zaragoza

"Los forenses nos han dicho que las heridas de Osama solo las han visto en cadáveres"

El joven al que hace unos días intentaron matar en el barrio del Gancho de Zaragoza declara ante el juez. Una cuchillada le perforó un pulmón y le rozó el corazón.

Osama y Arina caminaban ayer cogidos de la mano por los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Osama y Arina caminaban ayer cogidos de la mano por los pasillos de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
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Osama A., de 19 años, abandonaba ayer el juzgado cogido de la mano de su novia, Arina M., de 27, tras haber declarado ante el juez y pasado por la consulta de los forenses. El joven recibió el alta hospitalaria hace dos semanas, pero caminaba todavía dolorido por las secuelas de la cuchillada que le asestó Riad Roumani el pasado 19 de julio en la calle Cerezo y que le alcanzó un pulmón y el corazón.

Tanto él como Roumani, de 23 años, estaban citados para comparecer ante el juez instructor del caso. El primero, como ya hizo cuando fue detenido, alegó que el día de la agresión iba muy drogado y no se acordaba de nada. Sus abogados, Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, han pedido una prueba toxicológica.

Mientras, Osama A. declaró que ese 19 de julio estaba discutiendo con un conocido en un portal cuando se le acercó Riad Roumani, sacó un cuchillo y se lo clavó en el pecho. Según los forenses, por sus características, esa herida ya pudo haber resultado mortal. Sin embargo, el atacante intentó lanzar una segunda cuchillada que la víctima logró esquivar gracias a los gritos de su novia. "Los forenses nos acaban de decir que las heridas de Osama solo las han visto en cadáveres", contaba la joven nada más salir de la consulta de los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón.

"Me cuesta respirar y me duele bastante el pecho", explicaba su novio ayudándose con gestos, dado su todavía escaso vocabulario en español. "Duerme bocarriba porque así le hace menos daño", terciaba Arina M., haciendo de traductora. Añadía que aunque ahora están más tranquilos porque Riad está en la cárcel, en cuanto puedan se van a cambiar de barrio para evitar más problemas.

"A ver si con el trabajo de estos dos próximos meses reúno dinero suficiente para marcharnos a otro piso. Además, Osama va a ser papá porque estoy embarazada y parece que Dios ha querido que sobreviva para que mi hijo tenga un padre", manifestaba, delante del  abogado que lleva la acusación particular, Rafael Ariza.

El día de la agresión Arina M. estaba con su novio en la calle Cerezo pero subió a su casa para cambiarse de ropa. Al regresar, encontró a Osama discutiendo con Abdelkarim E., quien le había dicho que no debía estar por esa zona. Al momento bajó Riad Roumani, compañero de piso del anterior y quien, sin mediar palabra, sacó un cuchillo que clavó a Osama en un costado. 

El motivo de la agresión la atribuyen al cambio de vida que ha dado el joven desde que empezó a salir con Arina, ya que ha abandonado las malas compañías y no quiere saber nada de sus antiguos colegas. "Por eso tenemos que irnos y llevar una vida tranquila", aventuraba.

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