salud mental

La huella de la pandemia en la salud mental: "Sentí que, a los 18 años, se había acabado mi vida”

Los pacientes atendidos por enfermedades mentales derivadas de la pandemia de coronavirus se han duplicado en 2022 en la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME). El mayor incremento se produce entre jóvenes y adolescentes.

Kelly Andrade, de 20 años, sufrió depresión y ansiedad a causa de la pandemia.
Kelly Andrade, de 20 años, sufrió depresión y ansiedad a causa de la pandemia.
K.A.

La pandemia y el confinamiento causados por el coronavirus agravaron los problemas de salud mental de quienes ya los padecían e hicieron aflorar nuevas enfermedades mentales en muchas otras personas que se vieron desbordadas por la situación de emergencia sanitaria, el miedo al contagio, las limitaciones de movilidad, el aislamiento y la disminución de las relaciones sociales. 

Lejos de estabilizarse, tres años después los casos de estas dolencias causadas por la pandemia siguen aumentando. Los expertos hablan de un incremento de más del 20% que ha ocasionado hasta un 30% más de consultas con los especialistas. La mayor incidencia se ha producido entre la población adolescente y joven.

A Kelly Andrade la pandemia le cogió cuando estaba a punto de cumplir 18 años. “Mi mente colapsó de alguna manera y, lejos de tener sentimientos depresivos o eufóricos, tuve una completa apatía durante todo el confinamiento”, dice esta joven ecuatoriana que vino a España a los 4 años junto a su familia. “No entendía que la gente estuviese preocupada. No sentía ni padecía, fue como si hubiese apagado mis emociones. Me quedé estática, sin sentir nada”, explica Andrade.

"Durante el confinamiento no sentía ni padecía, fue como su hubiese apagado mis emociones".

“No entendí realmente lo que estaba pasando hasta que acabó el confinamiento. Fue entonces cuando empecé a tener ataques de ansiedad, estaba irritable y comencé a tener sentimientos de desesperanza. No salía de la cama y me pasaba varios días durmiendo”, continúa la joven estudiante afincada en Zaragoza. “Le cogí mucho miedo a cualquier tipo de cambio en mi entorno. Un simple cambio de sofá me provocaba un colapso, estaba todo el día mal, frustrada y lloraba sin motivo”, añade. 

En ese momento Kelly estudiaba segundo de bachillerato y debía elegir qué iba a estudiar o a hacer en su futuro más inmediato. “Pensaba que no tenía sentido, que daba igual qué escoger si al final nos podían volver a confinar en cualquier momento, si nos podíamos morir al día siguiente”, rememora esta paciente de salud mental. “Dejé de pensar en el futuro y en metas a largo plazo. Me puse en piloto automático y, hasta hace muy poco, solo he estado sobreviviendo”, afirma Andrade. 

"Para mí no tenía sentido pensar en el futuro si nos podíamos morir al día siguiente".

A pesar de esos sentimientos, le costó pedir ayuda. “No fui al psicólogo hasta febrero de 2022 tras un ataque de ansiedad en el que no quería seguir viviendo. Mis padres se asustaron mucho y me llevaron a un especialista. Me diagnosticaron ansiedad y depresión severa”, confirma. La pandemia “me cambió la perspectiva que tenía sobre el futuro, sobre el esfuerzo, sobre mis metas. Me causó una desesperanza muy alta y sentí que, a los 18 años, se había acabó mi vida. Me veía incapaz de pensar más allá”, recuerda Andrade. Ahora, un año después, “estoy mucho mejor, estable y me estoy recuperando para tener una vida y nuevos sueños”, asegura la joven, que está acabando un grado de FP superior en Márketing y tiene planes para seguir estudiando.

El caso de Kelly es más frecuente de lo que podría parecer. Según un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de FAD, un 24% de los jóvenes españoles dice tener problemas de salud mental y, según la Fundación ANAR, el número de casos con conducta suicida ha experimentado un crecimiento del 128% solo en el periodo posterior a la covid. 

La situación de emergencia sanitaria mundial “ha tenido un impacto grave entre los más jóvenes y han aumentado los casos de autolesiones e intentos de suicidio. Según algunos estudios, el incremento ha sido de hasta un 40% respecto a los datos anteriores a la pandemia”, dice José Antonio Aldaz, psicólogo clínico del C.S. Sagasta, en Zaragoza. “La pandemia generó mucha incertidumbre en esta franja de edad y marcó su visión respecto a su futuro cambiando su tradicional optimismo propio de la edad por otra perspectiva mucho más pesimista de la vida”, explica Aldaz.

 "En muchas personas, la pandemia generó trastornos depresivos, miedos y fobias. Incluso estrés post traumático debido a experiencias vividas en la UCI en las que estuvieron al borde de la muerte", añade este psicólogo clínico. "Este trastorno se da en casos extremos como situaciones de guerra, terrorismo, violaciones o abusos", afirma, mostrando así las experiencias extremadamente traumáticas que se vivieron en los hospitales españoles.

Coincide con Aldaz Ana López Trenco, médico y gerente de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME). “Tras la pandemia hemos visto una avalancha de personas sufriendo. Ha tenido un efecto demoledor en la población y ha aumentado muchísimo la demanda de terapias con especialistas”, dice López. En esta asociación se ha duplicado el número de pacientes atendidos en 2022 con respecto al año anterior. De 162 en 2021 han pasado a 326 durante el último año. De ellos, el incremento entre la población infantojuvenil que acude a terapia ha sido del 165%. 

“El causante de este incremento es la pandemia y el confinamiento”, asegura López, a pesar de que han pasado ya tres años del inicio de esta emergencia sanitaria. “Muchos de los casos se han detectado a posteriori porque el ser humano, ante un momento de crisis, tiene la capacidad de afrontar la situación, aunque pueda dejarnos secuelas posteriores”, explica la gerente de ASAPME. 

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.

“El estrés generado nos hace estar alerta y salir adelante ante una dificultad, pero hay personas a las que puede costarles más recuperarse y sacan a la luz las secuelas de ese estrés causado por un hecho traumático meses después”, afirma López. Por eso, pone énfasis en la importancia de acudir a terapia, ya que “es efectiva, junto con otras acciones, para encontrar soluciones globales e integrales a los problemas de estos pacientes” concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión