El Ayuntamiento de Zaragoza admite un “grave problema” con los atropellos y dice que la cifra de fallecidos “empieza a ser alarmante”
El Consistorio se apoya desde esta semana en 80 colectivos y expertos en movilidad para mejorar las cifras de siniestralidad vial.
Zaragoza tiene un “grave” problema con los atropellos, circunstancia que “obliga a poner el foco en este tipo de siniestros”. Desde 2008, un total de 76 personas han perdido la vida al ser arrolladas en el casco urbano, una tendencia que “empieza a ser alarmante”, según reconoce el Ayuntamiento en el prediagnóstico del futuro plan urbano de seguridad vial, sobre todo a la vista de los malos datos de 2022 y 2023, con 10 fallecidos cada año.
Esta es una de las conclusiones que extraen los propios técnicos municipales del análisis de las estadísticas de los últimos ejercicios; cifras que en los próximos meses van a servir para definir las nuevas medidas que se impulsarán desde la plaza del Pilar para minimizar el riesgo de accidente.
El Ayuntamiento tiene detectado puntos especialmente conflictivos como la avenida de Tenor Fleta, la avenida de San José, el camino de Las Torres o Gómez Laguna; la mayoría con un carril bus a contradirección. También destacan, para mal, los alrededores de la confluencia entre Vía Hispanidad y la avenida de Madrid.
Según el prediagnóstico, hasta un 20,3% de los siniestros del periodo 2008-2022 fueron atropellos y de estos, un 61% dejaron víctimas mortales. El informe revela, además, que el principal factor que interviene en un accidente de tráfico es el humano y que, si se analiza el transporte público, se observa que “la relación entre accidentes y pasajeros es mucho más baja que en el resto de modos”, lo que permite extraer la conclusión de que a mayor uso de tranvías y autobuses, menor es la siniestralidad. También dice que “a mayor número de vías segregadas se produce un mayor uso de la bicicleta y un menor número de accidentes relacionados con este vehículo”.
En los últimos años, los accidentes han tenido “más víctimas”, siendo 2022 uno de los ejercicios con peores estadísticas, un factor “a tener en cuenta en la elaboración del diagnóstico y las medidas” del futuro plan. Respecto a su tipología, destacan desde el Consistorio, las colisiones siempre han sido mayoritarias, pero es significativo que el 23% sean frontolaterales, ya que en estos casos un porcentaje alto de heridos “son graves o fallecidos”.
En el caso concreto de los atropellos, un 23% se producen en cruces fuera de pasos de cebra y sin preferencia para el peatón, mientras que otro 15% tienen lugar en cruces sin preferencia de paso pero con semáforo. Esto quiere decir que los siniestros debidos a infracciones del peatón suponen el 38%, mientras que el 61% se producen cuando los transeúntes “respetan las normas de circulación”. Esto, según los técnicos municipales, supone un hecho destacable y hace presagiar “un aumento de las infracciones en los conductores”, ya sea por excesos de velocidad, distracciones, conducir bajo el efecto del alcohol o las drogas o un mal uso de los vehículos de movilidad personal (VMP). Ha de tenerse en cuenta, no obstante, que en cada atropello pueden influir múltiples circunstancias.
Las pruebas de alcohol y drogas, en cifras
Actualmente se hacen muchos más controles que en años como 2008. Pese a ello, el número de alcoholemias positivas evoluciona a la baja. Entonces se practicaron 29.347 y 2.136 conductores superaron los límites establecidos, mientras que en 2022, último año del que se tienen estadísticas, hubo 49.379 test y 1.689 positivos. En el caso de las drogas -cuyos controles se hacen en casos mucho más específicos-, los porcentajes son muy superiores. En 2015, primer año que se analiza en el informe municipal, se hicieron 191, con una positividad del 87%, y en 2022 fueron 336, con prácticamente 300 positivos. Hubo, además, dos conductores que se negaron a realizarlos.
