Tarazona y Torrellas pueden volver a beber agua del grifo después de casi dos meses de restricción
Aunque Los Fayos y Novallas también están libres de la presencia del protozoo, el agua de sus localidades no es apta todavía para el consumo.
Casi dos meses después de su prohibición, los vecinos de los municipios zaragozanos de Tarazona y Torrellas ya pueden volver a beber agua de boca de sus redes de abastecimiento, después de que se haya confirmado la ausencia de ooquistes del protozoo 'Cryptosporidium' y de que el resto de niveles de potabilidad estén normalizados. "Los resultados ya son favorables en cuanto a los parámetros físicos, químicos y biológicos que se analizan", ha confirmado el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, quien ha confiado en que este viernes o el lunes, "lo más tardar", se puedan repetir estas "buenas noticias" en Novallas y Los Fayos.
Han pasado casi ocho semanas sin que los vecinos de Tarazona puedan beber del agua del grifo porque el protozoo ‘Crypstoporidium’ se coló, no se sabe todavía cómo, en las tuberías. La alarma saltó en septiembre cuando se registró un brote de gastroenteritis que afectó a decenas de personas de esta localidad, y que llegó a contabilizar medio millar de afectados.
Según ha informado Bancalero, la red de abastecimiento de los otros dos municipios zaragozanos afectados por la contaminación de este agente patógeno, Los Fayos y Novallas, también están libres de la presencia de Cryptospodirum, si bien todavía el agua de sus localidades no es apta para el consumo. En Los Fayos, se está pendiente de la regulación del cloro y en Novallas todavía no son aptos todos los parámetros bacteriológicos.
En las aguas de consumo de los cuatro abastecimientos (Tarazona, Torrellas, Los Fayos y Novallas), está confirmada la ausencia de ooquistes de 'Cryptosporidium', así como en la captación de aguas del río Queiles para estas cuatro localidades y en la captación de la Mancomunidad de Aguas del Moncayo, tras el "tratamiento intensivo, de choque, mediante un biocida" que tenía por objeto remover la materia orgánica adherida a los materiales en contacto con el agua y que se llevó a cabo el fin de semana del 20 al 22 de octubre.
Tras los buenos resultados, este jueves se levantaron las restriccionse en Tarazona y Torrellas, aunque se mantiene como recomendación para las poblaciones vulnerables (personas inmunodeprimidas, niños menores de 6 años y personas mayores) hasta que se disponga del tratamiento ultravioleta.
Por ello, también se recomienda seguir utilizando los tanques de agua -que se mantendrán durante las próximas semanas- a guarderías, centros de educación infantil y residencias de ancianos; mientras que la piscina cubierta de Tarazona ya podrá entrar en funcionamiento.
En este sentido, Bancalero ha destacado que la próxima semana se terminarán de recibir todos los materiales en Tarazona y que en la segunda quincena de noviembre ya estarán implantadas estas medidas. "Y tenderemos la seguridad 100% para el consumo de agua potable para toda la población", ha recalcado. La previsión es que en el resto de municipios se vaya implantando durante las semanas posteriores.
La piscina se reabrirá el próximo lunes
El alcalde de Tarazona, Tono Jaray, ha trasladado su satisfacción ante este anuncio que, según ha dicho, se esperaba desde hace días. "Era cuestión de tiempo", ha señalado, tras los resultados de los últimos análisis. Este jueves han comenzado ya a llenar la piscina cubierta. La idea del Consistorio es que se caliente el agua a lo largo del fin de semana y se pueda reabrir al público el lunes día 6 de noviembre.
Ha recordado, eso sí, que la recomendación de no consumir agua del grifo se mantiene para la población vulnerable. Esto se debe, ha apuntado, a que al desconocer todavía el foco del origen "podría volver a ocurrir". La investigación sigue abierta "desde el Gobierno estatal y el Seprona". El Ayuntamiento de Tarazona aprobó por unanimidad en pleno presentar una denuncia al área de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado o, si fuera necesario, adherirse a la promovida por la organización ecologista.
Ya se están recibiendo los materiales para proceder a instalar la tecnología de luz ultravioleta. La previsión es que comience a funcionar la segunda quincena de noviembre. La partida para instalar estos equipos en las potabilizadoras de los cuatro municipios afectados rondará los 369.256 euros.
Por el momento, informaron fuentes municipales, los depósitos instalados en distintos puntos de la localidad se mantendrán durante unos días.
Pili Calavia, presidenta de la Asociación de Vecinos de El Cinto de Tarazona, trasladó que el poder beber agua del grifo "es una buena noticia" pero "aún no es para todos" por lo que muchos, por prudencia, "son todavía reacios a hacerlo".
Sobre todo, dijo, porque el Ayuntamiento recuerda la recomendación de Salud Pública de no consumir agua del grifo a las poblaciones vulnerables (personas inmunodeprimidas, niños menores de 6 años y personas mayores). Desde la Asociación de El Cinto volverán a repartir este viernes garrafas a los vecinos. "En este barrio no se ha instalado depósito", dijo, por lo que seguirán distribuyendo agua mientras sea necesario.
La alcaldesa de Torrellas critica la falta de información
La alcaldesa de Torrellas, Pilar Pérez (PSOE), ha criticado este jueves por la mañana la falta de información por parte de la Dirección General de Salud Pública: "Me enteré de las restricciones en el consumo del agua por un bando del Ayuntamiento de Tarazona y me entero ahora de que se levantan de la misma manera". "No me parece serio", ha dicho.
Visiblemente enfadada, ha recordado que hace unos días ella se puso en contacto con la directora general de Salud Pública, Nuria Gayán, para trasladarle que los parámetros que arrojaba la red en esta localidad eran buenos. "Sin embargo, han esperado hasta tener los análisis de Tarazona. Me parece una falta de respeto total a los pueblos pequeños", ha dicho.
Según ha indicado, ni tiene información sobre que Salud Pública recomienda que el agua del grifo ya es apta para el consumo ni si se va a retirar el depósito que instaló el Instituto Aragonés del Agua para que los vecinos pudieran rellenar garrafas.
En busca del origen
El consejero de Sanidad ha reconocido que todavía hay que hacer un "análisis más exhaustivo" para saber exactamente el origen del brote, puesto que a día de hoy no hay todavía "un foco localizado". No obstante, ha asegurado que la teoría que tiene en estos momentos más fuerza es la de las "aguas torrenciales", ya que según la información con la que cuenta el Departamento de Sanidad "no se ha detectado al 100% que hubiera un foco por parte de algún municipio o actividad empresarial".
Respecto a las relaciones con Castilla y León, ha especificado que la comunidad vecina "sigue trabajando para asegurar la buena calidad del agua del río Queiles".
