado miércoles con un oprobio en Rusia, en la pista del Avtodor Saratov (100-80), tras haber completado su peor actuación de la temporada. Los 20 puntos de desventaja representan una rémora mayúscula en el duelo directo ante los rusos y, sobre todo, comprometen la clasificación de los aragoneses para la siguiente ronda del torneo.

En Europa, ya no hay margen de error, porque el sistema de competición, con solo cuatro equipos por grupo, castiga con severidad cualquier tropiezo inesperado. En la primera fase del torneo, el Casademont Zaragoza se mide con el Reggio Emilia, el Avtodor Saratov y el Hapoel Gilboa Galil en formato de ida y vuelta –seis partidos en total–, y únicamente acceden a la siguiente ronda los dos primeros clasificados.

Y en la Liga Endesa, los zaragozanos también se hallan en una situación incómoda, de riesgo, agravada aún más por el triunfo del Bilbao Basket (85-80) en Miribilla. Tras la celebración de las seis primeras jornadas, una única victoria separa a los aragoneses de la última posición.

Al menos, después de un periodo especialmente improductivo, al Casademont le aguardan ahora dos partidos a priori propicios para reaccionar. Dos citas en las que, al menos, sí estaá obligado a competir. El primer obstáculo atiende al campeonato continental: el próximo miércoles visita la pista del Hapoel Gilboa Galil, en la segunda jornada de la FIBA Europe Cup, donde se medirá con el rival más débil de su grupo. De hecho, el equipo israelí comenzó el torneo con una sonrojante derrota en Italia ante el Reggio Emilia (93-70), y es un bloque con muchos menos recursos que los zaragozanos.

Después, el Casademont volverá a jugar, por fin, al calor de sus aficionados, tras cuatro partidos consecutivos lejos de su feudo. El equipo de Jaume Ponsarnau se enfrentará el próximo sábado ante el recién ascendido Breogán, un conjunto accesible por mucho que haya sumado tres triunfos en este tramo inicial de la temporada. Los gallegos superaron al Lenovo Tenerife en la jornada inaugural (92-73), sorprendieron después a domicilio al San Pablo Burgos (62-87) y, además, también firmaron un contudente triunfo en casa con el Real Betis (97-65), actual colista de la Liga Endesa.

Por el contrario, el Breogán dobló la rodilla en la pista del Barcelona (78-69), en la tercera jornada, y también en el pabellón Martín Carpena contra el Unicaja de Málaga (72-64), en la quinta etapa del calendario. Y ayer encadenó su segunda derrota consecutiva tras ceder en su feudo ante el Real Madrid (71-79).

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