La Fiscalía pide prisión para 13 jóvenes por los disturbios en las Fiestas del Pilar de 2021
Los detenidos en Zaragoza serán juzgados por delitos de desórdenes públicos, atentado a la autoridad, daños y lesiones leves.
Los disturbios registrados durante la madrugada del 12 de octubre de 2021 en el entorno de la plaza del Justicia de Zaragoza se han visto traducidos ahora en graves acusaciones penales contra los 13 jóvenes que fueron detenidos.
La Fiscalía solicita para cada uno de ellos cuatro años de cárcel –dos por desórdenes públicos y dos por atentado– además de sendas multas de 3.600 euros por un delito de daños y el pago correspondiente por los desperfectos causados en dos vehículos policiales, un semáforo y el letrero del hotel Catalonia, que suman unos 10.000 euros.
También les acusa de delitos de lesiones leves, de los que fueron víctimas otros tantos funcionarios policiales, y reclama indemnizaciones de entre 213 y 373 euros para cada uno en función de los días impeditivos.
Las acusaciones particulares, ejercidas por los sindicatos policiales Jupol y Sup -representados por los abogados Marco Navarro y Pilar Sangorrín- y el letrado de uno de los agentes heridos, Emilio Rubio, piden penas similares o algo más elevadas, en algunos casos.
Los graves altercados se saldaron con 13 detenidos de entre 18 y 23 años, además de otros cinco menores de edad cuya causa se tramitó en su jurisdicción propia.
El año 2021 será recordado por que en Zaragoza se celebraron lo que, debido a la pandemia de coronavirus, se dio en llamar las "no fiestas" del Pilar, pero en las que se hubo conciertos en distintos escenarios, actividades y Ofrenda.
Ese mes estaban vigentes las restricciones en los horarios de bares, obligados a cerrar a las 4.00 y con un aforo del 50%. Esto se tradujo en importantes aglomeraciones de jóvenes en el Casco y botellones, especialmente en el entorno de la plaza del Justicia. Las calles del Temple, Contamina y Maestro Luna estaban abarrotadas del gente ansiosa por acceder a locales en los que no cabían y acabaron por beber en la calle.
En la madrugada del día Pilar, la más concurrida del año en Zaragoza, se llegaron a congregar 1.500 jóvenes en la plaza del Justicia, algunos de los cuales comenzaron a hacer gamberradas, que pronto pasaron a ser actos vandálicos y violentos. Uno de ellos, pertrechado con un megáfono, jaleó a los presentes, que lo llegaron aupar para que se colgara de una de las letras del cartel del hotel Catalonia y llegara a arrancarla y causar daños en la fachada por valor de 4.628 euros.
Esta circunstancia llevó a los afectados a llamar a la Policía, cuya llegada no fue bien recibida. Cientos de jóvenes empezaron a lanzar a los agentes botellas, latas de bebidas, piedras y todo tipo de objetos, incluida una pieza de andamiaje de hierro de más de un metro de largo con la que se enfrentaron a los antidisturbios.
La llegada de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción se produjo sobre las 2.15, que hicieron un primer despliegue, defensivo y sin uso de medios antidisturbios, ya que el objeto no era desalojar la plaza, dada la multitud congregada, sino disuadirla de que dejara de lanzar objetos.
Sin embargo, el aumento de la hostilidad obligó a hacer un repliegue para reagrupar y reorganizar a los agentes hasta la confluencia de la calle Manifestación. Tal y como se recoge en el escrito de la Fiscalía, fue preciso el apoyo de Unidades de Intervención Policial (UIP) y el uso de material antidisturbios, como pelotas de goma, para disolver a los alborotadores, disturbios que se prolongaron hasta las cuatro de la madrugada.
