Tiendas y bares que actúan contra la soledad
Trasmoz vuelve a contar con un establecimiento de alimentación tras 35 años y el Teleclub de Tierga reabre de la mano de una joven pareja que quiere vivir en el pueblo.
Las tiendas y los bares en poblaciones pequeñas son espacios de convivencia y cumplen una importante función de socialización, además de proveer a sus habitantes de servicios básicos y contribuir a la cohesión real. Por eso, la reapertura de establecimientos que llevaban tiempo con la persiana bajada se convierte en motivo de celebración.
El conocido por ser el único pueblo excomulgado de España ha recuperado su ultramarinos después de 35 años de cerrar el último que funcionó en la localidad. La Despensa de Trasmoz se inauguró a finales de marzo junto al también único bar restaurante de este municipio, en el que residen de forma fija unas 60 personas pero que ve multiplicada su población por el turismo los fines de semana y durante el verano también por los que regresan o tienen aquí su segunda residencia. Ambos se ubican en los locales municipales donde estaba la escuela.
La Despensa la regentan la misma pareja zaragozana que hace un año decidió emprender una nueva vida haciéndose cargo del bar. "La tienda entre semana no tiene mucho movimiento, pero es un servicio más que tienen los habitantes por si necesitan un artículo de primera necesidad. Los festivos se anima más porque viene la gente que ocupa las casas rurales y la que está en el parquin de caravanas", explica Santiago Mur, que en mayo hará un año que cogió el bar junto a su pareja Elena.
Ambos llevaban un bar en la zona de La Romareda que tuvieron que dejar por la pandemia y decidieron buscar una alternativa en un lugar más tranquilo, una idea que hacía tiempo que les apetecía.
En las estanterías y la vitrina se pueden encontrar artículos básicos de limpieza y de alimentación, nada de lujos, pero sí productos de la zona, como el queso, la miel y el aceite, una exquisitez local y un buen recuerdo para los visitantes. La pareja lleva los dos negocios, que solo cierran los lunes, y el fin de semana cuentan con una tercera persona que les ayuda. De momento viven en Tarazona porque no han encontrado una vivienda en Trasmoz.
El alcalde del municipio, Jesús Andía, asegura que este pequeño negocio "cubre una necesidad" que se venía detectando desde hace tiempo y supone "una alegría porque implica recuperar un servicio". Además, no ha sido necesario llevar a cabo una gran obra: "Una parte del almacén, que era muy grande, la hemos destinado a la tienda y para ello hemos contado con una subvención de la Diputación de Zaragoza de 28.000 euros". Los gestores pagan un canon de 150 euros al mes por el bar y la tienda que incluye los gastos de agua, luz y calefacción.
"Queríamos seguir en la zona"
"Queríamos seguir viviendo en la zona y la hostelería nos gustaba a los dos, así que vimos que podía ser una opción". Así explica Nicolae Eusebebiu Tobias, más conocido como Sebi, la decisión que tomó hace unas semanas, que le llevó a presentar una oferta al concurso para la gestión del Teleclub municipal de Tierga y del que ha resultado adjudicatario. Así, desde hace unos días, este joven, afincado en Illueca desde hace ocho años, con ayuda de su pareja, regentan el Teleclub de Tierga.
El establecimiento cerró sus puertas en junio de 2019. Desde entonces, el Ayuntamiento ha lanzado varias ofertas en busca de gestores que han quedado desiertas, hasta esta última. El Consistorio tiergano adjudicaba el contrato, por 160 euros al mes, durante los próximos cuatro años, con posibilidad de prórroga.
Precisamente, hace ahora casi cuatro años que la persona que se hacía cargo de ellas decidió no prorrogar el contrato tras una pandemia de por medio, explican desde el Consistorio.
El alcalde de Tierga, Jesús Grávalos, se muestra satisfecho con la llegada de este nuevo gestor, ya que asegura que el bar del pueblo es un punto de encuentro para muchos vecinos que vienen a complementar la oferta de restauración de la localidad.
Raquel Santander, que es la pareja de Sebi y que durante los fines de semana le echa una mano, recuerda que cuando vieron la oferta decidieron apuntarse. "Sebi se había quedado sin empleo, tenemos un bebé de cinco meses, yo he terminado Magisterio y actualmente trabajo en un almacén de calzado de Illueca, era nuestra opción para poder seguir viviendo aquí", cuenta.
Tanto Sebi como Raquel agradecen mucho el apoyo que les han brindado el pueblo y sus vecinos y la buena disposición del Ayuntamiento. "Estamos muy contentos, hemos sido muy bien recibidos", aseguran.
El Teleclub, ubicado en la planta baja de la Casa Consistorial, abre sus puertas todos los días de la semana y ofrece una amplia y variada carta de pinchos, bocadillos y platos combinados.
