Así es el Amblas, el veterano bar de las Delicias en el que Feijóo ha hecho una parada

El líder del PP ha visitado junto a Jorge Azcón y Luisa Fernanda Rudi el conocido establecimiento tras darse un paseo por la avenida de Navarra y asistir a un acto con afiliados en la avenida Ciudad de Soria.

Azcón y Feijóo flanquean a Ana Blasco, la dueña del Amblas. Rudi, segunda por la derecha.
Azcón y Feijóo flanquean a Ana Blasco, la dueña del Amblas. Rudi, segunda por la derecha.
H. A.

En julio, el bar Amblas de la calle Caspe de las Delicias cumplirá 57 años con las puertas abiertas. Un tiempo en el que ha permanecido casi intocado, testigo de una hostelería cada vez más acuciada por franquicias y negocios replicados. Esta mañana, el veterano bar, que aún permanece en manos familiares, ha recibido la visita de campaña de algunos de los candidatos del PP. El aspirante a presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha acudido al bar junto a Alberto Núñez Feijóo, presidente de los populares y la senadora zaragozana y exalcadesa de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi.

Allí, tras haberse paseado por la avenida de Navarra y asistir a un acto con afiliados en la avenida Ciudad de Soria, han posado junto a parroquianos, empleados y la dueña del Amblas, Ana Blasco, quien heredó el negocio de su padre. Fue él quien a mediados de los años 60 decidió a sustituir una bodega de vinos en la avenida de Madrid por este negocio. 

Desde entonces, tan familiar es la propiedad como la forma de tratar a los clientes, muchos de ellos viejos amigos. Entre los fans del Amblas no están solo los visitantes de esta mañana, figuran también en su lista de parroquianos habituales personajes tan conocidos de la ciudad como Kase O o Los Gandules.

"A veces pienso que no nos los merecemos", decía Blasco sobre sus clientes, hace ahora dos años, con la herida de la pandemia todavía abierta. "No sabes lo que fue la primera semana que abrimos tras el confinamiento, fue como volver a ver a la familia y, de hecho, con algunos clientes me llamé el tiempo que estuvimos cerrados para ver cómo estaban. Para mí este bar no es solo un negocio, es algo que forma parte de mi vida".

El bar Amblas.
El bar Amblas.
Francisco Jiménez/ Heraldo

A la par, Ana opinaba que el vermú de toda la vida en locales de toda la vida rejuvenece.

"Estos bares son ahora más apreciados por los jóvenes que por los mayores. Hay gente de 50 que los ve cutres y, sin embargo, a los treintañeros les encanta. Quizá porque no lo han conocido, porque a ellos les resulta algo diferente...". Para ella, es muy motivador que nuevas generaciones, con cierto nivel cultural o viajados aprecien su bar y el esfuerzo por mantenerlo. "Ha habido empeño en no mantener la esencia de nada, pero yo he sido machacona".

Seguramente, en el Amblas, la familia popular habrá tenido oportunidad de degustar algunas de sus especialidades, como las anchoas en vinagre o las madejas. Con algo más de tiempo, este restaurante de menú diario es de los pocos ya que en Zaragoza sirve cabecicas de ternasco.

En una pasada visita a la capital aragonesa, el líder del PP eligió un establecimiento céntrico de muy diferente estilo, la Clandestina, donde probó la mejor tapa de España.

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