Los equipos ultravioleta para tratar el agua de boca del Queiles estarán listos en un mes

El Consejo de Gobierno de la DGA aprueba hoy la inversión de casi 400.000 € en la tecnología que se instalará en Tarazona, Los Fayos, Novallas y Torrellas.

El río Queiles a su paso por Tarazona
El río Queiles a su paso por Tarazona
Guillermo Mestre

Los equipos de luz ultravioleta que se van a instalar en los depósitos de Tarazona, Los Fayos, Novallas y Torrellas para garantizar la calidad del agua de boca de sus más de 11.000 vecinos tras la contaminación del río Queiles por el protozoo ‘Cryptosporidium’ estarán listos para finales de noviembre.

El Consejo de Gobierno de la DGA aprobará hoy un gasto de casi 400.000 euros para la adquisición e instalación de esta tecnología a lo largo de próximo mes. Será financiado por el Instituto Aragonés del Agua, que ha suscrito un convenio con los cuatro ayuntamientos que asumirán el mantenimiento de estas lámparas.

Un mes y medio después de declararse el brote de gastroenteritis que ha dejado 520 afectados, y por el que los turiasonenses llevan 44 días sin poder beber agua del grifo ni usarla para lavarse los dientes, la buena noticia es que el Queiles se ha librado del microorganismo que ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza. Así lo confirmó ayer el Departamento de Sanidad.

Las últimas muestras de agua del cauce, correspondientes al pasado 16 de octubre, vuelven a reflejar una baja presencia del microorganismo. Por tercera semana consecutiva, todos los valores son muy inferiores a 0,1 ooquiste por litro de agua, el máximo permitido, y se sitúan en 0,03.

No obstante, los vecinos tendrán que esperar unos días para volver a la normalidad. El Ejecutivo autonómico mantiene las restricciones en el consumo de agua de los cuatro municipios hasta que se terminen los tratamientos en las redes de abastecimiento.

Este pasado fin de semana la empresa aragonesa OX-CTA aplicó un tratamiento biocida en el sistema hídrico (conducciones, depósitos y redes de distribución) de las cuatro localidades que se dio por finalizado el pasado lunes. Ha consistido en la administración de un producto desinfectante para la eliminación del biofilm (comunidades de microorganismos) que ha costeado la DGA por unos 30.000 euros.

Este procedimiento es incompatible con el cloro, por lo que ahora es necesario que los niveles de este elemento sean los adecuados, previsiblemente dentro de unos días, para anular las medidas restrictivas. No obstante, desde Sanidad aseguraron que se mantendrá la recomendación de no consumirla a los colectivos vulnerables (ancianos, niños pequeños y personas enfermas).

El foco, una incógnita

La incógnita persiste en cuanto al foco de la contaminación. Los análisis llevados a cabo por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) el pasado día 10 en la zona soriana del cauce y los vertidos de la piscifactoría de Vozmediano, instalación en la que estaban puestas todas las miradas como posible origen del problema, dan resultados de ausencia del protozoo, señalaron ayer desde la DGA.

Esta conclusión difiere de la obtenida de las muestras que tomó por iniciativa del Ejecutivo autonómico el pasado 26 de septiembre el laboratorio Ematsa. En esa ocasión sí se detectaron niveles elevados de ooquistes de ‘Cryptosporidium’, lo que llevó a determinar que el origen de la contaminación estaba en el tramo soriano del Queiles.

El alcalde de Tarazona, Tono Jaray, insistió ayer en la necesidad de que continúen las investigaciones hasta dar con el foco del brote. "Desde el primer momento hemos mantenido que hay que llegar hasta el final y la intención del Ayuntamiento es pedir responsabilidades", afirmó. Apuntó que recientemente se ha facilitado al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil la información que ha requerido para proseguir con las averiguaciones.

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