ARTE

¿Cómo se hacía un tapiz?

El Centro de Historias de Zaragoza acoge por primera vez la exposición 'La Nevada' de Goya, con más de cien piezas, hasta el próximo 7 de mayo.

La Real Fábrica de Tapices expone por primera vez en Zaragoza 'La Nevada' de Goya
La Real Fábrica de Tapices expone por primera vez en Zaragoza 'La Nevada' de Goya
Francisco Jiménez

Es una forma de arte muy antigua. Tanto, que hace milenos que el tapiz está presente en todas las culturas del mundo. Los primeros que se conocen se remontan al antiguo Egipto, pero también se han encontrado en la América precolombina y los vestigios de los antiguos imperios de Asia. 

En 1775, Francisco de Goya llegó a Madrid y empezó a pintar cartones para la Real Fábrica de Tapices. Estos representan hoy un extenso conjunto entre los trabajos del artista y, desde este jueves 26 de enero y hasta el 7 de mayo, recalan en Zaragoza. La Real Fábrica de Tapices expone por primera vez parte de su obra, 'La Nevada' de Goya -compuesta por más de cien piezas- en el Centro de Historias de la capital aragonesa

En la época de Goya, los cartones se consideraban de escaso valor y permanecieron enrollados en la Real Fábrica hasta que fueron trasladados al Palacio Real en 1858 y, después, pasaron al Museo del Prado. Otros son menos conocidos, ya que todavía decoran aposentos privados en los palacios y residencias reales de España. Pero hace tiempo que gozan de un gran prestigio.

Qué es el tapiz

Cuando se habla de tapices, se hace referencia a un tipo de tejido decorado con escenas polícromas cuyo dibujo se integra en él mismo, de manera que se va formando a la vez que el tejido.

Su nombre proviene del de la ciudad francesa de Arrás, popular en la Edad Media por su gran producción. En Europa, el arte de la tapicería se desarrolló a partir del siglo XIV y alcanzó su máximo esplendor en el Renacimiento.

Si se entiende como una forma de arte, el tapiz mezcla el talento pictórico del artista que hacía el dibujo preparatorio o el cartón, y del artesano, que iba a hacer el verdadero tapiz a partir de esa base. Además del valor artístico, los tapices contaban con un gran interés en los castillos, las iglesias o las casas nobles, como aislantes térmicos puesto que, si se colgaban en las paredes, permitían calentar ciertos ambientes.

Cómo se realiza el tapiz

Para hacer un tapiz, son necesarios los siguientes elementos: un tejido de alto o bajo lizo –es la parte de tejido que sirve para mover los hilos de la urdimbre-, un cartón de base, hilos de colores –cada uno conectado a un carrete diferente-, peines para uniformar la trama y tijeras.

A partir del cartón, el primer paso es realizar la urdimbre, que servirá como base del tapiz. Para esto suele utilizarse el algodón torcido, mientras que en el pasado se utilizaban lino o lana. El diseño real es la trama y se realiza de lana o seda, a veces mezcladas entre sí mismas. En los tapices modernos también se utilizan viscosa y fibras sintéticas.

Para elaborar un tapiz han de participar diferentes artesanos, cada uno especializado en un área determinada: pintores, tejedores y modistas. Se trata de una labor ardua y tediosa, que es capaz de generar obras de gran belleza y valor. Pero, se pueden usar dos tipos de telares; el más sencillo es el de alto lizo, en el que la urdimbre se dispone de forma vertical, carece de pedales y la labor se hace por el reservo de la pieza –el cartón se sitúa detrás, como guía y se trazan los contornos generales del dibujo en la urdimbre-; el telar de bajo lizo, que es el que dispone la urdimbre de forma horizontal y sus hilos se separan en dos lizos que se manejan por medio de pedales que los levantan y los bajan alternativamente –el cartón se sitúa bajo la urdimbre de forma que se trabaja directamente sobre el modelo-.

Cuáles son los temas más frecuentes del tapiz

Los temas figurados o escenas se copian de un modelo o cartón creado por un pintor, que utiliza el tejedor para confeccionar el tapiz.

Los temas de los cartones podían ser de lo más diversos: sagrados, mitología, historia, naturaleza... Con frecuencia, los religiosos se mantenían en las iglesias y las casas privadas y se hacían solo en ocasiones especiales, como celebraciones. Uno de los más famosos es el célebre Tapiz del Apocalipsis, un ciclo de tapices realizado al final del siglo XIX, inspirado en el Apocalipsis de San Juan, considerado patrimonio artístico francés.

Su función es decorativa, imitando la pintura y, aunque está pensado para ser colgado, con el paso del tiempo, cada vez es más habitual verlo enmarcado.

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