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El año en que Hemingway visitó Zaragoza y se enamoró del paisaje aragonés

El genio de la literatura disfrutó de una tarde de toros en 1956. Tras la fiesta, fue entrevistado por HERALDO.

Ernest Hemingway en Zaragoza, con José Luis Borau, Pérez Gállego y Joaquín Aranda.
Ernest Hemingway en Zaragoza, con José Luis Borau, Pérez Gállego y Joaquín Aranda.
Luis Mompel

Uno de los mayores atractivos de las Fiestas del Pilar, más allá de la multitudinaria y colorida Ofrenda de Flores, siempre ha sido su Feria taurina, aunque la de este año será recordada por estar repleta de ausencias y solo con Morante, Talavante y Ventura como nombres con fuerza en el cartel.

Las corridas de toros celebradas durante los días grandes de Zaragoza atrajeron en los años 50 a destacadas figuras panorama nacional e internacional, como Ava Gardner. La actriz americana, residente por aquel entonces en España, fue inmortalizada el 17 de octubre de 1955 en las gradas de la Misericordia por Luis Mompel. En ese momento, el fotógrafo de HERALDO desconocía que se trataba del ‘animal más bello del mundo’.

Justo un año después, el 13 de octubre de 1956, Ernest Hemingway visitó Zaragoza con el mismo fin: disfrutar de una tarde de toros durante las Fiestas del Pilar y, concretamente, del espectáculo ofrecido por Antonio Ordóñez, de quien decía que era el mejor torero que por aquel entonces pisaba las plazas del mundo. “Le apasionaban la violencia, el fulgor de la sangre y la dimensión artística y heroica de los matadores, y a ese universo le dedicó muchas páginas”, publicó en 2011 nuestro compañero y periodista Antón Castro. En esa corrida, por cierto, tomó la alternativa, de manos de El Litri, Jaime Ostos, fallecido el pasado mes de enero.

El escritor norteamericano llegó a la capital aragonesa a última hora del día anterior, acompañado de su esposa, Mary Hemingway, y los escritores Aaron Hotchner y Peter Buckley, y se hospedaron en el Gran Hotel.

Tras la tarde de toros, Hemingway “un hombre simpático, sencillo, que se ríe poniendo de punta su pequeña barba blanca” fue entrevistado por HERALDO por nada menos que José Luis Borau. Hablaron de Pío Baroja, al que Hemingway había ido a visitar unos días atrás para rendirle homenaje. "Era una visita obligada. Él me había ayudado mucho con sus libros cuando yo comenzaba”. Y reconoció haber descubierto entusiasmado el paisaje aragonés. Reproducimos a continuación un fragmento íntegro de la entrevista:

El año en que Hemingway visitó Zaragoza y se enamoró del paisaje aragonés
El año en que Hemingway visitó Zaragoza y se enamoró del paisaje aragonés

-“¿No sabe usted que su tierra es absolutamente igual que la mía? Desde Calatayud a Zaragoza mi mujer y yo creíamos viajar de nuevo por el Estado de Wyoming. La misma tierra roja, las mismas erosiones, los mismos árboles frutales... No había visto nunca una cosa igual.

Luego habla de nuestro carácter, del terrible carácter aragonés, abierto y sincero.

-"Son ustedes un pueblo duro, admirable. Yo he repartido varios personajes aragoneses por mis libros. De pasada, describo uno en 'Por quién doblan las campanas' que me gusta mucho. Es un tipo rotundo, de esos que aquí se encuentran a cada paso. Pilar se llama uno de los personajes de esta novela y así se hubiera llamado mi hija, pero nació un varón y lo bauticé Patricio. 'Pilar' es el nombre de mi yate”.

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