salud mental

Alerta por los casos de autolesiones: "Los vemos en niños cada vez más pequeños"

La psiquiatra Isabel Irigoyen, coordinadora de la Estrategia de Prevención del Suicidio en Aragón, y los psicólogos Pilar Cutando y Eduardo Fonseca explican cómo abordar una conducta que se ha extendido entre la población y afecta al 18% de los menores de 18 años y al 13,5% de los adultos.

La psiquiatra Isabel Irigoyen y los psicólogos Pilar Cutando y Eduardo Fonseca, en el Patio de la Infanta de Zaragoza.
La psiquiatra Isabel Irigoyen y los psicólogos Pilar Cutando y Eduardo Fonseca, en el Patio de la Infanta de Zaragoza.
Oliver Duch

La pandemia, sumada a un caldo de cultivo previo en el que confluían ya múltiples factores -malestar emocional, insatisfacciones, un cambio de valores "importante" y el 'boom' de las redes sociales...-, ha disparado el sufrimiento emocional en los adolescentes y con ello, los casos de autolesiones. 

"Parece que todo ha eclosionado ahora o se hace más visible, pero hay múltiples factores que han configurado un escenario en el que la covid-19 ha sido el pistoletazo de salida", advierte la psiquiatra Isabel Irigoyen, coordinadora de la Estrategia de Prevención del Suicidio en Aragón, que participó este miércoles en la conferencia 'El dolor y las heridas que sí se ven', organizada por Asapme. 

El aumento de casos detectados en los últimos dos años, coincidiendo con la actual crisis sanitaria, preocupa a los profesionales. "En niños está empezando a aparecer, y como en otros temas de salud mental infantojuvenil, vemos que se está adelantando. Vamos hacia los 11 o 12 años… aunque donde son más frecuentes en estos momentos son en adolescentes y en jóvenes de hasta 24 o 25 años", explica Irigoyen, quien insiste en diferenciar una autolesión de un intento de suicidio. "Una autolesión es cuando te haces daño sin buscar la muerte. Puedes hacerte mucho daño, pero no estás intentando terminar con tu vida. Personas que se autolesionan pueden tener más riesgo de suicidio, pero la gran mayoría no…", puntualiza esta especialista. 

El origen de las autolesiones es multifactorial; no hay solo una causa detrás. "Puede ser para síntomas de todo tipo: la ansiedad, la apatía, el enfado, las frustraciones, para afrontar el estrés... Se puede dar con y sin enfermedades mentales. Hay también cuadros biológicos (autismo, Asperger...) que pueden cursar con autolesiones. Por eso, es importante no generalizar, no banalizar, tratar de tener una actitud comprensiva y ver qué hay detrás. El dolor y las heridas que se ven son la punta del iceberg, pero hay que buscar lo que hay debajo", apunta Irigoyen.

"Hemos detectado un incremento de las autolesiones en jóvenes, con menos herramientas para manejar las emociones, pero no significa que no pase en adultos"

La psicóloga infantojuvenil Pilar Cutanda, de Asapme, coincide en que pueden estar implicados muchos factores y, a raíz de la pandemia, hay estudios que indican que se han incrementado un 40% los problemas de salud mental. "Las autolesiones van un poco en la línea. Estudios previos hablaban de que el 18% de los menores de 18 años se habían autolesionado; y en adultos era un 13,5%. Depende mucho del contexto, de la forma en que lo hagan… Pero se ha visto un incremento bastante importante, que es lo que hemos detectado en las consultas. Son personas más jóvenes, a las que les falta experiencia y todavía no tienen las herramientas adecuadas para manejar esas emociones, pero no significa que no pase en la etapa adulta, que ya somos más funcionales, y también sucede", añade esta psicóloga. 

En su consulta infantojuvenil de Asapme, reconoce que están viendo casos más graves y además en gente también más joven. "Ya no es el típico adolescente de 15 años, sino que lo hemos visto en las últimas etapas de la educación primaria", afirma esta psicóloga. 

Uno de los mitos que rondan siempre alrededor de las autolesiones es que solamente lo hacen para llamar la atención o que les hagan caso, "y no es así", desmienten las expertas. "Las autolesiones cumplen una función y tienen un por qué: regular las emociones de una manera desadaptativa. Lo hacen para aliviar ese dolor emocional a través de un dolor físico que les sirve de distracción. Con este método, ellos sienten también una falsa sensación de control: que están sabiendo gestionar su malestar, aunque de una manera muy poco adaptativa", señala esta profesional. 

Irigoyen, por su parte, insiste en que este tipo de conductas pueden ser adictivas y alertan de la existencia de foros y blogs donde se conectan los autolesionadores y cuelgan sus imágenes, retos y competiciones entre ellos. "Esto no ocurre de forma habitual, pero sí en trastornos de personalidad grave. No es solo lo que me hago a mí misma, sino que lo comparto con otras personas y eso me produce un cierto bienestar, de manera que la conducta queda enganchada en el cerebro", advierte Irigoyen. 

"Si las familias dedicaran media hora al día a conversar sin interferencias tendríamos mucho ganado"

Cutando, por su parte, reconoce que el umbral de la tolerancia a la frustración "está más bajito ante cualquier malestar" en los jóvenes, que en muchos casos se sienten desbordados y acaban entrando en un círculo vicioso para gestionarlo. "Buscando algo que sea rápido y me ayude a evadirme momentáneamente a corto plazo aumenta la probabilidad de que ese comportamiento se vuelva a repetir. A medio y a largo, aparecen los sentimientos de culpa, de vergüenza. Reaparece el malestar otra vez vuelta a empezar", alerta esta psicóloga. 

Cómo abordar el tema en casa

Cuando los padres detectan estas conductas, entra en crisis la dinámica familiar. Los profesionales consultados coinciden en que es "comprensible" que las familias se asusten o que asocien las autolesiones con el riesgo de suicidio, pero aconsejan siempre buscar la manera de hablar desde el respeto y la empatía. "Ante el miedo y el no saber qué hacer surge el enfado. No se adopta una actitud más empática, de ver qué está pasando, y echar la bronca no ayuda nada", sostiene Irigoyen, que aboga por buscar "un momento de conexión" en los hogares que permita detectar o facilitar que si hay algún problema de este tipo se comente. "Puede parecer una tontada, pero si las familias pudieran disponer cada día de media horita para estar sin ninguna interferencia, sin móviles ni nada que distorsione para poder compartir cómo ha ido el día o cómo te va a ir hoy el examen -20 minutos a la vez que desayunas o que cenas…- tendríamos mucho ganado", defiende esta experta. 

"A veces pecamos de decir frases que están fuera de lugar, como el 'lo tienes todo' o 'por qué te autolesionas', y ellos se sienten totalmente incomprendidos"

Pilar Cutando, por su parte, lanza un mensaje de esperanza a las familias e insiste en diferenciar las autolesiones de las conductas suicidas. "Las autolesiones y los suicidios no implican una causalidad del 100% de los casos. Pueden ser un factor de riesgo, pero también no ir de la mano", apostilla. Lo más importante, a su juicio, en estos casos es que las familias generen un ambiente que sea "tranquilo, sin gritos, donde el menor sienta que se le está acompañando y no se le está juzgando ni invalidando" todas esas emociones. "A veces pecamos de decir frases que están fuera de lugar: como el 'lo tienes todo' o 'por qué te autolesionas', y ellos se sienten totalmente incomprendidos, aislados y desconectados. Piensan: 'si mis padres no me entienden, nadie lo va a hacer'. Si algunos tienen su grupo de apoyo entre iguales pueden buscar ahí refugio, pero si no, tienen esa sensación de soledad añadida", comenta esta psicóloga. 

Aislamiento y pantallas: gestionar el tiempo libre

En este sentido, los profesionales subrayan que en la época en la que vivimos, donde parece que las redes sociales nos tienen que "amplificar" toda la parte social, en el fondo han conseguido el efecto contrario: un mayor aislamiento del individuo dentro de su propia casa, que se vio auspiciado por el confinamiento. "Ahora hay gente que no quiere salir de casa, y padres que te consultan porque su hijo no sale de la habitación, no queda con nadie…", advierte la doctora Irigoyen en relación a las pantallas, un "arma de doble filo". 

"Hay padres que te consultan porque su hijo no sale de la habitación"

En la ponencia de este miércoles, los tres profesionales de la salud mental ahondaron en la importancia de hablar de las autolesiones en los jóvenes, focalizando en la adolescencia y la adultez, que es donde han visto que más han aumentado. 

"Se estima que en adolescentes la prevalencia podría estar en torno al 20 o 25% de chicos que se han autolesionado. Estas conductas se enmarcan dentro de la salud mental y de la salud emocional de nuestros jóvenes y nos preocupa porque son nuestro principal capital presente y futuro", apunta, por su parte, Eduardo Fonseca, profesor titular de Psicología en la Universidad de la Rioja. Este experto instó también a hablar de este fenómeno para prevenirlo, formar, sensibilizar y ayudar a las familias o a cualquier otro profesional a detectarlo. 

"Las familias no deben juzgar ni criticar, sino afrontarlo de forma abierta y escuchar lo que dicen nuestros hijos"

"La conducta suicida ya es la principal causa de muerte en jóvenes y es importante que haya foros donde se hable de ello para dotar de herramientas a los jóvenes. Hablar de este asunto, en general, ayuda. Lo que hay que ver es cuándo hay que preguntar y cómo", indica antes de dar unas claves para saber diferenciar lo que es oportuno de lo que no.  "Lo que tienen que hacer las familias es no juzgar, ni criticar. Tener una forma de afrontarlo abierta, donde hay que escuchar lo que dicen nuestros hijos desde un punto de vista de respeto y apoyo incondicional", insiste este profesional.

Para Fonseca, es importante "dejar claro" a esa persona "que independientemente de lo que haga, tú le vas a seguir queriendo y hacerles ver que estás disponible para hablar de la cuestión cuando ellos lo necesiten". Así pues, insiste: "escuchar implica reconocer su dolor, que están pasando por un momento de sufrimiento y que los padres obviamente no se pongan ansiosos e intenten contener un poco sus miedos, porque esa información cuando te llega, como padre, genera cierto temor y es importante contenerlo y no poner ultimátums", explica este psicólogo.

Por otro lado, los expertos consultados coinciden en la importancia de que los padres y las familias también se cuiden y sepan pedir ayuda o información a un profesional que les sepa guiar o dar herramientas de gestión de las emociones cuando la situación no revierta o se cronifique. 

"Hay técnicas de distracción, de qué hacer con tu tiempo libre y cómo hacer cosas útiles que pueden ayudar; competencias socioemocionales que les permitan una mejor gestión de ese dolor o malestar y que al final no solo les sirvan estas herramientas para evitar las autolesiones, sino para llevar su vida a buen puerto", reitera este profesional.

Por su parte, la psiquiatra Isabel Irigoyen reconoce que existe una carencia de profesionales cualificados que juega en contra de muchos trastornos de salud mental graves en un momento en el que parece que todo el mundo debiera ir al psicólogo. "Ahora está toda la red con dificultades de atención. La pública y la privada. No había suficientes recursos para esta eclosión que ha habido, pero también hay que pensar hacia dónde vamos", reflexiona esta experta al hablar de la falta de tolerancia a la frustración que existe en la sociedad actual, y el 'boom' mediático que ha despertado la salud mental tras la pandemia. 

"Se ha popularizado tanto -y está bien, entre comillas-, que casi nos hemos pasado al otro lado: a que todo el mundo querría que nos atendiera un psicólogo. Se están poniendo los balones fuera en este sentido y, a veces, buscando en los profesionales de salud mental resultados que no nos competen a nosotros, como los valores de la propia familia…", apostilla. 

Por eso, los profesionales instan a buscar herramientas que "nos ayuden a ser un poco más autosuficientes" pues temen que si no falten recursos para la gente que está mal y realmente lo necesita. "La sociedad no debe ir a profesionales de salud mental para resolver problemas de este tipo, sino prevenirlos. A veces recibimos cuadros que no son tan graves, y lo ideal sería poder dedicarnos a esos casos de mayor sufrimiento", concluye esta psiquiatra.  

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.
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