sucesos 

“No había nadie en la calle y apareciste tú para salvarme la vida”

La mujer apuñalada por su hijo agradece públicamente el auxilio que le prestó un policía enfermero que evitó que se desangrara con un torniquete. 

El enfermero de la Policía Nacional de Zaragoza, Rodolfo Serrablo, con Nupián esta jueves en la calle Biescas.
El enfermero de la Policía Nacional de Zaragoza, Rodolfo Serrablo, con Nupián esta jueves en la calle Biescas.
Guillermo Mestre

Nupián, la vecina de Torrero que en la tarde del pasado 23 de octubre fue apuñalada por su hijo en su piso de la calle Biescas, es muy consciente de que está viva gracias a la actuación rápida y profesional de Rodolfo Serrablo, enfermero de la Policía Nacional de Zaragoza que se cruzó en su camino en el sitio preciso en el momento oportuno. Por esa razón ha agradecido públicamente este jueves la decisiva actuación de su vecino quien, a su vez, ha asegurado sentirse muy orgulloso de que todo terminara bien.

“Está en casa y está viva que es lo importante”, le transmitía el enfermero.  "Sí, pero nada es casualidad. Dios te puso ahí y es por algo y quiero decirte que te mereces todos los laureles y medallas por salvarme la vida y por el excelente trabajo que hiciste, porque no había nadie ese día y apareciste tú para socorrerme”, le decía Nupián esta mañana en el portal de su domicilio. La mujer extendió su agradecimiento al personal del Salud y del quirófano.

Nupián, la mujer de 56 años apuñalada por su hijo en el zaragozano barrio de Torrero, se encuentra con su ángel, agradece públicamente el auxilio que le prestó un policía enfermero que evitó que se desangrara con un torniquete

El enfermero de la Policía Nacional ha explicado que todo se desarrolló de manera muy rápida y que la herida “era muy fea”. “Pero bueno por circunstancias de la vida pasé por ahí, pude actuar y aquí está el resultado”.

La vecina de Torrero, que se recupera de la grave lesión que le causó en la pierna y que le afectó a vasos sanguíneos importantes, insistía que estaba viva gracias al sanitario. “Perdía mucha sangre cuando llegó él. Empecé a sangrar a borbotones en el domicilio y en esa situación no sabía que hacer, no sabía cómo pedir socorro, pero por suerte salí a la calle con ese impulso de querer salvarse uno y, con la locura de lo que estaba pasando, fui hacia ese lado de la calle (a esa hora no pasaba nadie) y justo llegó mi salvador. Me dijo, 'llevo mi torniquete', y yo no sabía ni lo que era, y cuando me dijo que era enfermero pensé: gracias, Dios”

Desde que fue agredida por su hijo está sufriendo porque sus sentimientos están enfrentados. “Me duele muchísimo en el alma, estoy realmente mal y conforme pasan los días peor. Pienso mucho en él pero de alguna forma tenía que terminar, aunque haya sido de la peor manera posible-. Gracias a Dios yo puedo contarlo y quiero que él salga de la mejor manera posible y que se dé cuenta de las cosas que hizo. La cosa está ya en manos de la Justicia y procederá como mejor entienda", ha señalado. 

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