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La Vuelta Aragón corre riesgo de volver a desaparecer por falta de apoyos

La carrera ciclista profesional, recuperada en 2018 tras 13 años fuera del calendario, está en peligro debido a los problemas de financiación y colaboración de las instituciones públicas promotoras de su regreso

José Luis Soro junto al corredor del Movistar Eduard Prades, ganador de la Vuelta Aragón 2019.
EFE/Javier Cebollada

Los problemas de financiación vuelven a poner a la Vuelta Aragón al borde del abismo solo dos ediciones después de su resurrección. Según ha podido saber este periódico, la falta de apoyos económicos de diferentes instituciones públicas aragonesas amenaza seriamente la organización de la prueba en 2020, cuando la Unión Ciclista Internacional (UCI) ya le había reservado fecha en el calendario internacional de la próxima temporada: los días 15, 16 y 17 de mayo.

En las ediciones precedentes de la Vuelta, una vez recuperada en 2018 después de su desaparición en 2005, el promotor principal del evento fue Turismo de Aragón, departamento entonces dependiente de Vertebración, Territorio y Vivienda del Gobierno de Aragón. Ahora, desde el pasado mes de junio, la dirección general de Turismo es un organismo adscrito a la consejería de Industria. La DGA también contribuía al presupuesto de la prueba (unos 400.000 euros) con una asignación de la dirección general de Deportes. Las aportaciones públicas restantes venían procediendo de los ayuntamientos de llegada y salida de las diferente etapas, así como de las diputaciones provinciales de Zaragoza, Huesca y Teruel. Para 2020, solo la Diputación de Teruel ha manifestado un interés firme en mantener esa colaboración económica, un apoyo escaso para la viabilidad de la Vuelta que la conducen de nuevo a una situación de peligro.

La organización y gestión técnica de la carrera en las dos últimas ediciones era competencia de la Federación Aragonesa de Ciclismo. En los últimos meses, desde la Territorial, se ha trabajado en el diseño y estructuración de la prueba para 2020. Hace un mes, su presidente, Luis Marquina incluso valoraba que, de cara al futuro, la Vuelta Aragón pasara de sus tres etapas actuales a cuatro: “Las cosas se han hecho bien, pero nos gustaría hacerlas mejor. Reforzar el producto. Porque somos ambiciosos. El año pasado nos planteamos que la Vuelta pudiera ser de cuatro días, pasar de tres a cuatro etapas. La Comunidad es muy grande y disponer de una jornada añadida nos permitiría enseñar más nuestro territorio. Pero hace falta voluntad de muchas partes. Si fuera muy bien, siempre se puede pedir a la UCI un día más, y el organismo está encantado”.

Entonces, no había señales de que la Vuelta volviera a estar amenazada: “Poco a poco hay una mayor receptividad de localidades para implicarse como salida o llegada. Ahora nos llegan insinuaciones, preguntas... De la misma forma que nos gustaría recuperar una etapa más montañosa que quizá faltó este año. Aragón tiene territorio para hacer etapones, pero está condicionado por los puntos de inicio y llegada, necesitas acuerdos. Ya nos hemos puesto en contacto con Gobierno y Diputaciones y el trabajo está en marcha", señaló.

En las dos última ediciones, 2018 y 2019, la Vuelta Aragón se ganó el reconocimiento de profesionales de diferentes ámbitos del ciclismo. Corredores, jueces, patrocinadores, equipos… Ambas fueron un éxito deportivo y de promoción, con la etapas retransmitidas en Aragón Televisión y en Eurosport, con amplio seguimiento mediático. El objetivo era aumentar para 2020 la presencia de equipos World Tour, de la máxima categoría, un aspecto limitado los pasado años debido a la coincidencia de fechas con otras carreras de prestigio como el Giro de Italia (9-31 de mayo) o el Tour de California, aunque la suspensión de esta carrera americana para 2020, prevista entre el 10 y el 16 de mayo, abría un nuevo horizonte de cara a la mejora cualitativa de la participación.